Capitulo 11

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Marco el numero de Raúl y al segundo tono contesta.
- Extraña ¿estas bien?.
- ¡Pero claro que estoy bien idiota, y ni se te ocurra tomar un vuelo para acá!. Estoy exaltada, no puedo creer que fuera hacer una estupidez colosal.
- Tranquila, creí que algo ocurría y despreocúpate, no he comprado el boleto, y tampoco le dije nada a David, pero esta preocupado, llamalo. - Si, debo irme, adiós. Cuelgo antes de que me diga algo, y después le escribo un mensaje de texto a David.
- Hermano lamento haberte preocupado, me quede sin pila y no lo note, estoy bien te quiero 😘. Con eso bastara para que se calme, espero.

Bien ya estoy preparada para recibir a Bastían, nose cuando llegue o si sea puntual, faltan 15 min para que se cumpla la hora que acordamos pero supongo que llegara tarde. Voy a mi recamara y reviso la carpeta en donde tengo una vida entera de investigación, no tengo ni la menor idea si logré atrapar a su asesino, lo que antes parecía difícil ahora es mucho más complicado que traer a la superficie al estúpido Titanic. A las 6 tocan mi puerta, y yo cierro la de mi recamara con llave, puede entrar a mi departamento pero definitivamente a mi recamara no.
- Estas guapa, igual que siempre. ¿Guapa? Debo esforzarme mucho con este hombre, Bastían inspecciona la sala con mucho cuidado.
- Es una sala, te la presento. Digo con sarcasmo y el lo toma a broma porque me sonríe tontorronamente.
- Bien ¿comenzamos?. Asiento y el se deja caer en uno de mis sillones color café, me siento junto a él a una distancia considerable.
- Veamos es sobre el sonido, como quieres que lo hagamos, ensayo, vídeo, exposición. Nunca creí que realmente fuera a trabajar, pero bueno.
- Ensayo.
- De acuerdo, entonces hay que empezar.
Después de terminar de escribir la primera parte del ensayo, Bastían pidió un descanso muy merecido, puse palomitas en el microondas y le di algo de beber, sin pensarlo estábamos... Conversando como dos personas cualquieras.
- Ha sido la mejor tarde que he tenido en mucho tiempo. Dice Bastían pero su mirada parece lejana, como si estuviera pensando.
- ¿En que piensas?. Me atrevo a preguntar después de un largo silencio. Me mira, sus ojos gris plata se derriten cuando chocan con los míos, esa mirada... Hace que sienta...tantas cosas que ni siquiera sabia que se podían sentir.
- ¿Que piensas del... Amor Kiara?. Vaya, esta lleno de sorpresas, nunca me imagine que me hiciera esa pregunta.
- ¿Sinceramente?. Asiente lentamente. - Hace mucho... Tiempo que no lo experimento... Ya sabes realmente, pero yo pienso que... Amar es destruir y ser amado es ser destruido, pero de la manera más bella posible. Levanta sus cejas sorprendido. - ¿Que?.
- Nada.
- Genial, te doy mi opinión y solo dices: ¿nada?. Le digo en tono sarcástico e increíblemente le robo un sonrisa.
- Tienes una manera... Extraña pero... Interesante de pensar.
- Eso esta mejor. ¿Porque me preguntaste eso Bastían?. En su mirada veo que esta reuniendo valor pero su celular suena y no habla.
- MacMahon, voy para allá. ¿Quien contesta así su celular?. - Me tengo que ir caramelo, nos vemos mañana. Nos levantamos al mismo tiempo y el sale de mi apartamento, son mas de las 9 pm y Dinora no ha llegado supongo que se fue con Máx a algún lado y yo estoy muy cansada así que me voy a dormir.

Hoy es uno de esos días en los que tengo mas flojera que un oso en invernacion así que decido ir a Bagel Central por mi desayuno, Dinora se levanto tarde así que dijo que fuera sola. Como no tenia ganas de vestirme opte por lo practico, sudadera con capucha azul oscuro, jeans negros, y converse también negros.
Estoy disfrutando de una rica malteada de chocolate cuando alguien se sienta en la misma mesa que yo.
- No es bueno desayunar sin compañía. Dice Bastían después de darle un sorbo a su café, ¿esta siguiéndome? O ¿fue casualidad?.
- Estas aquí, así que ya no estoy sola. Estaba a punto de decirme algo cuando tres hombres con pasamontañas en el rostro entran con armas en las manos, dispuestos a robar, todos los clientes que hay en el lugar se esconden debajo de las mesas incluso Bastían y yo, uno de los hombres va directo a la caja registradora, otro le pide (sin amabilidad) a la gente que deposite todo lo que tenga de valor y el otro vigila la entrada.
- Ustedes dos, todo lo que traigan en la bolsa. Nos dice el hombre apuntandonos con el arma, Bastían deposita su celular y cartera en la bolsa, lo único que tengo de valor es el dije que mi madre me dio y ni loca voy a dejar que me lo roben.
- El dije estúpida, ¡rápido!. Me quedo en shok, no voy a dárselo. Me coge del brazo y me saca de debajo de la mesa, Bastían hace lo mismo y cuando veo su rostro esta molesto, el hombre de la caja registradora centra su atención en mi y yo creo que lo conozco, en su cuello lleva un medallon con la misma imagen del tatuaje que tenia el hombre que mató a mi madre.
- Si no me lo das te matare. Me dice con el dedo en el gatillo, Bastían toma el arma rápidamente y le da un puñetazo con tanta fuerza que lo noquea, las sirenas de la policía suenan y los ladrones salen corriendo, yo no lo pienso corro tras ellos, tengo la oportunidad de descubrir de donde salio ese maldito medallon y no voy a desperdiciarla.

Los dos hombres se separan y uno se pierde en un callejón, el no me importa así que solo sigo al que creí conocer, el también entra a un callejón y escala una de las escaleras del edifico contrario, lo sigo y ahora la persecución es en los techos de edificios, saltamos entre ellos, yo corro con todas mis fuerzas, tengo que alcanzarlo, tengo que alcanzarlo, me repito a mi misma. Llegamos a un edifico en donde la separación entre ellos es muy grande, el chico tiene piernas largas así que lo salta con facilidad, se queda en el otro techo observando lo que hago, ese es su primer error porque si cree que voy a detenerme esta muy equivocado, retrocedo unos paso para tomar algo de velocidad después corro con todas mis fuerzas y sorprendentemente aterrizo en el techo con facilidad.
- ¡Mierda!. Escucho la voz de Bastían detrás de mi, ¡me siguió!.
El chico se congela pero en cuanto me acerco a el me tira un puñetazo, este no lo esquivo y me da en la mandíbula dejando un dolor sordo pero potente, su segundo error, no dejo que nadie me golpee, lo próximo que hago es tirarle un puñetazo que lo desequilibra y me da el tiempo exacto para tomar su brazo, llevarlo a su espalada, golpear su rodilla con la mía y tirarlo al piso haciendo presión en su mano, que definitivamente le duele. Ya no me importa si Bastían esta viéndome o no, necesito respuestas.
- ¿De donde sacaste el medallon?. Le pregunto bruscamente arrancándolo de su cuello.
- ¿Que? No te diré nada. Hago mas presión en su brazo y el hace un sonido de dolor. - No es mio, es de... Mi hermano. ¿Entonces porque lo tiene el?.
- Su nombre.
- No, ya dije demasiado.
- ¡Te juro que romperé tu brazo si no me dices el maldito nombre!. Digo muy decidida y segura de que puedo hacerlo.
- Fernando... Montés.
- Mas te vale que sea cierto, porque si no créeme que te voy a encontrar y vas a pagarlo. Le susurro en el oído para después soltarlo.
- ¡Estas loca!.
- Si, ya me lo habían dicho. Rápidamente baja al otro techo y yo lo pierdo de vista, me giro para irme y me encuentro con Bastían, ¿cuando salto? Y ¿como lo hizo?. Después de esto definitivamente se alejara de mi, siento una punzada de dolor, bueno es mas de... Decepción. Sacudo la cabeza y sigo caminando pero el me detiene.
- ¡Necesito una explicación para entenderte! Lo que acabas de hacer, ¿como aprendiste a hacerlo?. Esta loco si piensa que le diré todo, aunque quiera no puedo hacerlo, ya no puedo involucrar a nadie mas.
- No puedo decirte, solo sigue mi consejo y ¡aléjate de mi!. Me suelto de su agarre y bajo por las escaleras del edificio con lágrimas en los ojos, creo que lo que he tardado tanto en saber es que... Me enamore de Bastían, y si es cierto no puedo dejar que lo dañen por mi culpa.

Difícil Promesa ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora