Quiero tomarme de la meno contigo, quiero estar cerca de ti.
-Talk me down, Troye Sivan
En menos de una hora había hablado con Peeta más de lo que lo había hecho con cualquier otro hombre; habían hablado de sus gustos y en que empleaban su tiempo libre, él le había contado algunas anécdotas de su niñez y, descubrió que tenía dos hermanos mayores y un sobrino de dos años de edad. Era sencillo seguirle la conversación y mucho más sencillo mirarlo hablar de las cosas que realmente amaba, como la pintura o la repostería.
Jamás había sonreído como una tonta por tanto tiempo, a no ser que hacerlo viendo los álbumes familiares fuera un ejemplo, un amargo ejemplo que le recordaba que su padre no estaba ahí y que lo único que le recordaba que él había existido eran aquellas fotografías.
El camino de regreso fue tan cómodo al parecer de Katniss, era como si llevaran toda una vida haciendo eso, solo caminar y caminar, siempre en la misma dirección. No se sentía sola a pesar de la poca gente que se toparon, no se sentía desconfiada de la oscuridad de las calles; se sentía segura solo con el hecho de estar a su lado, y eso, posiblemente era muy malo.
-Me gusta como se ve el cielo aquí –Él la miro con una sonrisa, -Quiero decir, las estrellas se pueden apreciar bien desde aquí- explico Katniss levantando la mirada para contemplar la oscura belleza nocturna.
-Siempre he creído que las estrellas se ven mejor en la playa- respondió Peeta, entrelazando delicadamente su dedo índice con el de la chica.
Ese pequeño gesto, tan enternecedor, acelero el pulso de Kat en menos de dos segundos.
-No he conocido la playa aún –susurró apenada, intentando no pensar en lo cálida que se sentía su piel tan seca de la suya.
-Podríamos ir, algún día... quiero decir, al Distrito 4, te gustará-.
Aquello sonaba a un futuro, algo de lo que ella no estaba muy segura, esa apenas era su primera cita, en todos los sentidos. Era la primera vez que se permitía sentir algo por alguien fuera de su familia, o de los Hawthorne, y también era la primera vez que salía con un chico en un plan romántico.
-Quizás-.
Otra vez estaban mirándose frente a la casa de la pelinegra, pero ahora no hacía frio, ahora era ella misma, sin el vestido de Madge.
"Las personas te van a querer por lo que eres Katy". Eran las palabras que le había dicho su padre una vez, cuando tenía 6 años y había arruinado el maquillaje de su madre (su antigua madre, la que reía y paseaba por la casa con una recién nacida Prim), mientras le tallaba todos esos polvos con aroma a flores en el baño a una pequeña ella.
A Peeta parecía interesarle aunque no llevase el vestido y el cabello tan bien como la otra noche, tal vez, si su padre estuviera ahí, habría dicho que parecía un buen chico, su madre ya había dicho que era lindo, pero seguramente su padre pensaría otra cosa además de eso.
Su padre...
-Puedes venir al taller el lunes, después de la escuela, con Madge –le propuso muy alegre.
-Tengo trabajo, Peeta- se lamento ella.
-Oh, bien, supongo que será en otra ocasión –de nuevo la desilusión abordo su mirada azul.
-Otro día –afirmo Katniss, mientras escaneaba su casa por afuera, no se veía movimiento ni en la puerta ni en las ventanas, no había audiencia.
-Claro- replicó él un poco esperanzado –Buenas noches- dijo al dejarle un beso en la mejilla de la chica, que se volvió para mirarlo asombrada. Esta vez fue ella que vio como se marchaba mientras se quedaba parada en la entrada de su casa y se acariciaba inconscientemente el rostro en el punto afectado.
[...]
-¿Saliste con él?- el grito chillón de Delly le tomo desprevenida en el almuerzo, ambas rubias se sentaron frente a ella, con la mirada inquisitiva, se sentía como una acusada en juicio y se dejó hundir un poco en su asiento.
-Madge Undersee. Al parecer no puedes mantel la boca cerrada –la reprendió su amiga, pero ella solo encogió los hombros.
-Es solo Delly, tenía derecho a saberlo- contesnto sin darle tanta importancia.
-¡Soy su amiga!- volvió a gritar –De ambos- dijo mirando más allá de Katniss y cruzando los brazos, definitivamente era todo un suceso verla con el ceño fruncido.
Peeta se sentó a lado de la pelinegra, y junto a él vino Johanna, quien también los acompaño en la mesa aquella mañana.
-¿Qué pasa?- pregunto cuando todas lo miraron.
-Son malos amigos- dijo Delly con la misma postura que antes.
-Vaya, las has hecho enojar bombón- comento Jo riendo. Katniss la miro expectante, preguntándose quien le había dado el permiso de llamar así al chico del pan.
-¿Ahora qué...?- pero Peeta fue interrumpido.
-¡Tuvieron una cita!- al fin había hecho estallar a la rubia.
Madge y Johanna la miraron con los ojos muy abiertos; los otros dos no dijeron nada, pero todos escucharon a Delly quejarse por un rato sobre lo desconsiderados que eran ambos y sobre que si se hubiera tratado de ella, si los habría tomado en cuenta para algo tan importante como eso.
-Solo ha sido una vez- dijo Katniss después de no poder seguir soportando aquella voz tan aguda que salía de la garganta de la chica.
-Delly, no era mi intención hacerte sentir mal, pero todo fue tan apresurado- aportó el rubio con un tono cariñoso.
-No te sientas ofendida, yo me acabo de enterar también –había dicho despreocupadamente Johanna –Pero, Dell's, yo, a diferencia tuya, preferiría vivir sin los detalles de las noches locas del pequeño Peeta y la descerebrada – codeo al chico a su lado, mientras Katniss seguía rígida y sonrojada en su asiento al otro extremo de la mesa.
-¡Jo!- le grito el chico mirándola reprobatoriamente, la muchacha se puso de pie.
-Piensa lo que quieras panadero- dijo antes de retirarse, y dejar la mesa sumida en un incómodo silencio.
[...]
No esperaba más de Peeta, desde que lo conocía había estado enterada que estaba perdidamente enamorado de alguien; sí, era sorprendente que se tratase de Katniss Everdeen, pero eso era cosa suya.
Debió de suponerlo cuando empezó a ir al vivero más de lo normal, cuando dejo de verlo en clase y empezó a cambiar su horario para que encajara con el de la pelinegra, pero era reacia a creer que aquello era más que una amistad... ahora sabía por qué su amigo no había asistido a la fiesta del viernes y por qué se veía tan contento el domingo cuando lo visito en el taller, con la esperanza de levantarle el mal animo que había tenido toda la semana pasada, lo cual, estaba segura, también era obra de Kat.
Se frotó los brazos y suspiro. No era su problema, Mellark podía entregarle su corazón a quien gustase; pero no podía evitar sentirse un poquito mal, porque no era ella. Otra vez, él no había sido el indicado, otra vez, esperaría sola por un tiempo más.
-¿Todo bien?- dijo una voz frente a ella. Su cabello era corto y resplandecía como el cobre a la luz del sol, la miraba fijamente con las cejas levemente juntas y los labios en una línea recta, era guapo, muy guapo. No lo había visto venir... de nuevo -¿Estas perdida? Esta es la facultad de Biología, solo dime que estás buscando y te puedo ayudar a encontrar el lugar al que desees llegar –su voz tenía un toque divertido y coqueto.
¿Cómo es que nunca antes se había topado con él en todo el campus, o en alguna fiesta?
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Volví.
Siento la demora TnT pero tuve problemas con mi computadora y estoy por regresar a la escuela, así que tenía mucha presión y cosas que hacer.
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Spot me... [Encuéntrame]
FanfictionNo necesitaba encontrarla, estaba justo delante de el. No necesitaba encontrarlo, porque ahí estaba él. Simplemente necesitaban encontrar la manera de empezar. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Suzanne Collins.