Philip

Quarante-sept

Tu hermana me pidió que le ayudara a limpiar un poco la casa de su abuela.

No quería, pero fui de todas formas.

El lugar da un poco de miedo con lo abandonada que esta, pero me armé de valor y me ofrecí a limpiar el segundo piso mientras ella se encargaba del primero.

Entré a una habitación que estaba cubierta de polvo y repleta de telarañas.

Recogí algunas cosas tiradas en el piso, sacudí un poco y, cuando estaba a punto de irme, descubrí una maleta que desentonaba con todo lo del cuarto.

Era de un azul muy bonito y tenía una etiqueta que decía Philip. Dudé si debía abrirla o no, pero al final lo hice y encontré ropa, zapatos y otras cosas que te llevarías a un viaje.

No se veía muy vieja, así que seguro estaba aquí desde el año pasado o quizá un poco más.

Había también una carpeta con documentos.

¿Para qué eran?

―Joanne, ven, creo que encontré algo que te interesará.