Capítulo 17

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-¡¿Qué te pasa, estúpida?!- era Jennifer, grandioso.

-Lo siento, no te vi.-tal vez mi visión esté fallando, porque es extraño que no haya notado su asquerosa presencia.

-Claro que me viste, ¡lo hiciste a propósito!-hice un gesto de disgusto.

-Claro que no. Y aleja esa uña o te la parto a la mitad.

-No te atreverías.- entonces me acerqué a ella lentamente.

-¿Quieres ver que sí?- y rápidamente le tomé el dedo y le rompí la uña, ésta empezó a sangrar. Jennifer se quejaba con gritos de dolor, Charlotte y yo empezamos a reír.

-¡Son unas estúpidas! ¡Malditas perras, se van a arrepentir!- una lágrima salió de su ojo.

-Uy... qué miedo.- me burlé. De un momento a otro sentí un fuerte golpe en mi mejilla izquierda.

-¡A mi no me tocas, zorra!- le regresé el golpe aún más fuerte. Jennifer dio media vuelta y se fue muy enojada.

-¿Pero que se cree esa perra?- dijo Charlotte.

-Déjala, no creo que nos mate.

Salimos de la cafetería antes de que tuviéramos problemas con el gerente del lugar. Yo estaba como alma que lleva el diablo, esa maldita zorra me las pagará tarde o temprano. Al llegar a mi casa Charlotte se quedó a cenar, después de eso decidió regresar a casa y yo me fui a dormir.

**********

A la mañana siguiente desperté, me bañé y me arreglé para otro día agotador de escuela. Bajé las escaleras y mis padres estaban hablando, al ver que me encontraba en la habitación voltearon a verme.

-Buenos días.-tragué saliva.

-_____, hoy después de la escuela tendremos una cena con un inversionista y su familia.-dijo mi padre.

-¿Y ese es mi problema?-me encogí de hombros.

-Por supuesto, así que te arreglas para ir a una cena.-dijo mi madre.

-Iremos a cenar al mejor restaurante de todo New York.-miré a papá.

-Bien.-dije indiferente.

Salí caminado de casa. Hoy quería ir sola a la escuela, así que preferí pasar por alto el hecho de que debía ir por mis amigas. Al esperar a que el semáforo se pusiera en rojo, me di cuenta a un costado de mí estaba el chico que me atendió en la cafetería.

-Hola.-sonreí para fingir que lo recuerdo.

-Hola...-

-Niall.- empezó a reír.

-Cierto, Niall.

-Pero, yo no sé tu nombre.

-Soy ____.-

-Bueno. Hola ____- y me estrechó la mano.

-Y... ¿a dónde vas Niall?-

-A la cafetería-

-¿Acaso no estudias?-

-Preparatoria abierta.

-Ahh... Bueno, yo estudio en Stanford.-

-Lo noté, me han contado que las chicas de ahí tienen un mal temperamento.- mis ojos se abrieron como plato.

-¿Eso fue una ofensa o un alago?-

-Creo que las dos.

-¿Por qué lo dices?-

-Porque le rompiste la uña a esa chica ayer.- empecé a reír levemente al recordar ese momento.

-Ella me retó, a mí nadie me reta.

-Entonces mejor me alejo de ti.- empezamos a reír.

-Tranquilo, no te haré daño.- seguimos el camino, cuando ya casi llegaba a la escuela me despedí.

-Lo siento, es hora de que me vaya, adiós Niall.-

-No te preocupes, adiós ____- nos dimos un abrazo y me fui.

Entré a la escuela y de inmediato busqué a Emma y Charlotte. Las encontré en una mesa en el jardín trasero.

-¡Hola chicas!- me senté enfrente de ellas.

-Hola ____- me dijo Emma.

-¿ya no estás enojada?-

-Obviamente no... tranquila.- me dijo dulcemente.

¿Les ha pasado que pueden sentir cuando el peligro está cerca?, pues déjenme decirles que la señorita Jennifer se estaba acercando a nosotras con una maldita sonrisa falsa. No creo que salga algo bueno de todo ésto, pero si es necesario... le romperé otra uña.

Por Un AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora