Cuando llegó a mi casa, tu hermana estaba hecha un manojo de nervios, miedo y lágrimas.
Mi mamá se ofreció a ayudarle a tu tía en la búsqueda, con su carro, mientras nosotros nos íbamos en el de Joanne.
Quería conducir ella pero obviamente no la dejé por el estado en que se encontraba, así que yo tomé el volante.
Fuimos a los lugares que más te gustaban, pero no estabas en ninguno de ellos. Con cada nuevo sitio en el que no te encontrábamos, Anne se alteraba más y más.
Ya había comenzado a sacudir su pie frenéticamente y a enterrarse las uñas en las palmas de las manos. Eso no era buena señal.
―Mi hermano no ha tenido una vida fácil, eso lo sé, pero creí que era lo suficientemente fuerte para soportarlo, que no recurriría a esto.
―No conozco a Philip tanto como quisiera, pero hasta yo sé que eso es muy extremista para él.
―¿Entonces?
―Tal vez malinterpretamos la nota y cuando decía que iría con su mamá se refería a visitar su tumba.
―Nosotros no la enterramos.
Antes de que pudiera hacerle la pregunta que rondaba mi mente, continuó:
―Pero entiendo lo que quieres decir. Si mi hermano quería ir con mamá, sé donde está. Ve por la carretera y yo te diré el resto del camino.
Hice lo que me dijo.
Hacía un rato que había comenzado a llover y el camino se ponía muy resbaloso por esos lugares, llenos de curvas demasiado peligrosas.
―La lluvia no deja ver bien, él no sabe conducir y estas curvas harían chocar hasta el conductor más experto. Tengo miedo.
―Calmate y deja de sacudir tanto el carro que de lo contrario seremos nosotros los que nos estampemos.
No dijo nada más, seguimos avanzando por donde me indicó hasta que encontramos demasiadas patrullas que impedían el paso. Me estacioné y ambos bajamos para ver de que se trataba.
Había mucha gente alrededor y le preguntamos a alguien que ocurrió, solo respondió:
―Alguien dio mal una vuelta y se salió del caminó. Rodó hasta el final de la ladera.
Nos asomamos lo más que pudimos para ver el carro accidentado.
Cuando logramos divisar algo, Joanne ahogó un grito y yo sentí como todo se volvía a cámara lenta.
El automóvil que había caído era la camioneta de tu tía.
La que tú estabas manejando.
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Philip
Short StoryRichard y Philip eran compañeros. Philip siempre se sentaba al fondo para que nadie lo notara. Richard solía mirarlo cuando él no se daba cuenta. Phil era serio y callado. Rick daría lo que fuera por verlo sonreír. Portada hecha por @Edito...