Capitulo 9

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Al llegar estoy jodidamente tarde —otra vez— hoy tocaba historia con el Sr. Jean. Corro los pasillos hasta llegar a su salón, observo por la ventanilla y para mi suerte el profesor no había empezado la clase, toco la puerta conteniendo un jadeo. El Sr. Jean abre la puerta del salón y me mira con sus profundos ojos negros.

—Llega muy tarde Srta. Lorgirteh —dice con su voz llena de reproche. Lo miro a los ojos y repito en mi cabeza: Estaba haciendo cosas importantes, disculpe la tardanza. Déjeme entrar y no me castigue. El profesor parpadeo y con resentimiento me dejo pasar — que no vuelva a suceder, tome asiento —habían dos asientos libres, uno al lado de Dimnus y otro al lado de Taylor, que el mismo acababa de desocupar. Ya saben, sin maltrato y eso. Suspire.  Mientras me iba a sentar al lado de Dimnus siento las miradas en mi, todo el salón, me miraba, y me miro hasta que me senté. Toda la clase la pase incomoda. Miradas furtivas y personas murmuraban sobre mi ¿Qué hice, ahora? Estresada por toda esta mierda decidí hablarle —y pisotear mi orgullo unos minutos—a Dimnus.

— ¿Por qué todos me miran? —le susurro. El se vuelve hacia mí, sorprendido de que le hablara.

—Por tu cara ¿Qué te paso allí de todos modos? —me susurra de vuelta. Mierda y triple veces mierda. Me llevo mi mano a mi cara. La pelea con los hombres lobos. Respire con dificultad. ¿Cómo me habrán dejado? Seguro que estoy de la mierda. ¿Cómo explicare esto sin meterme en un lio o revelar que paso en realidad? Cada día esta mierda se hace más difícil. Ocultar que soy y eso que no llevo ni una semana siendo —oficialmente— un vampiro y ya me pelee con una manada de Hombres Lobos. Soy jodidamente terca, agresiva y me prendo fácil, como una cerilla y para apagarme, tienen que echarme a un rio. Lo miro sin expresión, cuando el Sr. Jean me ayuda a salvarme de contestar, el dice:

—Ahora, todos entréguenme sus informes—y allí ya no estaba frustrada, si no que, además perdí una evaluación. Puse mis manos en puños y las lleve fuertemente al pupitre. Podría llorar, reír o golpear a alguien. Estuve muy metida en mi papel Srta. Normal y en Srta. Vampiresa que no hice el informe con Dimnus, lo mire pidiendo disculpas con mis ojos pero él se estaba sentado ya, lo mire incrédula.

— ¿Entregaste el informe? —pregunte, el asintió — pero no lo hicimos.

—Mira, que tu no estés preocupada por tus notas, no quiere decir que otros, es decir, yo, no lo estén.

—Lo siento, estoy teniendo…problemas —logro decir. El me mira fijamente.

— ¿Problemas? ¿Qué clase de problemas? Me lo pudiste decir.

—No es algo que se pueda decir fácilmente, si me entiendes —podía sentir a Taylor mirando fijamente y esto, por primera vez, me hace pensar. Taylor y Lucas dijeron que son de mi misma especie. Es decir ¿También son Vampiros como yo y como Scott? Oh, Santa mierda. Lo mire y juro que pude ver en sus ojos un gran cartel con letras mayúscula que decía: PELIGRO. AQUÍ UN VAMPIRO MALO. Volví mi mirada bruscamente a Dimnus y solté el aire que no sabía que estaba conteniendo— lamento no habértelo dicho, pero ¿podemos hablar en otra parte? Este...salón me da…escalofríos —el miro a Taylor e inmediatamente aceptó, nos movimos hasta la puerta, antes de salir, le lance una mirada a Taylor. Una que se podía interpretar fácilmente como: ya-se-que-eres-no-me-engañas-mas.

Nos sentamos en un banco del Jardín del instituto, tenía un espejo en mi mano izquierda y con la derecha recorría los golpes notorios en mi cara. Maldije por lo bajo. Saque mi polvo y base y comencé a taparme los golpes como pude. Dimnus solo me miraba, sin decir nada. Descifrándome, como si fuera un  Rubik. Finalmente después de unos largos minutos el hablo:

—Así que ¿Qué te paso en la cara? —pregunto, baje la mirada. No sabía que decir, me negaba a mirarlo. A pesar de que el solo quiere utilizarme y no sé por qué, el me mira con preocupación y molesto. Pero ¿por qué molesto? No soy su novia, ni a amiga cercana llego— ¿Te duele? —susurro él mientras me acariciaba mi mejilla. Levante mi vista y sonreí ligeramente.

Delirio [SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora