Las noches eran largas
Cuando los días giraban alrededor de ti
-Dear John, Taylor Swift
Aquella noche caminaron en silencio tomados de la mano, al llegar a su casa, Prim la esperaba sentada en el escalón de la entrada con un montón de mantas en brazos, cuando los vio aparecer se puso de pie y la miro con los ojos llenos de lágrimas. Antes de poder preguntarle qué era lo que pasaba su hermana le mostro a un delgado gatito y empezó a hablar.
-Por favor Kat, por favor. Déjame conservarlo, prometo cuidarlo yo misma y que no te traerá problemas, pero déjame conservarlo –Katniss paso su mirada del gato a la rubia, sabía que Primrose tenía un corazón muy piadoso, que se echaría a llorar si le pedía que se decidiera del animal –Si dices que no, si es un no, entonces solo déjame curarlo y alimentarlo unas semanas, hasta que esté mejor y le pueda encontrar una casa y...-pero Prim ya estaba llorando mientras acariciaba la cabeza del minino y aferraba su cuerpecito a su pecho.
-Prim...-.
-Será un gato muy lindo cuando crezca- opinó Peeta mirando a su novia. De un momento a otro, Katniss estaba siendo atacada por ambas miradas azules, y ambas le rogaban para que aceptara.
-No puedes hacer eso –se cruzó de brazos con el ceño fruncido.
-Oh, vamos Kat, prometo ayudar a Prim a cuidarlo –dijo Peeta pasando una mano por la cabecita del animal. Después se acercó al rostro de su novia y le planto un beso en la mejilla, cosa que Primrose repitió.
-Está bien, pero si da problemas ustedes dos, par de chantajistas, se desharán de él –les sentenció la pelinegra mientras entraba a la casa, escuchó como su hermana gritaba y el chico del pan reía.
Le habían invitado a cenar, y había aceptado con gusto; mientras comían, había ayudado a Prim con el nombre de su nueva mascota, y, después del debate, ella había decidido llamarle Buttercup.
Se había ofrecido a secar los platos mientras la madre de Katniss lavaba, ambas habían renegado, pero Peeta fue tan insistente que terminaron por ceder. Además, esa era una buena oportunidad para hablar con Rebeca Everdeen sin que Kat estuviera presente, pues ayudaba a su hermana con las tareas del colegio en el recibidor.
-Señora Everdeen, -la mujer le dedico una mirada, sin dejar de trabajar –quiero que sepa que... amo a su hija, estoy seguro de eso. Y ante todo la respeto a ella y a usted, es por eso que me gustaría tener, ya sabe, su aprobación en nuestra relación –no era exactamente como lo había imaginado, pero aquello funcionaria.
-Peeta, no necesitas mi permiso para hacerla feliz, porque eso es lo que más deseo para ella –miró a sus hijas desde la puerta de la cocina –La vida no ha sido nada fácil para ella, sé que puede llegar a ser difícil, pero el amor no es sencillo, y Katniss es muy testaruda. Pero estoy segura de que sabrás manejarlo –le regaló una sonrisa antes de arrebatarle el trapo y enviarlo con las chicas.
[...]
Sabía por su rubio amigo que las cosas entre él y Katniss estaban bien, pero aún no se sentía del todo bien para hablar con ella, o Gale, o quien sea. Los últimos dos días no había ni siquiera entrado al campus, se dedicaba a dar vueltas por la ciudad, comprar galletas y dar de comer a las palomas.
Gale la había llamado demasiadas veces, Peeta le había pedido que le contara todo, pero no estaba de humor; Katniss no había dicho nada más al respecto, parecía que Peeta la había devuelto a su burbuja. Y Delly seguía empeñándose en hacerla sentir mejor. Pero no quería sentirse mejor, no quería que nadie supiera lo estúpidamente rápido que había caído enamorada de aquel hombre.
[...]
-Katniss...- le azotó la puerta en la cara, pero eso no lo detuvo -¡Katniss, por favor! –imploraba su amigo del otro lado de la puerta.
-¡Ni si quiera lo intentes Gale! ¡No quiero tus explicaciones! –ya bastante tenía con soportar la tristesa que parecía rodear a su rubia amiga, como para sumar a eso mucha más carga de culpa.
-¡Maldita sea, abre! ¡No quiero explicarte nada, es sobre Madge! –dijo el chico y eso logro captar su atención, hacía días que no la veía, y empezaba a preocuparse.
-Todo esto es sobre ella- le dijo una vez que había soltado el seguro de la puerta.
-Catnip. Esto es distinto- pudo ver la preocupación en el rostro de su amigo, así que lo dejo pasar y él, sin ninguna consideración, se dejó caer en el sofá, donde se encontraban todas sus notas de clase.
-¿Qué pasa con ella?-.
-No sé dónde está, y...-.
-Te lo tienes bien merecido, por ser un idiota... -lo cortó a mitad de la frase bastante molesta.
-¡Está embarazada!- le soltó la bomba –Katniss, esta... ella esta... y no sé dónde diablos se encuentre, no contesta, no está en su casa. Es como si la tierra se la hubiera tragado –ahora encajaban todas las piezas.
-Gale, yo... -¿Cómo podía tranquilizarlo? Conocía a Madge, pero también conocía a la madre de ésta, y conocía que había daños en el corazón que no se reparaban tan fácilmente, cosas que podían nublar el juicio.
Temió instantáneamente que su amiga hubiera hecho alguna locura.
-Por favor, si sabes dónde está, dímelo –repitió en tono suplicante Gale.
Estuvieron en silencio unos minutos.
-¿Has arreglado las cosas con tu novio? –no sonaba tan molesto.
-Creí que lo odiabas-susurró Katniss.
-Resulta difícil odiar a alguien como él, ¿sabes? –su amigo le dio un empujoncito en el hombro.
-Claro que lo sé. Todos le quieren, hasta ese tonto gato que Prim ha traído a casa –resongó.
-¿Por qué no me entere de que salías con alguien, Catnip? –comento después de otro silencio.
-La misma pregunta –dijo ella con algo de gracia.
-Con Madge es... complicado.... Su familia es tan rica, y ella tan, fuera de mi alcance, supongo. Su padre querrá que se case con uno de esos hombres forrados de dinero que suelen acompañarlo al club de campo y que ella tenga lindos bebes con rulos rubios y una casa enorme –le parecía raro ver a Gale hablar de algo así, siempre supo que deseaba formar una familia, pero, por tonto que pareciera ella también se había visto a su lado más adelante; claro que eso era antes de la universidad, cuando todas en el instituto estaban locas por su mejor amigo y ella parecía ser a la única chica que tomaba realmente en serio.
-El padre de Madge podrá ser tan rico como sea, pero a mí me parece que lo único que quiere es verla realmente feliz –y de eso estaba totalmente segura.
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Hola mundo!!!
Feliz año, y feliz Navidad (muy, muy atrasada) jejeje
Siento mucho, mucho haberme desaparecido pero he regresado (por el momento). Así que espero que les guste este nuevo capítulo, me gustaría que me dejaran en los comentarios que tal les esta pareciendo la historia o si ven algún error. Saben que ustedes son lo que me hace seguir escribiendo.
Besos :)
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Spot me... [Encuéntrame]
FanfictionNo necesitaba encontrarla, estaba justo delante de el. No necesitaba encontrarlo, porque ahí estaba él. Simplemente necesitaban encontrar la manera de empezar. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Suzanne Collins.