Primera Impresión

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Luego del anuncio de las bandas que habían pasado la audición, y de que iniciara el proceso de selección para los alumnos que no pertenecían a una, siete jóvenes abandonaron el recinto. A ninguna le interesaba tener nuevos miembros en sus bandas. Estas chicas guardaban silencio, aunque no ocultaban las sonrisas de sus rostros. Una vez fuera de aquel sitio, Akira increpó a las integrantes de HTT, diciéndoles que su suerte estaba por terminar. Pero no pudo terminar de hablar, ya que Yui se abalanzó sobre ella para felicitarla con un abrazo por haber ingresado al club. Esta escena causó gracia tanto a Mio, Mugi y Ritsu como a las compañeras de banda de la joven Wada, aunque la chica de ojos ámbar dorado comentó que seguramente a Azusa no le hubiera gustado ver esa situación.

Al día siguiente, Mio enfrentaba un reto, para ella, mayor que la audición: su primer día de clases. Todas las integrantes de la banda habían elegido diferentes carreras, por lo que la pelinegra ahora estaba sola y eso la asustaba. Para tranquilizarse, pensaba en lo difícil que sería para Ritsu el no tener quien le ayudase con sus tareas, pero recordar lo fácil que la baterista hacía amigos no ayudaba. La bajista envidiaba esa "habilidad" de su mejor amiga, deseando ocasionalmente no ser tan tímida. Mientras pensaba en eso, veía a sus compañeros; algunos ya habían entablado relaciones amistosas entre ellos. Una imagen de ella misma vestida como una anarquista antisocial cruzó por su mente, asustándola. Con todas sus fuerzas, logró ahogar el grito que quería escaparse de su boca, lo último que quería era llamar la atención de esa forma tan vergonzosa.

—¿Te sientes bien? —preguntó un chico que estaba sentado al lado de ella. Mio se paralizó ante esta pregunta. Su esfuerzo por pasar desapercibida había sido en vano.

—S-s-sí, no te preocupes —logró articular la pelinegra, suspirando aliviada al notar que nadie más la observaba. Aun así, no se atrevía a establecer contacto visual con aquel que le hablaba.

—¿Segura? Estás pálida —insistió el joven.

—E-este es mi tono de piel.

—No es cierto. Cuando chocamos ayer tenías un tono más vivo. —Estas palabras tomaron por sorpresa a Mio, que giró a ver al dueño de esa voz, encontrándose, efectivamente, con el chico con el que había chocado el día anterior mientras iba en busca del club de música ligera, quien le ofreció una cálida sonrisa.

—No esperaba verte de nuevo, pero me alegra volverlo a hacer. —La sonrisa de aquel joven, de cabello castaño oscuro y ojos color miel, había hecho que la bajista se sintiera a gusto, a tal punto que dejó de tartamudear al hablarle.

—A mí igual. Tal parece que somos compañeros de facultad. Soy Satoru Koizumi; gusto en conocerte.

—Mio Akiyama, el gusto es mío. —Una sincera sonrisa iluminó el rostro de la pelinegra mientras decía esto.

Mientras tanto, Ritsu, tal como Mio supuso, ya había entablado amistad con algunos de sus compañeros de carrera, especialmente con Ayame Yoshida, la baterista de Onna Gumi. Ambas tenían personalidades similares, lo que facilitó bastante su acercamiento. Esto tranquilizó a la castaña, ya que, en caso de que ella flaqueara en el tema académico, podía pedirle ayuda a esa chica. Pero también había alguien que llamó su atención, pero no por buenos motivos. Esta persona tenía cara de pocos amigos y trataba mal a todo aquel que intentase entablar conversación con ella, especialmente si eran chicos. La chica de ojos ámbar dorado vio con rareza a esa joven y, dado que lo más probable era que fuese tratada de la misma forma que sus compañeros, decidió no arriesgarse.

Al mismo tiempo, Mugi era el centro de las miradas en su facultad. A pesar de vestir de forma casual, su aura de princesa delataba su estrato socio-económico, lo que le incomodaba. Extrañaba estar junto a sus amigas, especialmente junto a esa loca baterista que siempre invadía sus pensamientos. La rubia suspiró tratando de poner su mente en blanco y concentrarse en las indicaciones que el decano daba a los alumnos en ese instante.

Amigas Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora