Estuvo evitando toparse con él toda la semana siguiente; ahí fue cuando noto lo cerca que Peeta Mellark siempre estuvo de ella, esa semana también descubrió que el edificio de leyes quedaba justo frente al de biología.
Lo estuvo observando desde que lo descubrió saliendo del invernadero de la universidad. Todos los días solía almorzar en las áreas verdes de la escuela, siempre tenía personas a su alrededor, pero la que más lo frecuentaba era una rubia rellenita de sonrisa fácil. Notó además, que siempre cargaba un cuadernillo con él, y que en sus tiempos libres le daba uso, quería creer que eran notas, o bocetos a lápiz, había demostrado tener talento con todo aquel taller repleto de pinturas hermosas.
Mirarlo de lejos no era igual a evitarlo, además, se dijo a sí misma, si no lo mirase, no sabría cómo evitarlo. Fue así que se gravo su rutina pasadas dos semanas.
-¿Crees que él lo note?- le pregunto Finnick Odair una tarde en el invernadero.
-No sé de qué me estás hablando-.
-Oh, Kat. Cariño, a mí no me mientas, has estado observando al rubio rizado desde el martes-.
-No es tu problema Finnick-.
-No, pero, si me permites decirte algo...-
-No. Te. Metas –le dijo con tono de amenaza antes de marcharse.
Finnick Odair estudiaba biología marina, ese era su último año en la Universidad. Pero se habían hecho cercanos meses después de que ella ingresara a la institución. Él era practicante con su profesor de fisiología y, aunque al principio desconfiaban el uno del otro, todo eso cambio cuando entablaron una forzada conversación y notaron que tenían varias cosas en común.
Madge daba brincos cada vez que estando con Katniss, el muchacho Odair las saludaba con un sonoro beso en la mejilla a cada una. La pelinegra solo rodaba los ojos y escuchaba hablar a su amiga del chico por un rato, después, la emoción desaparecía y regresaba a ser la misma de siempre. Pero no era para menos, ese parecía ser el efecto de Finnick en todos; todos le amaban.
[...]
No pudo dejar de pensar en ella los días siguientes, claro que eso era más que normal, pero esa última semana se sentía estupendamente. Delly no paraba de hablar de lo loco que estaba por ella y de cómo era que se le notaba a kilómetros.
Fue al invernadero como todas las semanas y se sintió tan inspirado que había logrado capturar a la perfección una cactácea con una flor de colores vibrantes.
CLASE DE HISTORIA Y TU NO APARECES. GUAPO, TENDRAS PROBLEMAS.
El mensaje de su amiga lo regreso al mundo real, guardo todo su material y se encamino al edificio de enfrente. Le gustaba su carrera, de no ser así ya no estaría ahí; su madre la había escogido y se había encargado de que él entrara a la Universidad sin problemas, era algo normal, no tenía que sorprenderle, había hecho exactamente lo mismo con sus hermanos.
Si bien leyes no era lo que su corazón deseaba, supo ponerlo a su favor; cuando terminara la carrera, sería abogado en un bufet caritativo que se dedicaba a defender los derechos de los más necesitados. Cuando era más joven, y asistía al instituto, deseaba ser pintor, o chef, viajar por el mundo, conocer los distritos... Pero su madre no se lo permitiría a menos que acabara una "verdadera carrera".
"Peeta, no quiero verte morir de hambre solo por soñar tanto como solo tú sabes hacerlo." Le había dicho Greta cuando el rubio le hablo de la escuela de arte en el Capitolio. Así que para complacer a su madre, y no tener más problemas en casa, su padre le había regalado aquel taller en su cumpleaños 17, con el fin de que no volviera a repetir sus liberales ideas frente a su madre.
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Spot me... [Encuéntrame]
FanfictionNo necesitaba encontrarla, estaba justo delante de el. No necesitaba encontrarlo, porque ahí estaba él. Simplemente necesitaban encontrar la manera de empezar. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Suzanne Collins.