Capitulo 5

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     - Busca el estúpido USB, y salgamos de aquí. Me dice Raúl, comenzado a inspeccionar el primer piso, donde solo se encuentra una sala con sillones más viejos que los que hay en mi casa.
- Buscare arriba. Le aviso mientras subo los escalones de madera, a la izquierda hay dos habitaciones y en frente de mi otra,  reviso las de la izquierda y son normales, cuando veo la que esta al frente mio, hay tres hombres viendo computadoras, localizo una pequeña memoria USB en un PC compartido, debe ser el que activa todas las computadoras.
- Mmm, no quiero alarmarlos señores, pero en menos de 10 min pateare sus traseros y me llevare esa memoria. Les digo tranquilamente, se miran entre sí y se levantan, son casi el doble de altos que yo, mi estatura de 1.65 m no ayuda mucho.
- Yo creo que no lindura. Me dice el hombre que esta justo frente a mi, que inmediatamente trata de lanzarme un puñetazo, cuando lo hace lo tomo del brazo y con toda la fuerza que tengo lo lanzo contra la pared que esta a mi lado dejándolo completamente noqueado.
- ¿Quien sigue?. Pregunto, los dos que sobran se lanzan a mi, uno termina encima del escritorio noqueado y al ultimo lo lanzo por las escaleras, corro por el USB y bajo  para encontrar a Raúl contemplando al hombre que tire de la escalera.
- Joder extraña, no pienso pelear contigo nunca. Su teléfono suena y contesta.
- ¿Que ocurre?... ¡Que!... Mierda, todos salgan de aquí y vayan al auto ¡ahora!. Mientras Raúl hace su llamada veo por una de las ventanas que de un automóvil negro se baja Gerardo Mattswell, el jefe de la organización,  junto con el 10 guardaespaldas bien equipados con armas, detrás de ellos llega otro coche y se bajan el doble de guardaespaldas.
- Raúl.
- Lose, mueve tu trasero Bratcher y saca los estúpidos revolver.  Corremos a la puerta trasera y cuando salimos sigue lloviendo a cantaros, los guardaespaldas de Gerardo nos persiguen.
- ¡Hay que separarnos,  nos vemos en el auto!.  Le grito a Raúl.
- ¿Que?  ¡No!,  prometí que...
- No hay tiempo, confía en mi.  Lo interrumpo y corro al este con la mitad de  los hombres detrás mio. Como soy mas rápida que ellos logro esconderme detrás de un árbol sin que me vean, reviso cuantas balas me quedan en las armas,  tengo una en cada una, ¡Mierda! ¿Acaso nunca tengo suerte?, no tengo otra opción, tengo que golpearlos a todos ahora, salgo de mi escondite y a quien golpeo primero es a un hombre que esta de espaldas a mi, lo golpeo con el mango de mi arma y suelta la suya que esta cargada completamente, no es un revolver pero algo es algo, con su arma me puedo deshacer de sus compañeros y lo hago sin problema, definitivamente la lluvia si ayuda. Cuando termino me quedo sin balas en el arma que robe y en una de las mías, solo me queda una. Ya no escucho disparos así que eso quiere decir que deben estarme esperando en el coche, espero realmente que Raúl este bien. Corro hacia la dirección del coche y me encuentro con un hombre que le apunta a otro pero no es de mis compañeros, trato de distinguirlo y me sorprende  saber que quien esta apuntando es Gerardo Mattswell y la víctima es, es... David, ¿que carajos esta haciendo ahí?. Me acerco más sin que Gerardo me vea con la esperanza de que nadie lo acompañe.
- ¡Dime en donde están los demás o aquí mismo te mueres!. Le grita Gerardo a mi hermano.
- Yo...  Yo no se nada.
- Data le vuelta, nunca mató a alguien sin verle la maldita cara. ¿Ver su cara? Eso quiere decir que no lo a visto, eso es bueno no sabe quien es, y no podrán hacerle daño si lo saco de aquí, no se lo que hago, mi cabeza ya no controla mis movimientos es algo mas fuerte quien lo hace, es el... Miedo, miedo de perder lo único hermoso que me queda en la vida de la misma manera como perdí a mamá.
- No te recomiendo que dispares, baja el arma. Le digo a Gerardo cuando estoy a un solo paso de distancia suya y con el arma apuntando su cabeza,  no quiero matar a nadie mas pero es el o mi hermano y no pienso perder a alguien más. Rodeo a Gerardo y quedo frente a David que trata de saber quien soy, lo miro unos instantes lo que provoca que me distraiga y Gerardo vuelva a levantar el arma y cuando esta apunto de presionar el gatillo para matar a David yo jalo el mio y mi ultima bala termina asesinando a Gerardo, sin pensarlo acababa de matar al jefe de una oirganizacion importante de mafiosos en Wisconsin, sin duda tendré problemas, muchos problemas. Después de un corto silencio en el que solo se escucha la lluvia disminuyendo su potencia mi hermano habla.
- ¿Kiara? ¿Eres tu?. No puedo hablar siempre me quedo es shock después de jalar el gatillo y matar a alguien, así que solo asiento. - ¿Pero que...?
- Después, preguntas  lo que quieras, ahora comienza a correr si no quieres morir aquí. Logro decirle recuperándome, el asiente y corre conmigo hacia el auto en donde todos, incluso Raúl, estan dentro. Cuando llego me apoyo en mis rodillas por el cansancio y me quito el pasamontañas empapado, Raúl baja del auto y se ve molesto.
- ¡¿Pero en que carajos estabas pensando?! ¡Te dije que no te alejaras de mi!.
- Lose y lo siento, pero era la única forma, además tengo otros problemas. Miro a mi hermano de reojo, Raúl no lo conoce, sabe que tengo un hermano pero nunca se lo presente, ¿como esperaba que lo hiciera?,  ¿hey David el es Raúl el chico con el que he asesinado y robado a muchas personas? Claro que no.
- ¿Quien es el?. Pregunta Raúl.
- Mi hermano, vámonos de aquí.
Le pido a Raúl que me deje a mi y a David en casa, tengo que hablar con mi hermano, después les contaré lo de Gerardo.

- ¿Puedes decirme en que estas metida Kiara?. Me pregunta mi hermano sentado en la sala de casa con mucha tranquilidad.
- Escucha, puede sonar estúpido y tal vez te molestes, pero cuando mamá estaba muerta en mis brazos yo le prometí que encontraría a quien la mato, un año lo busque por mis medios, en la Biblioteca e Internet, pero no funciono, el punto es que, termine siendo parte de la organizacion más peligrosa de mafiosos en Wisconsin.
- ¡Maldita sea Kiara! ¿No te das cuenta que te convertiste exactamente en una de las personas que mató a mama?. Pero claro que me daba cuenta, me lo recordaba todos los malditos días, pero era la única manera de encontrarlo y cada vez estaba mas cerca, pero gracias a que mate a alguien importante, tal vez deba irme de aquí.
- ¡Lose! Pero era la única manera, estoy cerca de encontrarlo David, y cuando lo haga no volveré a matar a nadie mas.
- Kiara...
- Me dijiste que dejara de pedir perdón a los demás y me perdonará a mi misma, y esta es la manera en la que me puedo perdonar, por favor David, apoyame. Lo interrumpo, necesito hacer que no me odie para poder irme de aquí antes de que me encuentren.
- No puedo apoyarte, pero tampoco puedo pedirte que no lo hagas, se que aun así lo harás. Solo cuídate ¿si? Y no dejes que tus demonios sean más que tus sueños,  porque cuando liberes tus demonios te quedaran pocos sueños, y sin sueños te encontraras vacía.
- Bien lo tendré en cuenta,  debo irme, vuelvo mas tarde. Salgo de casa y voy directo a la de Manuel.

Cuando llego solo están Raúl y Manuel, y están... Preocupados.
- Hola. Les digo y me siento en medio de los dos en el enorme sofá de la casa de Manuel.
- Extraña ¿que paso el tiempo que estuvimos separados?. Me suelta Raúl, sin mirarme, de hecho los tres estamos con la mirada perdida. Se que saben lo que paso y solo quieren que se los confirme.
- Asesine a Gerardo Mattswell.

Difícil Promesa ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora