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  Y nunca me importó ir por mi cuenta

Entonces algo se rompió dentro de mí y quise ir a casa

Para estar donde tú estás  

-Wish That You Were Here, Florence + The Machine


ENTONCES... ¿VENDRÁS ESTA NOCHE?

CENA IMPORTANTE, SERÁ EN OTRA OCACIÓN

Le había invitado a esa cena una semana atrás, y desde entonces se negaba, no podía abandonar a Katniss por pasar el día con alguien más. Se rindió al mismo tiempo que detenía su auto frente a la librería.

La vio salir con un muffin en la mano y un sobre blanco con el logo del lugar, regalos de Portia, supuso.

-No tenías que venir por mí- le dijo a su amiga cuando entro en auto.

-Es tu cumpleaños, no te dejaría ir a pie-.

-Lindo detalle- dijo a forma de agradecimiento.

[...]

-Oh- fuel lo único que pudo decir cuando entró a su casa y vio a todos ahí.

Su pequeña familia, los Hawthorne, Peeta, Finnick con Johanna colgada de su brazo, Delly dando brinquitos con una cámara en las manos y Madge detrás de ella. Jamás, nadie, había hecho algo así por ella. Sus antiguos cumpleaños se basaban en una pequeña cena con la familia de su mejor amigo y tal vez tarta, sin serpentinas, globos y, color; pero, ahora que lo notaba, no veía a Gale por ninguna parte.

-¡Sorpresa!- dijo Prim siendo secundada por los demás.

Se quedó sin palabras, justo en la puerta. Peeta fue el primero en acercarse a ella.

-¿No te gusta?-

-¿Tú... tú has hecho esto?-

-Bueno, todos ayudaron. Si no te sientes cómoda puedo pedirles que...- pero ella estaba aferrada a él en un fuerte abrazo asfixiante. El rubio, que había comenzado a entender mejor como era que Katniss se expresaba, supo que aquel abrazo era equivalente a un "Gracias" de la morena.

Las cosas empezaron de maravilla, luego de preguntarle a Hazell por su hijo mayor sin recibir respuesta; su madre sirvió una cena deliciosa y Primrose se encargó de juntar los presentes en la mesita de centro, fue ahí cuando se notó la presencia de Haymitch, medio recostado en el sofá.

-Un año más, preciosa- le felicito alzando la pequeña botella con alcohol. La había llamado de esa manera desde que había empezado a verla con Peeta, quien había dicho que el hombre no era tan malo como aparentaba, pero Katniss tenía una opinión distinta. Peeta podía ser muy bondadoso a veces, y otras, demasiado fácil de manipular.

-Hola a ti también-

-No vi necesario traerte un obsequio. Creo que el chico ya es suficiente-

-¿Peeta?-

-Quien si no- confirmó irguiéndose en su asiento –A veces, creo que es más de lo que mereces- sus miradas se conectaron, ella jamás había temido de alguien, menos alguien como él, pero esas palabras, dieron en el punto correcto, le helaron la sangre y le provocaron un malestar en el pecho. Era consciente de eso, de que posiblemente se lastimarían mutuamente, pero hasta entonces, había aprendido a ignorarlo. Haymitch se retiró y después de unos minutos todos estaban sentados a la mesa.

Spot me... [Encuéntrame]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora