Capitulo 4

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Cuando llego a mi casa la única luz encendida es la que yo deje de mi lámpara de noche, escalo el árbol con sumo cuidado de no hacer ruido y cuando llego a mi ventana meto mis dedos por debajo de la pequeña rendija que deje bajo el marco del vidrio para poder levantarla y entrar. Me pongo mi pijama e inmediatamente me voy a la cama, estoy muy cansada, mañana preguntare por Damian.

Esta vez lo que me despierta no es mi alarma si no los golpes en mi puerta, unos golpes muy fuertes, me levanto y la abro para encontrar a mi hermano con una cara de alivio no disimulado.
- ¿Puedo saber porque quieres tirarme la puerta?. Le pregunto somnolienta.
- ¡Es increíble Kiara! Desde anoche he tocado tu puerta como loco, creí que... Creí que... Te habías vuelto a embriagar y...
- Oye tranquilo, no te abrí la puerta porque me quede dormida estaba muy cansada, toda la tarde hize tarea de álgebra, Dios eso me mata. Le interrumpo porque se hacia donde hiban sus pensamientos, David se preocupa mucho por mi, supongo que porque soy su hermana pequeña o porque... Le recuerdo a mamá. Su mirada es dudosa y creo que quiere decirme algo pero se lo calla y en cambio asiente.
- Bien, lo siento. Papá esta bien solo tiene unos cuantos golpes que Bob le curo, sigue dormido y cuando despierte tendrá una gran, gran resaca, me quedare hoy con el así que no iré a la universidad pero si tu te apresuras aun llegas a tiempo al instituto. Lo miro extrañada, ¿llegar a tiempo?, veo el reloj sobre mi escritorio y casi son las 7:00.
- ¡Mierda!. Empujo a mi hermano y entro corriendo al baño escuchando su risa, me baño lo mas rápido que puedo y me visto para después correr hasta el instituto.

Cuando salgo de clase recibo un mensaje en mi celular, cuando lo veo es la ubicación en la que iremos por las contraseñas robadas que técnicamente nosotros volveremos a robar. Resulta que tendremos que ir a la parte más alejada del sur de Wisconsin, en la zona boscosa hay una cabaña que usan como centro técnico y ahí es donde se encuentra el USB con las contraseñas.
- ¡Hey extraña!. Me grita Raúl, cuando voy camino a casa de Manuel, hoy tengo que practicar tiro al blanco.
- No presto dinero Raúl. Le suelto, siempre me pide dinero y aunque me lo regresa, ese dinero lo uso para ayudar a mi hermano en su universidad, y lo ahorro para cuando yo deba ir a una, si es que llego a ir.
- No quiero tu dinero extraña, si lo que hay planeado para mañana en la noche sale bien, tendré suficiente. Me dice dandome un ligero golpe en el brazo.
- ¿Alguna vez te dije que eres un idiota, idiota?. Me sonríe, mostrándome su sonrisa perfecta y blanca que solo hace que se vea mas negro de lo que ya es.
- No, es la primera vez y suena bien.

El día de hoy y mañana se paso volando y cuando menos lo pienso ya estoy preparándome para ir a hacer otro robo mas para agregar a mi lista, me visto con lo de siempre, mis jeans, sudadera con capucha y converse, mi cabello color caramelo lo recojo en una coleta baja pero mi cabello no quiere comprar así que unos mechones salen, pero no importa, sera suficiente para que no se vea en el pasamontañas que llevare puesto. Es casi media noche, y quedamos de vernos en la casa de Manuel a esa hora así que sigo mi rutina, le pongo seguro a la puerta, habro la ventana y salgo dejando un pequeño espacio para poder entrar, me deslizó cuidadosamente por el árbol y voy a toda prisa a casa de Manuel.

- Vivo o muerto no quiero que dejen a nadie allá, ¿entendido?. Nos dice Manuel mientras tomamos las armas necesarias, yo llevo un revolver ya que es pequeño, fácil de manejar y rápido porque no tiene seguro, siempre escojo uno de estos, aunque no use muchas balas lo demás puedo hacerlo yo misma.
- Bien, eso nos da ánimos. Le digo en tono sarcástico.
- Me gustaría tener tu cadáver Bratcher, pero no me conviene que mueras. Me dice Manuel en el mismo tono. - El transporte en el que irán esta afuera, deben dejarlo en las afuera de la ciudad e ir caminando hasta la cabaña, es lo mas seguro.
- ¿Cuanta seguridad tienen?. Pregunta Marisol que esta guardando una arma igual a la mía.
- Toda la que puedan imaginarse, por eso se los pedí a ustedes, se que lo lograran. Por lo que dijo Manuel veo a los demás y tomo otro revólver, por si acaso, definitivamente no quiero y no tengo planeado morir ahí.
- Listo, vámonos. Les digo a todos.
- Raúl, espera, ustedes vayan subiendo. Le dice Manuel a Raúl.

Después de 5 min Raúl sale, ya todos lo estamos esperando porque el es el conductor asignado, además de que sera el quien nos de las órdenes en este "operativo". Viajamos en silencio hacia el sur de Wisconsin, llegamos en 30 min (Raúl no conoce la palabra despacio) aparcamos el auto a las afueras de la ciudad como nos pidió Manuel.
- Bien, este es el plan Carlos y Marisol irán al este, Danilo y Mauricio al oeste, Kiara y yo llegaremos por detrás para entrar a la cabaña y sacar el USB, mientras tanto ustedes nos cubren, una vez que salgamos nos veremos aquí y nos iremos, ¿alguna duda?. - ¿Nos separaremos ahora o hasta que lleguemos al bosque?. Pregunta Carlos.
- Es obvio que hasta que lleguemos idiota. Le dice Marisol y sin planearlo todos reímos.

Puedo ver los árboles que nos muestran que aquí comienza el bosque. Mientras repasamos el plan comienza a llover.
- Esto bueno, les dificultara ver que estamos invadiendo su territorio. Comento.
- Así es extraña. Me dice Raúl de acuerdo con migo. - Pónganse el pasamontañas y espero verlos de nuevo cuando esto termine, suerte. Nos desea a todos y cada quien comienza a caminar hacia la dirección asignada.

- ¿Para que te pidió Manuel que te quedaras?. Le pregunto a Raúl cuando vamos a la mitad del camino, primero porque ya no puedo con la curiosidad y segundo porque tal vez sea importante.
- La curiosidad puede ser tu peor enemigo extraña. Bueno tal vez nunca me entere, alzo los hombros y seguimos caminado, después de un largo silencio Raúl responde a mi pregunta.
- Manuel me pidió que pasara lo que pasara no dejara que te hicieran daño. Me giro para ver sus ojos cafés al igual que su piel, no puedo creer lo que acaba de decirme.
- ¿En serio?. Le pregunto extrañada y sorprendida.
- Sip, eres importante para el. ¿Importante?, los pensamientos en mi cabeza suenan tan fuerte como la lluvia golpeando los árboles y a nosotros mismos.

A lo lejos se distinguen las luces de unas ventanas y así nos damos cuenta que hemos llegado. Doy un vistazo a los árboles porque es imposible que no tenga protección alguna si en ella se guarda algo tan importante, en cada árbol hay un hombre con un arma y en total son como 20 árboles que rodean la parte trasera de la cabaña. Jalo a Raúl al árbol detrás de nosotros para que nos cubra.
- ¿Que ocurre?.
- En cada árbol hay un imbécil con un arma listos para apuntarnos. Le digo casi en un susurro pero asegurándome de que me ha escuchado sobre el ruido del agua.
- ¡Mierda!.
- Exacto.

A lo lejos en el este se escuchan disparos y se que Carlos y Marisol han comenzado la guerra, y están esperando a que Raúl y yo entremos por el USB.
- Bien idiota, no solo vine a golpear duró, así que mueve tu trasero y comienza a apuntar. Le digo muy decidida a Raúl, y comienzo a apuntarle a todo lo que se mueve y que quiere matarme a mi, pronto ya estamos dentro de la cabaña, empapados pero sin un solo orificio en la piel a causa de una bala.

Difícil Promesa ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora