Capítulo 42

6 1 0
                                    

Hoy vuelvo a clases, todo el fin de semana incluyendo el viernes me estuvieron cuidando de más, y hoy ya no los dejé.
- Hace mucho que no desayunamos en Bagel Central. Comenta Dinora mientras llegamos al estacionamiento.
- Pues podemos hacerlo ahora, hoy hay tiempo. Además de que el clima es favorable, el invierno esta comenzando, supongo que en unas semanas comenzara a nevar.
- Estupendo, vamos.

En Bagel Central Dinora me contó que le dijeron al director que me operaron por una fractura en la rodilla, así que tengo que finjir que no puedo caminar bien o algo así, ya veré que hago.
- El no se a presentado desde lo que te paso. Me susurra Dinora cuando entramos al salón de clases.
- Pues que no lo haga, porque soy capas de enviarlo al hospital. Se que se refiere a Aldo por eso mi respuesta es acertada.

El día se pasó volando, al fin es descanso y como hace mucho frío nos quedamos dentro de la cafetería.
- No soporto a mis hermanos, son como pequeños demonios. Dice Máx cuando se sienta junto con Raúl, resulta que Máx tiene dos hermanos menores, y como sus padres trabajan el se hace cargo de ellos, eso me recuerda...
- Oigan, ¿alguien le aviso a mis hermanos lo que pasó?. Joder, ¿como me pude olvidar de ellos?, todos se ven entre si y Dinora se encoje de hombros. - Dinora...
- Bueno, creí que alguien ya les había dicho, y llamó David, a tu celular pero estabas dormida así que respondí, y posiblemente le haya dicho todo. Hay no es cierto, no quería que se enterara nadie, ahora estoy en problemas.
- Dame mi celular. Estoy molesta y no pienso esconderlo, Dinora me lo entrega y yo me levanto, tengo que llamar a ambos, calmarlos y rogar para que no vengan a Maine.

Estoy en la cancha de fútbol, a quien llamaré primero sera a David.
- ¿Kiara?. Responde al segundo tono.
- Si, mi... amiga me dijo que les contó lo que sucedió.
- Si, y es increíble que tu no te hayas molestado en avisarnos. Vaya, el también esta molesto.
- No quería que se preocuparan, te dije que me cuidaría sola, y eso estoy haciendo, o bueno, intentando, espero que no vengan a sersiorarse de que sigo viva.
- Espero que cuando ellos lleguen tu ya no estés aquí. Dice una voz que yo conozco muy bien detrás de mi, me giro y Aldo esta recargado en la entrada que va hacia los vestidores y a los pasillo de la escuela, mi única salida la tiene bloqueda, le cuelgo a David, luego hablo con el.
- No creí que fueras tan idiota como para volver a este lugar. Le respondo indiferente.
- Oh, bueno, solo sigo las ordenes que recibo, y tengo un aviso para ti.
- Si es acerca de la organización, olvidalo, no me importa. Me dispongo a salir pero el me sostiene y me lleva a los vestidores.
- Escucha, no debería darte opciones, pero el jefe lo hará, elije, bienes por tu propio pie con nosotros o yo mismo me encargo de desaparecer a cada uno de tus amigos incluyendo a tu familia, no me importaría visitar Tenesse o Wisconsin Kiara. ¿¡Que!?, ¿de nuevo la misma amenaza?.
- No eres el primero que me dice algo así. No puedo evitar reír.
- Entonces deberías saber que no es una broma, así perdiste a tus padres, tu decides si pierdes a mas personas. Me suelta y se aleja de mi. - Tienes el resto del día. Y luego se va, maldita sea y ahora ¿que hago?.
- Extraña Dinora me dijo que viniera a verte pero... ¿que haces en los vestidores?. Demonios, no puedo dejar que les hagan daño, no puedo y necesito ayuda.

- ¿Donde estabas caramelo?. Todos siguen en la cafetería, necesito una excusa para irme del instituto.
- Mm... en las gradas de la cancha de futbol. Respondo aun en shok por lo que haré.
- Parecía que estaba ebria, tal vez deberías irte a casa extraña.
- ¿Te sientes mal?. Bastían se levanta y se acerca a mi con un rostros preocupado.
- Uh... si, me iré ahora, los profesores están ocupados, no me verán.
- Bien, te acompaño, no dejare que te vayas sola. Si bueno, sabía que esto sucedería, suerte que ya tengo algo planeado.

Conserve unas pequeñas pastillas que funcionan como tranquilizante, hiba a usarlas para tener libre unas horas al día, pero ahora debo usarlas para dormir a mi novio y poder irme sin que me duela despedirme.
Me visto como lo hacia cuando hiba a realizar un robo o algo por el estilo, me siento yo misma, se que no puedo irme sin darles a saber a todos que estaré bien, del cajón de mi escritorio saco una papel y una pluma:

El tiempo que he pasado con ustedes a sido el mejor en 17 años, han sido parte de muchos momentos importantes para mi, esperó que puedan entender el porque me voy, es mejor para todos, yo solo he sido un problema en su vida.
Gracias por todo.

Nunca los voy a olvidar.

Dejo esta nota en la mesita de la sala, Bastían se quedó en la recamara, debo dejar algo especial para el, porque el es especial para mi.

Trataré de cumplir mi promesa, esto no es por mi, esta segura, y espero que lo que hoy parece un sacrificio termine siendo el mayor logro de mi vida.

Te amo.

Espero que perdone lo que estoy apunto de hacer, pero prefiero que me odie a saber que su muerte fue por mi culpa.
Tomo mi mochila, dentro llevo la carpeta con la información de mi mamá, lo quemaré por algún lado, ya no es seguro que lo tenga conmigo, también llevo agua, dinero y mi arma, bajo al estacionamiento y me encuentro la motocicleta de Raúl, los planes eran irme en tren o autobús, pero... teniendo aquí su motocicleta, me subo en ella y la enciendo como he visto en las películas, lo cual si funciona, las películas son confiables.

Todo estaba perfecto, tenía novio, amigos, incluso familia, había encontrado un lugar en el cual estar y donde me sentía segura, pero esto debía suceder, amenazan todo lo que tengo, siempre, pero se acabo, si encuentro en ese estúpido lugar al asesino de mi madre voy a acabar con el como estaba planeado y si es posible con su maldita organización y claro que si, si me encuentro a Aldo no voy a dudar en jalar el gatillo.

Difícil Promesa ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora