Capitulo 10

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Mi cabeza junto con mi cuerpo salió disparado hacia delante por la forma tan abrupta de detenerse. El me mira con su cara seria, no mostraba ninguna expresión. ¿Abre cometido un error? Maldita mente. La última vez que te hago caso.

No te lo crees ni tú misma.

— ¿Qué dijiste? — Me pregunta el luego de un rato de silencio. Mire por la ventana, me negaba a repetirlo, si no se lo cree le borrare la memoria y se acabo el problema. —Clara, respóndeme. ¿Qué fue lo que dijiste?

—Ya lo escuchaste. —Gruñí. El miro a la carretera del frente. Pensativo y con cara incrédula. —Genial, hombre. Ahora piensas que soy una loca. Mejor arreglo esto.

—No, para nada. —Ahora es mi turno de mirarlo con incredibilidad — ¿Por qué dices que son hombres lobo? —Respiro pesadamente, y lo miro resignada.

—Porque tuve un problema con uno o tres de ellos esta mañana en un bar y… los reconocí. Jodidas bestias —Gruñí molesta tocándome la cara.

— ¿Tu…tuviste un problema con ellos? Eso no es inteligente. —reprocho. Lo miro sorprendida.

— ¿Me crees? —el asiente, una sonrisa se extiende por mi cara— Omg, pensaba que creerías que estaba loca, pero no, la jodida de allá dentro tenía razón —el me mira confundido, hago un ademan para quitarle importancia —luego te digo. El punto fue que logre escapar. Pero es muy cobarde el animal ese —me reí disimuladamente. —lo siento me da risa, animal, es un lobo… ¿entiendes?

—Sí, lo entiendo. Pero nunca debes buscar problemas con un hombre lobo Clara, no es inteligente. Ya ves lo que pueden hacer. Pero ¿Qué les hiciste? —Hice mi mejor cara de indignada.

— ¿Qué te hace pensar que les hice algo?

—No te atacarían si no.

—Bueno…esta mañana en el bar, fue con un amigo a desayunar, y el estaba hay atendiéndonos, se me quedaba viendo fijamente, eso me exaspera. Luego que nos sirviera, fuimos a comer y me seguía mirando, es decir es un poco incomodo comer cuando alguien te mira tanto. Me molesto y le digo a mi amigo que me iré, pero el muy imbécil me lanza una bebida, pero la esquive y no me mojo, y cuando me voy susurra zorra. Le escuche, y todos, lo sé. Me moleste y…—Puse mi cara en mis manos, avergonzada.

— ¿Y tú que…? —me alienta Zec.

—Le pegue la cabeza a la barra continuas veces. —suelto. El me mira con la boca abierta.

— Cómo… eres humana Clara, eso es imposible…—Antes que pueda seguir lo interrumpo.

—Soy un Vampiro Zec. —El abre la boca y la vuelve a cerrar. Me mira implacable, serio. No dice nada, solo me mira. —Ok, joder. No me mires así, bastante bicho raro ya me siento. —Digo exasperada. El mira al frente, y luego a sus manos. Por largos minutos no nos decimos nada. Eso me pone inquieta. Me remuevo en mi asiento muchas veces antes que él diga una palabra.

—Asique eres uno de ellos.

—No entiendo.

— ¿Qué no entiendes? —dice secamente. Me quedo impresionada por su tono de voz.

—Tu actitud. Te estoy diciendo que 6 malditas ebstias me persiguieron, me golpearon y uno me mordió el hombro, para luego correr y caerme en una cascada, y casi ahogarme y vagar por el bosque horas ¿tendrás compasión por esos? Y ¿no por mí? —suelto molesta. El no dice nada. Me mira fijo, como si fuera un Rubik. Odio que me miren así. —No importa. Olvídalo. Te hare olvidar y se acabo esto. Pero me las van a pagar—susurro.

—No. —el suelta, lo mire incrédula.

— ¿No qué?

—Te mataran si vas a buscarlos.

Delirio [SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora