Ayer en la tarde Joanne apareció en mi puerta para pedirme que la acompañara a un lugar.
Me subí a su camioneta y no le pregunté a donde íbamos porque no parecía muy feliz de conducir hasta allá.
Después de media hora paramos en una casa a las afueras de la ciudad, que más bien parecía estar en medio de la nada. Yo seguía sin saber que hacíamos ahí.
Anne se dio cuenta, de una u otra forma, de lo que pensaba y dijo:
―No te asustes, está era la casa de mi abuela.
Se bajó de su coche y tomó de mala gana el ramo de rosas que estaba en el asiento de atrás. Abrió la puerta del lugar y entró, yo la seguí. Caminó derecho por un pasillo hasta llegar al patio.
Ahí había una pequeña cruz de mármol en la que se leía el nombre de tu mamá.
―Cuando ella murió, papá dijo que era mejor cremarla que tenerla en una tumba bajo el suelo, así que eso hizo. Lanzó las cenizas por un pequeño risco a la primera oportunidad que tuvo, con todo y el envase en que venían, sin hacerlo algo simbólico. A la abuela le molestó que hiciera eso, así que construyó esto para poder honrarla.
―¿Las aventó así, sin más? No puedo creer que fuera tan mala persona para hacer eso, era su esposa.
Tu hermana miraba al frente con una actitud seria que muy pocas veces le había visto.
―Adela se lo merecía.
Había dicho Adela, no mamá.
―Papá fue una buena persona hasta el día en que ella murió: nos quería y cuidaba mucho, nunca nos gritaba y cumplía todos nuestros caprichos de niños pequeños. Mamá siempre fue muy distante con nosotros. A él le preocupaba que algo estuviera mal entre ellos así que le preguntó qué pasaba. Ella le respondió, descaradamente, que tenía a alguien más.
―No tienes que contarme esto...
―Ambos pelearon y ella agarró todas sus cosas y se fue alegando que estaba harta de todo eso, de lo lejos que había llegado 'ese amor de verano de película' que quería tener con mi padre en Francia. Él estaba destrozado, la amaba, lo vi llorar por varias horas seguidas hasta que llamaron a la casa para avisarle que Adela había sufrido un accidente y que no sobrevivió. Hubiera llorado más si no le hubieran dicho que no iba sola, sino con un hombre. Entonces se enojó.
―Joanne...
―Enfureció, esa mujer había sido tan mala con él y no se lo merecía. Entonces intento desquitarse con algo y para nuestra mala suerte Phil y yo estábamos justo en el medio. Yo me parezco mucho a mi padre, y eso me ayudó, pero mi hermano es la viva imagen de mamá. Hacerlo sufrir era como hacerle pagar todo a ella. Por eso era así con mi hermano, porque no soportaba que le recordara ese mal momento.
Estaba llorando y sabía que abrazarla no bastaría para calmarla.
―Vengo aquí por que le prometí a mi abuela seguir trayéndole flores a mamá cuando ella no pudiera, no porque yo quiera ser una buena hija.
Lanzó el ramo al piso con enojo y los pétalos se dispersaron.
―¿Sabes qué es lo peor, Rick?
―¿Qué?
―Mi hermanito no sabe nada de esto y terminó ahí, en esa cama, creyendo que papá lo odiaba porque no era lo suficientemente bueno, porque no era perfecto, cuando no es así.
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Philip
Short StoryRichard y Philip eran compañeros. Philip siempre se sentaba al fondo para que nadie lo notara. Richard solía mirarlo cuando él no se daba cuenta. Phil era serio y callado. Rick daría lo que fuera por verlo sonreír. Portada hecha por @Edito...