Amigas Por Siempre

Temores

La semana de exámenes transcurrió pacíficamente, aunque no dejó de dar sorpresas. Yui obtuvo buenas notas en todo, lo que dejó un leve sinsabor a Akira, quien esperaba que la dueña de Guitah reprobara. Las restantes integrantes de Houkago Tea Time también aprobaron, aunque Ritsu fue quien sacó las calificaciones más bajas del grupo. La baterista tuvo que soportar dos regaños: el de Mio, que era de esperarse, y el de Mugi, quien amenazó con no darle más dulces si esa situación se repetía. Fujiko, tras cumplir su suspensión, también presentó los exámenes, aprobándolos para su suerte. Esto la hizo feliz, ya que no tendría problemas con su familia.

Ese fin de semana, HTT, Onna Gumi, Satoru, Eiichiro y Fujiko fueron a un karaoke para celebrar los positivos resultados en sus exámenes. En ese lugar, Mio comenzó a percatarse de por qué su novio tuvo una relación con la joven Hinata tiempo atrás. La chica de cabello grisáceo era bastante agradable y sonreía constantemente. Mientras las canciones sonaban, algunos temas del pasado salieron a la luz como gratos recuerdos.

"Si Fujiko no hubiese sido tan celosa, probablemente ella y Satoru seguirían siendo novios. Ahora que se reconciliaron, es muy notoria la química que hay entre ellos. Confío en Satoru, pero no puedo evitar sentir miedo de que algo más que una amistad vuelva a surgir entre ellos..."

—¿Pasa algo, Mio? —preguntó Ritsu, sacando a la bajista de sus pensamientos. La pelinegra negó con la cabeza, pero la baterista insistió.

—¿Para qué quieres saberlo? No creo que puedas ayudar, Ritsu.

—A veces solo necesitas a alguien que te escuche. Es malo cargarte con tanta presión.

Mio suspiró profundamente. Tras tantos años, la fuerte amistad entre ambas permitía que se conocieran mutuamente. Ritsu había adivinado lo que pasaba por la mente de su mejor amiga, tenía la perspicacia para leer los sentimientos de sus allegados, pero quería que la pelinegra lo dijera por sí misma. Sabiendo esto, la zurda expresó sus miedos.

—¿Celosa, Mio-chuan? —preguntó la chica de ojos ámbar dorado con tono burlón.

—Hablas como si tú no sintieras lo mismo cuando Mugi se comporta amable con otras personas.

—Soy el primer amor de Mugi; no tengo miedo a que una expareja quiera quitármela —declaró Ritsu con orgullo. En ese momento, Fujiko comenzó a cantar una canción romántica. Mientras, la castaña notó cómo uno de los chicos ahí reunidos observaba fijamente a la chica de cabello grisáceo. —Parece que pronto no tendrás que preocuparte por la relación de Koizumi y Hinata.

—¿Por qué lo dices, Ritsu? —preguntó Mio, viendo hacia donde su mejor amiga observaba. En ese momento, Fujiko y aquel chico, Eiichiro, cruzaron miradas, provocando un leve rubor en ambos.

—No sé si ya lo notaste, pero creo que a Hayase-senpai le gusta Hinata.

—Veo que te diste cuenta de eso, Tainaka —intervino Satoru, llegando junto a ellas y abrazando a Mio por la espalda—. Espero que pronto ellos comiencen a salir, porque hacen buena pareja.

Los días siguientes, la baterista de Houkago Tea Time andaba a la defensiva. Temía a las represalias que Hayime pudiese tomar en su contra al haberlo delatado.

—¿Pasa algo, Tainaka? —preguntó Satoru al verla tan nerviosa.

—¡No! —exclamó la baterista sorprendida—. Nada. Estoy bien. No es que tema que Kageyama tome venganza o algo así.

—Así que la gran Ritsu Tainaka tiene miedo, ¿eh? —intervino Mio, que estaba al lado de su novio observando la inusual forma de comportarse de su mejor amiga.

—Qué extraño Déjà vu —susurró la castaña desconcertada— También soy humana, ¿sabes? Y juraría que ya tuvimos esta conversación antes, Mio.