Capitulo 47

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     Cuando estoy apunto de salir de mi apartamento entran mis dos hermanos y mi tío.
- ¿Vas a algún lado hermana?. Pregunta Oliver impidiendome salir.
- Bien, el plan era irme sin que se dieran cuenta, pero como ya no se puede... el tipo del que huí en California vino aquí, esta molesto y quiere asesinar a mis amigos, voy a evitar eso. Mentí y salieron mal las cosas, digo la verdad y parece que les dará un infarto, ¿quien los entiende?.
- Sobrina tu no eres la mujer maravilla. Dice mi tío aun anodadado.
- Losé, oigan no estoy tan loca como para ir yo sola. Creo que eso es lo que les preocupa.
- ¿Y quien ira contigo? ¿un escuadrón suicida?. Mi hermano y sus comentarios.
- No idiota, y ahora muevanse, no puedo perder el tiempo.
- No irás. Dice mi tío decidido, pero le tengo malas noticias, yo también estoy decidida.
- No pedí permiso, y no me importa que seas mi tutor, voy a ir porque ninguno tiene la idea de lo que es saber que van a matar personas por tu culpa. Tu dijiste que aun puedo arreglar lo que destruí, eso intento. Paso de largo entre ellos e ignorando sus gritos entro en el ascensor, se que en temporada de invierno Maine es muy frío, espero que con la chaqueta que llevo sea suficiente, el punto es que lleve ropa con la que pueda moverme fácilmente y con un abrigo seria difícil.

Mi plan es ir a la bodega para pedir ayuda a la organización MacMahon, espero que me ayuden, tienen que hacerlo, porque de lo contrario no tendré mas remedio que intentar yo sola.

Cuando llego me registran y me quitan el arma que llevaba con migo, no esperaba que me recibieran con los brazos abiertos, pero tampoco tanto protocolo.
- La desaparecida volvió, Bastían dijo que estabas fuera hace unas semanas. Comenta Roman, con quien tuve que pelearme para formar parte de el grupo.
- Me imagino que lo hizo. Digo con una voz tranquila o al menos eso espero.
- Entonces, ya no tienes nada que hacer aquí. Dos chicos creo que se llaman Braulio y Derek se acercan a mi con intenciones de sacarme.
- Si me ponen una mano encima voy a romperla y se que no les gustará. Después de mi amenaza se quedan quietos. - Y tu Roman dejate de estupideces, en este momento tu jefe esta en problemas, tu decides si lo ayudas o sigues con tu actitud de mierda. No pienso perder mas tiempo con esta cabezota.
- ¿Porque creería en lo que dices?. Me desafía después de un momento.
- No espero que lo hagas, porque tampoco tengo una manera de que me crean, pero lo que si espero es que intenten ayudar a alguien que mas que su jefe es amigo de todos y se que los a ayudado, es nuestro turno de devolverle el favor. Si tengo que ser cursi para evitar que maten a todos, lo haré, no importa.
- De acuerdo, pero si es una trampa yo mismo te mato Bratcher. Decide Roman y creo que los demás están de su lado.
- Si claro, ahora tomen todo lo que necesiten, tenemos que irnos ya, se aproxima una tormenta. Llegue justo cuando el hielo se esta endureciendo lo que quiere decir que pronto no parará de nevar y los caminos estarán llenos.

Por fuera el instituto se ve calmado, es estacionamiento sigue lleno de autos, pero obvio no entraremos por la puerta principal.
- Bien escuchen, no se que tanta seguridad tengan, pero hay una entrada del lado este del estacionamiento, llega a la cocina de la escuela. Les informo a todos por medio del microfonito que llevo en la manga de mi chaqueta, tienen nuevo equipo y me gusta.
- Los tipos que están dentro son posiblemente mas hábiles, pero ustedes son inteligentes, acaben con ellos y eviten que maten a los alumnos o profesores.
- Entendido. Responde Derek, el chico que me quería sacar, ellos entrarán por la cafetería y después se dividirán en grupos.
- ¿Y nosotros que Kiara?. Dice Roman, solo el y yo estamos aquí, debo admitir que el es muy bueno.
- Nosotros mi querido amigo vamos entrar con estilo. De mi mochila saco una granada y la lanzó a la entrada del instituto, cuando explota varios hombres salen volando, se que tienen francotiradores, pero el humo y la nieve ayudará a que no nos vean.
- Ahora quita esa cara y mueve tu trasero.

Cuando estamos dentro los pasillos están vacíos, y hay un silencio agónico.
- Están en el edificio de remodelación, es el F, es casi el último. Le susurro a Roman.
- ¿Como llegaremos ahí?.
- Bueno los chicos lo están haciendo bien, tomemoslo como distracción, preparate porque vamos a correr. Cuando salimos al patio hay manchas rojas que son muy visibles a causa de la nieve, trato de no verlas y de concentrarme en correr,en cada paso que doy mantengo los ojos abiertos para evitar que me disparen y Roman igual.
Cuando estamos sin aliento llegamos a las puertas del edificio F, los pulmones me arden igual que el rostro a causa del frío que cala hasta los huesos.

Dentro tampoco hay ningún sonido, y los disparos se escuchan a lo lejos, el lugar huele a pintura fresca y productos de limpieza.
- Busca en cada aula, deben estar aquí. Le digo a Roman.
- Hay que separarnos, cubriremos mas lugar. Asiento y comienzo a caminar entre los pasillos.

Estoy en el cuarto piso que es el último y donde se encuentran solo salones, solo me falta uno por revisar abro la puerta y alguien me tira al piso, se sube encima de mi y esta apunto de golpearme con un frasco pero cuando me ve se detiene, es Bastían.
- No me digas que vienes sola enana. Dice Alex quitándome a su hermano de encima.
- Los encontré, cuarto piso último salón. Le informo a Roman por el micrófono.
- Eso me responde.
- Me alegro, ¿están bien?. Todos me observan con si no creyeran que estoy aquí.
- Si, ¿que hay en la mochila?. Interviene Bastían, me deshago de la pesada mochila que llene con armas y municiones para ellos.
- Escogan lo que quieran, debemos irnos. Dice Roman entrando, mientras hacen eso yo vigilo por la ventana del salón y veo a un hombre que me parece horriblemente familiar.
- Alex.... Cuando voy a preguntar quien es me doy cuenta que ese hombre no viene solo, varios más lo acompañan y no se ven muy amigables. - Joder, Máx, Dinora y tu. Digo señalando a Sabrina. - Entren al armario del conserge y no salgan pase lo que pase, los demás... que no los maten.
- ¡No voy a hacer lo que tu quieras error de la existencia!. No pienso soportar a Sabrina, me acerco y presionó su hombro, gracias a eso se desmaya.
- Siempre tan amable Kiara. Dice Raúl, ahora si, que comience el principio del fin.

Difícil Promesa ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora