Capitulo 22

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La imagen de mi padre sigue en mi cabeza, ya solo me queda David, lo miro y veo como se bebe un caballito completo de tequila, desde que todos llegamos a la casa de Manuel, el comenzó a beber y a llorar, nadie se lo impidió, yo no he hablado, ni siquiera llorado, hacer esas cosas en público nunca ha sido lo mio, pero si lo necesito, me levanto del sofá y la atención de todos se centra en mi, tomo una de las botellas que hay en la mesita de la sala y me giro para salir al lugar donde dormiré.
- Embriagarte no resuelve nada Bratcher. Me dice Manuel cuando salgo de la sala.
- Pero ayuda. Digo con voz baja y sigo mi camino.

Cuando llego a la habitación me quito los botines y me paso de largo al baño, me siento recargandome frente a la bañera, destapo la botella y doy un largo trago, cierro mis ojos y después me hago lo mas pequeña que puedo tratando de reducir el dolor que siento, pero no funciona, comienzo a sollozar sin control, y solo tengo una imagen en mi cabeza, mi padre tirado en el suelo, dos brazos fuertes me envuelven y el olor a colonia fina inunda mi nariz, Bastían esta aquí para darme apoyo.
- No me gusta verte así caramelo, por favor no llores. Dice con sus labios en mi cabello, no se que responder, solo puedo llorar.

- Tengo miedo. Rompo el silencio después de un tiempo en el que estuve llorando y Bastían me abrazaba sin decir nada.
- No dejare que te pase nada, nunca. Me responde con seguridad pero con voz suave.
- No por mi, he perdido a las dos personas que mas amaba en mi vida, de la misma manera y por mi culpa. Mi voz va bajando de tono mientras digo esto.
- ¿Dos?. Pregunta sin comprender, es tiempo de que le cuente lo de mi madre.
- Iba de camino a casa con mi madre después de hacer unas compras, antes de llegar un coche blindado se nos atravesó, tres hombre armados y con pasamontañas bajaron de el y a mi madre y a mi nos sacaron del coche, querían algo de mi madre, pero no recuerdo que, supongo que bloquee esa parte, el punto es que mi madre se negó a dárselos y ellos amenazaron con asesinarme. Me detengo solo para tomar un trago de alcohol, necesito valor. - Mi madre se fue encima del hombre que me amenazaba, uno de ellos le apunto con su arma, trate de evitar que disparara, pero solo... Hice que jalara el gatillo y matara a mi madre. El dije que siempre llevo es de ella me lo dio antes de morir, nunca me lo he quitado. Veo a Bastían y se que no sabe que decirme, esta analizando lo que le revele.
- ¿Sabes quien la asesino?.
- No, pero si lo recuerdo, sus ojos, nunca los voy a olvidar, estaban llenos de... Maldad y su voz me provoco un escalofrío como la de nadie lo ha hecho. Lo único en concreto que tengo de el es su tatuaje, igual al medallon que le quite al chico de Bagel Central.
- ¿Esta es la razón por la que te involucraste en esto, cierto?. Pregunta con una mirada de entendimiento.
- Si, le hice la promesa de que encontraría a su asesino, lo he buscado por 3 años.
- Si quieres mi opinión, no siempre debes hacer lo que otros esperan de ti. Sonrío irónica.
- Bastían, yo nunca hago lo que esperan de mi, ni siquiera yo se lo que hago hasta que esta hecho. Su sonrisa es un reflejo de la mia.
- Cierto, eso tambien me encanta de ti.

Bastían me dijo que el tomar no arreglaría nada, y que después de hacerlo me sentiría peor, así que tome un baño y me puse la pijama que el dejo sobre las toallas antes de que entrara a la ducha. Cuando salgo el sigue en mi recamara con su laptop sobre sus piernas recostado en la cama.
- Emmm... Creí que ya te habías ido. Digo sorprendida de su presencia.
- No, surgió algo en Wisconsin y tenía que arreglarlo, así que lo hice aquí. Dice despreocupado.
- ¿Todo bien?. Pregunto cepillando mi cabello.
- Ahora si, tu cabello se obscurece cuando esta húmedo, es lindo.
- Gracias, supongo.
- Debes dormir, así que me voy. Se levanta y cierra su laptop, no quiero que se vaya.
- Quédate, quiero decir, dudo que pueda dormir, hazme compañía. No puedo creer lo que he dicho, realmente estoy loca el alcohol me embriago realmente.
- ¿Segura?. Pregunta el también incrédulo por lo que le he pedido.
- Nunca estoy segura de lo que digo o hago, pero ahora es... Necesito que te quedes aquí. No puedo creer que sone tan estúpida.
- De acuerdo. Vuelve a la postura en la que estaba y yo me recuesto a su lado viendo el techo.
- ¿Que ese "algo" que surgió en Wisconsin?.
- Eres curiosa caramelo. Sonrío, no es la primera persona que me lo dice.
- ¿Me dirás?.
- Salí del estado sin avisarle a nadie, mi madre estaba preocupada. Nunca me había hablado de su familia.
- ¿Como es ella? Ya sabes... ¿Que se siente tener una madre?.
- Tu también la tuviste caramelo. Dice poniéndose de lado para tratar de verme mejor.
- Lose, pero... Ya lo olvide.
- Bueno, mi madre, Katherin, es, todo lo contrario a ti. Copio su posición y ahora ambos nos vemos.
- No entiendo.
- Le interesa la apariencia mas que nada, gran parte de su vida se la pasa en centros comerciales, salones de belleza, joyerías... Todo ese tipo de lugares, pero sin importar eso, siempre nos dio atención a mi y a mis hermanos.
- ¿Tienes hermanos?. Asiente y me ve... Diferente.
- ¿Cuantos?.
- Una hermana menor y un hermano mayor.
- Espero conocerlos algún día. ¡Rayos, no! ¿Porque siempre que veo sus ojos comienzo a decir estupideces?. El me responde con una sonrisa tímida de lado.
- Les encantará conocerte.
- Bueno, entonces deberá ser cuando tu madre no este presente, porque definitivamente no voy a caerle bien, como has dicho, somos polos opuestos.
- Tienes que agradarme a mi caramelo, no a mi madre o a mi familia. ¿Familia? ¡Claro familia! El nombre que me dio mi padre antes de morir era familia de mi madre, sus apellidos son iguales.
- ¡Eso es!, Bastían necesito que me prestes tu laptop, por favor. Se estira y la toma del mueblecito junto a la cama.
- ¿Para que la necesitas?.
- Mi padre me dio un nombre antes de morir, fue Franco Varcelli.
- ¿Y eso es importante...porque?. Pregunta aun sin comprender.
- Juliet Varcelli, era el nombre de mi madre. Comienzo a buscar ese nombre en Google y aparece una página en donde se dice que Franco Varcelli es el fundador de una de las empresas más importantes e influyentes de toda norte América, junto al artículo hay una foto suya, es muy parecido a mamá, y sus ojos son iguales a los míos y los de ella, no cabe duda, este magnate es mi tío.
- ¿Lo habías visto antes?. Me pregunta Bastían.
- Creo que... Si, pero no tenia ni idea de que era mi tio.
- ¿Tu madre no te lo dijo?.
- No, pero si mi padre lo conocía, tal vez el pueda darme la información que Damian no logró darme.
- En ese caso, le diré a Manuel que prepare el avión y saldremos a ver a tu tío mañana temprano.
- ¿Como sabes que quiero ir a verlo?. Pregunto despegando mi mirada de la pantalla.
- Te conozco caramelo, no vas a quedarte con la duda hasta que sepas la verdad, y quiero que sepas que no estas sola, cuentas conmigo. Me levanto y me acerco para darle un abrazo, el me besa la frente y sale de la habitación.

Espero que mi tío Franco sepa y quiera ayudarme.

Difícil Promesa ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora