Capítulo 21

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-¡____!, ¡Jennifer!, ¿qué les pasa?

Fue la pregunta más tonta que he escuchado en toda mi vida, ¡estamos peleando!, ¿acaso no es obvio?

-¡Harry, ayúdame... por favor!- le suplicó Charlotte. Harry tomó de mi brazo y Charlotte el de Jennifer y nos lograron separar. Jennifer golpeaba levemente a Charlotte para que la soltara.

-¡SUÉLTAME ESTÚPIDA!- le gritó a Charlotte.

-¡A ella no la llamas así!- le grité a Jennifer, traté de que Harry me soltara pero no lo logré.

-____, cálmate... no vale la pena.- Harry intentó calmarme pero yo seguía muy furiosa. Estaba a punto de decir algo, cuando llego la maestra de francés.

-¡¿PERO QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ?!

Todos corrieron a sus asientos como si nada hubiera pasado, pero Charlotte, Harry, Jennifer y yo nos quedamos de pie, creo que fue una manera muy obvia de suicidarnos.

-Maestra... nosotras...-la mano de la maestra haciendo seña de que parara hizo que cerrara mi boca.

-Suficiente. Las dos a la dirección, no quiero saber absolutamente nada.-salí del salón al igual que Jennifer.

Llegamos a la oficina y nos sentamos en las sillas que estaban enfrente del escritorio, las dos estábamos tan calmadas a comparación de lo que paso en el salón. Al ver los gestos del señor director... sabía que no le agradaba tenerme de nuevo en su oficina.

-Ésto es increíble. Señorita ____, su segunda vez aquí en mi oficina, es el colmo.-tenía mi cabeza agachada. – y usted... - volteo a ver a Jennifer.

-Lo lamento señor director.-su voz se tornó delicada y suave, una manera de verse débil... una muy falsa.

-En este momento no tengo tiempo de ver un castigo para ustedes, así que para que no vuelvan a cometer errores se irán a sus casas y tendrán falta en las ultimas clases, espero que eso sea suficiente para hacerles entender que aquí no se viene a jugar.- Eso dolió, por faltas bajaban puntos para el examen pero no quería empeorar las cosas así que preferí guardarme mis comentarios. –Bien... retírense.- Jennifer y yo nos levantamos y salimos de la oficina.

-Espero que estés contenta.

-¿Por qué estaría contenta sabiendo que van bajarme puntos del examen?

-Tú lo provocaste, por tu culpa yo...

Di media vuelta y la dejé con la palabra en la boca. Fui a mi casillero a dejar los libros de mis clases anteriores y tomé los libros de las clases a las cuales no asistí, debía estudiar los temas que se irán al diablo por el día de hoy.

-¿Cómo estás?-volteé y era Harry, su cara de preocupación me desanimó aún más.

-¿Qué haces aquí?, deberías estar en clases.- él sonrió.

-No me importan las clases, solo quería ver como estabas.-mis ojos sobresaltaron un poco, ésto no me lo esperaba.

-Estoy bien... sólo que...-bajé mi cabeza.

-¿Qué?

-Me duele el cabello.-rió por lo bajo y... tal vez los golpes afectaron mi cabeza pero al parecer... Harry me tomó de la mano.

-¿Por qué peleaban?- me pregunto mientras jugaba con mis dedos.

-Ella... comenzó a decir cosas que me hicieron enojar.- él sonrió. –pero no importa. Debo irme, el director me mando a casa.

-Wow... creo que fue un castigo severo.- bromeo. –tengo una mejor idea, ¿qué tal si te llevo a tu casa?- mi corazón empezó a latir demasiado rápido y una sonrisa se formó en mis labios.

-No creo que sea buena idea.-

-Oh, vamos, creo que algo de compañía siempre es bueno.-reí por lo bajo.

-Está bien, tú ganas.-tomó mi mano aún más fuerte y comenzamos a trotar fuera de la escuela. Por una extraña razón que yo no lograba comprender... fuimos al estacionamiento.

-¿Qué hacemos aquí?- le pregunté a Harry.

-Mi auto.-sacó unas llaves de su pantalón mientras con la otra sostenía mi mano, caminamos unos segundos por el estacionamiento, entonces hizo que sonara un "beb" de alguna parte, a unos metros se encontraba un elegante Bentley Continental GT.

-Qué lindo.-dije impresionada.

-Gracias.- abrió la puerta del copiloto. –entra.-me sonrió, le obedecí y entré. eEra muy elegante por dentro y por fuera, dio la vuelta y se sentó junto a mí. Sentí cómo el auto había encendido, pero Harry no hizo nada por comenzar a conducir.

-¿Qué pasa?-volteó hacia mí.

-Mi cabeza piensa en algo mejor, vamos a pasear por la ciudad... y luego vamos a tu casa, ¿qué te parece?- era una gran idea, así no me toparía con mi madre o con cualquiera de las chicas de limpieza en mi casa.

-Bien. Sólo porque no quiero explicarle nada a mis padres.-los dos reímos y salimos de la escuela.  

Por Un AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora