Capítulo 4

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Narrador externo,
perspectiva de Annie

Caminaba por los pasillos junto con Delly, se encontraba algo seria, su amiga la miro mas de una vez, y esa misma cantidad le preguntaba si se encontraba bien, las respuestas eran las mismas un simple "aja" o "nada, estoy bien" nada de eso convencía a su amiga. Ambas iban dando vuelta por el pasillo cuando de la nada Annie se tenso y retrocedió varios pasos, Delly observo como ella se recargaba en la pared, su expresión la asusto un poco, parecía como si de un momento a otro esta se fuera desmayar. Delly se adelanto un poco para ver que era aquello que había asustado a su amiga, cuando localizo el punto, simplemente soltó un bufido.

-No puedo creer que te asustaras por eso. -Le dijo su amiga entre molesta y divertida-Solo es un chico.

Delly, sabes que no es solo un chico. -Respondió la pobre Annie aun con su semblante tenso. - Es...es especial ¿me entiendes? -Preguntó dejándose caer en el suelo.

-Eso lo noto amiga, pero escondiéndote no lograras nada. - Se agacho para quedar a la altura de Annie. -Mira, la verdad no se que es lo que te preocupa, sabes que Finnick es un buen tipo, es amable, educado, inteligente, protector con su familia y sobretodo, es tu amigo, quiero decir, has pasado por el reto mas difícil, que es ser amiga del chico que te gusta, muchas de nosotras ni siquiera tenemos las agallas de hacerlo por miedo a que este no nos hable ¿A ti que te detiene?

-Precisamente porque es mi amigo, no quiero arruinar las cosas ¿Qué pasa si le digo que me gusta y el no siente nada por mi? ¿Cómo crees que me voy a sentir, Delly? -Preguntó, pero no espero a que su amiga le respondiera. -Me sentiría fatal, además toma en cuenta el hecho de que el es mayor que yo, Finnick debe pensar que soy como su hermanita pequeña o algo así, estoy mas que segura que solo me ve como eso.

-Amiga. - Delly le acaricio su cabello, a veces comprendía un poco a su amiga, también ella había sufrido uno que otro rechazo por parte de algunos chicos, no solo por ser una menor, ya que tanto Annie como Delly tenían eso en común, ambas tenían 16 años- y los chicos mayores podrían llegar a ser tan crueles, también era el hecho de tenia su pequeño problema de dislexia fonológica*, eso la hacia poco atractiva para algunos, a pesar de que físicamente lo era; su madre siempre le ovacionaba su larga y suave cabellera rojiza, al igual que a pesar de ser joven era alta, sus ojos eran de un gris claro poco común en las personas, su madre decía que había heredado los ojos de su bisabuela, y un lindo cuerpo, que a pesar de que le faltaban algunos años para que ella terminara de desarrollarse. Para Delly eso no era suficiente, ella creía que algún día encontraría a un chico que viera más haya de las apariencias y de su enfermedad, que la amaría con tanta intensidad, bueno, eso es lo que ella pensaba. -¿Entonces quieres dejar las cosas así?

-Eso creo- contesto Annie cabizbaja.

-No es porque quiera deprimirte más, pero...-se quedo callada pensando. -¿Te has puesto a pensar que al final de este año, él se ira a la universidad?

-¡Ni lo menciones! -Dijo tapándose la cara con ambas manos.

-Entonces... eso nos deja solo dos posibles respuestas- ella le mostro un dedo- La primera: Ser solo su amiga y verlo irse a la universidad donde puede que no lo veas en algún largo tiempo, guardándote esto que sientes donde posiblemente el te corresponda, y la segunda: Arriesgarte y decirle lo que sientes.

-No hay una tercera ¿verdad? -Agacho la mirada.

-Siento desilusionarte pero no la hay-soltó un suspiro mientras se levantaba -Bien, no dejemos que esto te deprima, tienes aun tiempo para decidir que hacer, así que, ponte a pensar en las posibilidades que te acabo de decir y tu misma encontraras la respuesta que necesitas. -Le tendió la mano a su amiga -Anda, vamos que es hora de ir a clases.

La Chica De La Bufanda Roja (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora