Capítulo 16

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-Harry... ¿qué pasa?-pregunté sorprendida.

-Quería hablar contigo.

-Y yo quiero evitar hablar sobre lo que sucedió.

-No, no es sobre ese tema.-rodó los ojos

-¿Entonces?-me crucé de brazos

-Quiero hacerte una propuesta, nos beneficia a ambos.

-¿Cuál?-

-Sé que tienes muchos problemas en álgebra, y yo no sé absolutamente nada de francés.

-Bueno, no te voy a negar que tengo problemas pero... un momento, ¿cómo sabes que tengo problemas en álgebra?-

-Por los gestos que hacías, cualquiera se da cuenta.-

-¿Y cómo sabes eso?, ¿me veías?- me acerqué lentamente a él.

-No...- empezó a acomodarse sus castaños y alborotados rulos.

-¿No?-

-¿Vas a seguir escuchándome o sólo me interrogarás?- dijo con desesperación.

-Está bien, te escucho.

-Qué te parece si tú me ayudas en francés, mientras yo te ayudo en álgebra, los dos aprobamos y todos contentos.-una oferta muy tentadora...

-No lo sé...tengo que pensarlo.

-Bien, ¿me avisas mañana?-

-Claro, adiós.-di media vuelta y me fui.

¿Qué tal si aceptaba?, no tendría problemas en álgebra, pero eso significaba que tendría que estar a solas con él.

Llegué a casa y sólo subí a mi cuarto, quería estar sola, tenía que pensar; aclarar mi mente. Por suerte no tenía a nadie que me moleste, mis padres trabajaban casi todo el día y sólo estaban las de limpieza. Tenía miedo de llamarle Charlotte, ¿qué tal si aún estaba molesta?... pero... que tal si no... tenía que intentarlo. Tomé el teléfono y marqué su número.

-¿Hola?-

-Hola Charlotte, soy ____, ¿podríamos salir en media hora?, quiero hablar contigo.

-Emmm... claro, voy a tu casa en media hora.

-Bien, adiós.- colgué. La escuche incómoda, seguramente fue lo que pasó en la escuela.

Esperé a Charlotte mientras me distraía viendo tonterías en el computador. Minutos después una de las chicas de limpieza me avisó que ella había llegado, bajé las escaleras y estaba en el sofá.

-Charlotte...-

-____....-

-¿Vamos?-

-Sí- se levantó, tomé mi bolso y nos fuimos a una cafetería que estaba en el centro de Manhattan.

Nos sentamos en una mesa y empecé a platicarle lo que Harry me dijo y todo lo que pasó en el teatro.

-Wow... que intenso.- dijo Charlotte.

-Ni me lo digas... no sé qué hacer.-

-Dile que sí, lo tendrás sólo para ti.- Levantó su delgada ceja pícaramente.

-¡No lo quiero para eso, Charlotte!- mis mejillas se tornaron rosas.

-Bueno... para lo que sea, el caso es que iré a tus clases particulares con él.- las dos empezamos a reír.

De repente llegó un mesero con los cafés que habíamos pedido.

-Perdón por el retraso, tenemos muchos clientes.-el chico sonrió.

-No te preocupes, y gracias....- estaba buscando su tarjeta de nombre. –... Niall.- le sonreí.

-De nada.- se fue.

-Mmm... lindo chico...- dijo Charlotte. Inmediatamente rodé los ojos con una sonrisa. –Bien, me callo.- y le dio un trago a su café.

Cuando terminamos con nuestras bebidas salimos del lugar, por alguna razón mi torpeza aparece y hace que golpeé a una persona lo que provoca que su café se derramara en su ropa. No me di cuenta quién era hasta que se puso completamente histérica.

-¡¿Qué te pasa, estúpida?!- era Jennifer, grandioso.  

Por Un AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora