Desde aquella tarde en que al fin nos dejaron entrar vengo a visitarte todos los días.
Mamá dice que no es del todo sano, pero me gusta.
No es necesario decírtelo porque es demasiado obvio, pero a veces te platico cosas que recuerdo sobre ti.
Otras te leo uno o dos capítulos de los libros de tu autor favorito. He leído tanto a Verne que comienza a gustarme también a mí.
En ocasiones te pongo música:
Las cuatro estaciones de Vivaldi es la más frecuente, porque Joanne me dijo que era tu favorita.
O Five for fighting, porque sé que te recuerda a esa saga de libros sobre la Segunda Guerra Mundial con los que estuviste obsesionado mucho tiempo. Los únicos capaces de hacerte sonreír después de lo serio que te volviste.
A veces sólo me siento junto a ti y tomo tu mano deseando que despiertes en ese mismo momento, aunque sé que cuando eso pase te irás con Isabel y no conmigo.
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Philip
Short StoryRichard y Philip eran compañeros. Philip siempre se sentaba al fondo para que nadie lo notara. Richard solía mirarlo cuando él no se daba cuenta. Phil era serio y callado. Rick daría lo que fuera por verlo sonreír. Portada hecha por @Edito...