Philip

Trente

¿Por qué no vine a visitarte ayer?

La respuesta es simple: Isabel.

Llegué al hospital más temprano de lo habitual y cuando iba a entrar a tu cuarto Joanne me detuvo.

―No entres, de verdad.

Ya debería haber aprendido que en ocasiones es mejor hacerle caso a tu hermana.

Ella estaba ahí, en una silla junto a tu cama, agarrando tu mano y acariciando tu cabello mientras te hablaba.

Creí que sólo yo hacía eso.

Salí enojado del lugar y mi amiga me siguió.

―¿Qué hace Isabel aquí? Ella ya tiene un novio por el que preocuparse.

No estoy muy seguro, pero creo que le grité.

―Richard...

―¿Qué, me vas a decir que me calme? Sé que no tengo ningún derecho a encelarme por Philip, no lo conocí ni le hablé, pero yo he venido todos los días y ella de repente se aparece.

Anne apartó la vista y entonces lo supe: Isabel llevaba mucho tiempo viniendo.

―¡No me lo dijiste!

―No quería que te enojaras y pensé que jamás te enterarías.

―Pues te tengo una noticia, sí me enteré y no de la mejor manera. Además, insisto en que ella siempre alardea de tener el mejor novio del mundo, ¿Qué hace aquí con Phil?

―Si te digo, ¿Prometes no decir algo como 'la historia se está repitiendo' o algo así?

Asentí, preparandome para lo que estaba por venir.

―Mi hermano es el novio que tanto menciona.

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Esta semana tengo muchísimas cosas que entregar, así que pensé en adelantarles el capítulo del miércoles para no preocuparme si no puedo subirlo.

No me maten, ni a Isabel.