Let's Make A Pact Tonight 3a Temp.

Capítulo 15.

- Oye - papá y Tom continuaban hablando - Por qué antes Janna te ha apartado de esa manera? -

Supuse que Tom se encogió de hombros o algo porqué no respondió.

- Pero si el primer día hasta os pusistéis un mote y todo... -

- No tengo ni idea.. A lo mejor Bill le ha hablado mal de mi... -

- Por qué debería? - 

- No sé.. A lo mejor para evitar que le guste yo o no sé... No creo que pueda llegar a ser tan malo... - 

- Pero este chico es tonto! - Bill se exasperó y se levantó dándose un golpe en la cabeza.

- Shhhh! Nos van a oír, siéntante -  Bill se mordió la lengua para aguantarse el dolor y las ganas de matar a su hermano.

- Bueno, si la encuentras dile que nos vamos a ir dentro de poco -

- Vale, David - 

- Vale, ya está ya puedes gritar lo que quieras. No hay nadie - dije yo.

- Dios estoy flipando mucho! - 

- Bill! Tu mismo me contaste de que sería capaz de hacer! -

- Pero tu has oído lo que le ha dicho? Ahora tu padre se piensa que soy un monstruo! - 

- Qué más da lo que piense él? Lo importante es que tu y yo sabemos que todo eso es mentira! -

- Cuando hables con tu padre intenta hacerme quedar bien... Almenos - 

- Está bien - me reí.

- De que te ríes? -

- De nada - me volvía a reír.

- Quien te entienda... - dijo Bill, que no aguantó más y también soltó una pequeña risa.

- Será mejor que salgamos y te vayas a mirar esa cabeza - 

- No pasa nada, estoy bien -

Bill salió el primero por las mismas escaleras por las que habíamos bajado y me ayudó. De repente apareció Tom. Bill, con toda la rabia contenida del mundo, se dirigió a él. Yo le cogí por el brazo evitando que hiciera algo.

- Dónde os habéis metido? -

- A ti qué te importa! - gritó Bill.

- Eh! Cálmate ratón! -

- Janna, estás aquí! Tenemos que irnos -

- Está bien... - me giré para despedirme de Bill y lo abracé - Adiós Bill! -

- Ya me contarás de que habéis hablado - me dijo al oído. Me separé de él y me fui con papá.

- Dónde están Georg y Gustav? - pregunté a papá para despedirme de ellos también.

- Oh, ya se han ido. Me han dicho que me despida de ti por ellos - 

- Está bién. Vámonos! - dije mientras me dirigía hacia la puerta.

- No te vas a despedir de Tom? - 

 - Adiós - dije sin muchos ánimos sin ni siquiera girarme.

(....)

- Qué demonios te pasa con Tom? - preguntó papá mientras conducía.

- No me cae bien - 

- Por qué? Ha pasado algo entre vostros? -

- No me cae bien y ya está. Me han dicho cosas - papá dejó ir un suspiro.

- Bill, verdad? -

- Sí -

- Y que te hace pensar que sean ciertas, esas cosas? -

- Pues porqué lo he visto con mis propios ojos y no me gusta lo que hace, simple -

- Qué ha hecho? -

- Nada papá, no lo entenderías... -

- Janna... -

- Nada joder! -

- Vale, tranquila! -

- Lo siento -

- Da igual... Cuando lleguemos a casa vamos a hablar... -

- De qué? -

- De Bill -

- Aun sigues con eso? No hay nada entre él y yo! -

- En casa lo hablamos -

- No voy a hablar de nada contigo -

- Tu misma... -

(...)

Cenamos el primer plato en silencio. Pero no aguantó hasta el segundo.

- No me gusta que pases tanto tiempo con Bill a solas... -

- Qué dices tanto? Solo hemos estado unos minutos -

- Ya me entiendes, os lleváis demasiado bien -

- Y eso te preocupa? -

- Si.. -

- Dios papá. Te lo he dicho un millón de veces y te lo repetiré las que haga falta no hay nada en- papá me interrumpió.

- Vamos Janna, se nota de lejos que los dos os gustáis -

- SOLO SOMOS AMIGOS! -

- De momento... -

- A demás, tengo 16 años. Creo que ya puedo tener amigos chicos, no crees? -

- Entiéndelo Janna. Eres mi hija, me preocupo -

- Deberías preocuparte si saliera con un macarra, no si hablo o dejo de hablar con Bill! -

- Pero Bill es famoso y poco a poco lo está siendo mundialmente. A la larga te haría daño -

- Antes que el cantante de Tokio Hotel, Bill es Bill Kaulitz. Y creo que tu ya deberías saber como es... -

- No deja de ser famoso. La fama cambia a la gente Janna. -

Suspiré.

- Ni siquiera se por qué estamos hablando de esto. Bill nunca se fijaría en mi. Nunca le gustaré. - eso era tan cierto como que me llamaba Janna. Él nunca se fijaría en mi. De miles de chicas que podría escoger nunca sería yo. Sé que me contradigo, pero es verdad. 

Ni siquiera prové el segundo plato y me fui a mi habitación.