Lovers || Lourrie

I

La Cena Pt I
||Love me like you||

"No necesito otros números bebé, cuando tengo a mi numero 1"

Era un día nublado en las frías calles de Londres, podías ver chicos con sudaderas y gorros al tope, guantes incluso, pero era normal por la temporada. El chocolate caliente y un poco de pastel o algún tipo de galletas vendrían muy bien.
Perrie en cambio le encantaban los helados de vainilla en estos tiempos, estar en el sofá viendo películas de Disney.

- Cariño ¿Puedes ayudarme? -Perrie se encaminó a la cocina a pequeños pasos mientras tarareaba una canción aleatoria- ¿Pezz?

La chica soltó un largo suspiro al entrar a esta, ahí estaba su novio intentando hacer una cena para ella, sonrió enternecida y lo abrazo por detrás sin quitar la hermosa sonrisa. Zayn se sonrojo y se volteo a verla colocando sus manos en su cintura.

- ¿Qué tal? -Sonrió el moreno mientras admiraba los hermosos ojos azulados de la rubia- ¿Me he lúcido de nuevo?
- ¿No quemaste nada cierto? -Puso sus manos en su cuello dándole un corto beso al de ojos avellanas

Zayn puso su mano en su pecho totalmente indignado y fingido dolor.

- Amor, me lastimaste sabes que no suelo cocinar tan seguido -volvió a besar los delicados labios de la rubia- anda pruebalo tu madre me dijo que podía hacer de cenar y tengo que admitir que mi suegra es muy buena en eso de la cocina -Perrie sonrió y beso su frente.

Perrie tomó un poco del spaguetti entre sus dedos y lo comió rápido, soltando un gemido en aprobación.

- ¿Realmente está bueno? -El moreno soltó una risa al ver la cara de su novia- de acuerdo bebé, ¿Te puedo pedir un pequeño favor?

Perrie le dio toda su atención esperando que diga lo que necesita y así poder hacerlo lo más rápido posible, para poder seguir comiendo de ese delicioso spaguetti.

- ¿Puedes llamar a mis amigos para confirmar si van a venir?
- ¿Vendrá Louis? -Chillo feliz Perrie mientras aplaudía y corría al teléfono de la sala.

Se apresuró a tomar el teléfono en sus manos mientras intentaba recordar el numero de alguno de los 4 chicos, el único que se le vino a la mente fue el de Harry y Liam. Maldijo bajo al recordar que Louis había tirado su celular en la soda de Zayn hace una semana con la terrible excusa de que quería ver si podía nadar.
Marcó rápidamente el numero de Liam, colocando el teléfono en su oído esperando a que tomara la llamada.

- ¿Diga? -una voz ronca y cansada contestó, ella rodó los ojos y pensó que todos los chicos no tenían conciencia de cuanto dormían.
- ¿Liam?
- Espera, ¡Oh Perrie! ¿Todo bien? -esbozo una sonrisa al escuchar la preocupación del mejor amigo de su novio.
- Todo bien, quería confirmar si van a venir a cenar.
- Claro que si de hecho casi llego -río nerviosamente el castaño jugando con su camisa.

El timbre sonó y corrió a abrir la puerta hablando aún con Liam. En cuanto la abrió dejo ver unos bellos ojos esmeraldas, sonrió con ternura y abrazo a Harry en cuanto entró.

- No llegues tarde Liam -susurro intentando sonar severa y colgó riendo leve- Hola Hazz -beso su mejilla- Zayn esta en la cocina por si lo buscabas, puedes darme tu abrigo o dejarlo en el perchero.

Harry agradeció y colgó su gran abrigo color crema en aquel perchero y segundos después entró a la cocina para entablar una conversación con su amigo.

- ¿Se lo pedirás hoy? -Susurro bajo con un poco de desesperación en su voz- Zayn aún no acaban la universidad -el rizado frotó sus manos en sus pantalones- deberías esperar un poco.

Zayn negó colocando los platos en la mesa, necesitaba a Perrie en su vida y eso no era cuestionable en ningún sentido, no tenían que esperar para estar juntos para siempre, si eso desearon desde que empezaron su relación.

- Harry déjame hacer esto a mi manera, no creo que me rechace, tenemos 3 años de relación, terminare mi carrera en un año y podré ser profesor de ingles -Sonrió orgulloso de si mismo y sirvió con cuidado la comida en cada recipiente.
- Sólo digo que te estas apresurando demasiado -el ojiverde se encogió de hombros y miró al moreno tensarse.

El sonido del timbre interrumpió a Zayn en cuanto esté estaba decidido a recriminar al rizado por sus palabras tan tontas, no se apresuraba, solo quería pasar el resto de su vida con Perrie ¿Había algo de malo en ello?

El rizado elevó su rostro al escuchar la voz de Liam y Niall, miro a Zayn quien puso las copas de vino en cada lugar y de vez en cuando tanteaba la bolsa de su saco para encontrarse con aquella cajita terciopelo color marrón que contenía el anillo que había comprado hace dos meses, esperando con ilusión poder estar con la ojiazul para siempre.

Liam entró a la cocina, la puerta tardó en cerrarse dejando ver a Perrie y Niall platicando entre risas y chistes. Zayn sonrió feliz, tenia suerte al estar con aquella mujer que lo llenaba, estaba siempre con él, nunca lo dejaba solo. El castaño se cruzó de brazos mirando a ambos hombres que estaban en un silencio incómodo y con la llegada de Liam no podían empeorar las cosas.

- Se lo pedirás ¿cierto?

Asintió el chico de ojos avellana y miró a sus mejores amigos que lo regañaban con la mirada.

- ¿Por qué mierda es tan malo? -explotó el moreno soltando los utensilios que utilizo para cocinar en el lavabo de una manera brusca.
- Porque no están listos, ni siquiera Tommo lo esta para eso y es el mayor de nosotros.

Harry salió de la cocina a grandes zancadas.

Un ladrido agudo hizo que el rubio gritara en todo su esplendor y Perrie soltó una sonora carcajada al ver a su pequeño perrito bajar las escaleras e ir corriendo hasta ella.
Ella tomó en sus brazos a Hatchi y sonrió mirando al ojiazul quien miraba avergonzado sus pies como si fueran lo más interesante.

Harry abrió la puerta en cuanto sintió y escucho un claxon, la fiesta iba a comenzar, aquel hombre que salio de un deportivo negro tiro su cigarrillo a la acera y se acercó a la casa mirando al rizado.

- Louis tu puedes ayudar a convencer al terco de Zayn de que no haga alguna estupidez
- ¿Qué se supone que pueda hacer yo? -Louis levantó sus manos en forma de rendición- si ya es estúpido no puedo hacer nada al respecto ¿sabes? Eso es por decisión propia.

Harry soltó una larga carcajada a las ocurrencias del hombre un tenía enfrente y lo jalo adentro con nervios.

- Le va a proponer matrimonio.