Depresión

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Ritsu estaba pasmada, al no haber esperado una respuesta de ese tipo. Las palabras de Mio aún hacían eco en su cabeza. Su mayor temor era real, y eso significaba que sus sentimientos nunca serían correspondidos y que tendría que soportar ver a su amada siendo feliz al lado de un hombre. Tras pagar la cuenta del restaurante, se dirigió a su residencia. Una vez dentro, se desplomó en su cama. Por alguna razón no podía llorar, aunque quería hacerlo. Ella sabía que su relación con la bajista cambiaría a partir de ahora; ya no podían verse con los mismos ojos con que solían hacerlo y eso dolía más que el rechazo en sí.

En ese momento, alguien golpeó la puerta. La baterista se levantó sin animo para ver de quien se trataba. Era Mugi, que venía a preguntarle sobre la cita. La rubia esperaba ver a su compañera con una sonrisa aún más radiante que las que acostumbra a dar, incluso pensaba en encontrar a Mio allí, así que fue una triste sorpresa ver a su amiga con esa inusual aura depresiva. Sin decir palabra alguna, abrazó a la castaña con la suficiente fuerza para hacerla sentir apoyada, pero sin llegar a lastimarla. En ese instante la joven Tainaka pudo liberar su llanto reprimido.

Mientras tanto, Mio lloraba sola en un parque cercano a las residencias. Por su mente pasaban todos los buenos momentos que había vivido junto a su hiperactiva mejor amiga. "¿Por qué? ¿Por qué tuvo que pasar esto? Nuestra relación era perfecta tal como estaba, pero lo arruinamos. Tú por enamorarte de mí y yo... por no corresponderte. Nunca voy a perdonarme por romper tu corazón, Ritsu, pero era lo más aceptable" pensaba mientras sus lágrimas salían descontroladamente de sus grisáceos orbes.

—¿Pasa algo, Akiyama? —preguntó una voz masculina, sacando de sus pensamientos a la pelinegra.

—Acabo de romperle el corazón a mi mejor amiga. Me siento la peor persona del mundo por esa razón, Koizumi-kun. —Ante esta respuesta, Satoru se sentó al lado de la chica, abrazándola para darle consuelo. Él quería saber lo sucedido, pero no quería incomodarla aún más. De por sí fue demasiado aquel contacto físico, aunque ella, antes que incomodarle, lo agradeció profundamente.

Al momento en que la pelinegra se calmó, ambos se separaron. Debido a que la noche ya había caído, el castaño se ofreció a acompañarla hasta su residencia, a lo que ella aceptó. De camino, ambos iban en silencio. Satoru estaba siendo prudente, aunque la curiosidad lo estaba matando; haber visto a Mio llorar de esa forma lo conmovió y quería ayudarla a alejar la tristeza de su vida. Él sentía como si hubiese un muro que lo separaba de ella, uno que él quería derribar.

—Si necesitas algo, solo llámame o escríbeme. Es un placer serte de ayuda, Akiyama —dijo el castaño al llegar a la residencia de la pelinegra.

—Koizumi-kun, gracias. Necesitaba ese abrazo ahora que la perdí... Mejor dicho, la alejé de mi vida.

—¿Por qué dices eso? Si realmente es tu amiga, no se irá de tu lado, sin importar lo que le hayas hecho. —"Y hasta aquí la prudencia. ¡Bien hecho, Satoru!" pensó el joven al asimilar lo que acababa de decir.

—Si te le declaras a la persona que te gusta y esa persona te rechaza porque no comparten la orientación sexual, sumándole que esa persona es tu mejor amigo en todo el mundo, ¿cómo reaccionarías? —Satoru no pudo responder a esa pregunta, era difícil de hacerlo sin tener esa experiencia. Pero esto le reveló lo que le sucedió con Mio y su mejor amiga.

—Espero que ella valore más la amistad que una relación romántica, eso sería de gran ayuda para ambas.

—No creo que ella pueda volver a verme como una amiga, no cuando ella se enamoró de mí. Cuando esos sentimientos entran en juego sin ser correspondidos, por más fuerte que sea la amistad, esta termina.

—No siempre es así. Aunque no lo creas, muchas veces la amistad prevalece entre dos personas a pesar de lo malo que pudo haber pasado entre ellos. Además, creo que no es sano que te culpes por una situación donde nadie es culpable. —Mio sonrió levemente al escuchar estas palabras. Por alguna razón, Satoru dijo lo que necesitaba escuchar para sentirse un poco mejor consigo misma, aunque no sabía cómo volver a acercarse a Ritsu, especialmente ahora que un encuentro entre ambas podría ser perjudicial para la castaña.

Amigas Por SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora