Difícil Promesa ⭐

Capitulo 29

- Caramelo creo que deberías llamar a tu tío. Bastían me saca de mis pensamientos, creo que tiene razón, asiento y salgo a la sala para poder llamar a Franco.
- Varcelli. Responde después de un momento.
- Tío, soy Kiara, mmm... Encontré respuestas pero también más preguntas. Me lo imagino sonriendo.
- Me lo veía venir, me temo que no podremos vernos, salgo a viaje de negocios y volveré dentro de unas semanas, si tienes un momento para preguntar, es ahora. Tengo suerte, primera vez que puedo decir eso, pienso.
- ¿Que fue lo que inventó en concreto mi madre?. Tengo una idea, pero necesito que me lo confirme.
- Invento una sustancia con la cual es posible revertir por completo una adicción.
- ¿Como?.
- En conclusión, se encarga de exterminar todas las metabólitas, desapareciendo por completo cualquier dependencia, esa es la respuesta más fácil. Esto es increíble.
- ¿Tuvo alguna razón para inventar algo así?. Mi madre hacia todo por algo, y estoy segura que esto no es la excepción.
- Julee era adicta Kiara, cuando supo que David y Oliver... Cuando se enteró que estaba embarazada quiso dejar las drogas, pero ya no podía, así que utilizo todos sus medios como Química para encontrar una solución a su problema. Lo sabía.
- ¿Entonces... Si funciona?.
- Así es, y Julee fue la prueba. Un invento tan hermoso debe ser conocido. - Tu madre me cedió todos los derechos a mi, pero creo que ahora tu debes tenerlos, se que sabrás hacer un buen uso de ellos, nunca lo utilicé para hacer dinero en mis empresas, te enviaré la sesión de derechos con mi firma a Maine, ya conozco tu dirección, solo faltará que tu lo firmes, y también la fórmula, cuídala es muy importante pero también peligrosa si cae en la manos equivocadas.
- Gracias por todo tío, te prometo que así lo haré y que vendremos a visitarte, solo debo encontrar la manera de hablar con David. ¿Que mas puedo decirle? Me alegra saber que si puede estar con migo, que cuento con el.

Vuelvo al sótano y todos se percatan de mi presencia pero se ven ¿preocupados?.
- ¿Porque me ven así?. Digo cuando entro.
- Yo te diré porque, has estado viendo al hermano de nuestra madre, te ha dicho cosas importantes, que por cierto yo no conozco. Mientras hablaba David va subiendo mas su tono al punto de gritarme. Suspiro porque muy a mi pesar se que tiene razón.
- No es momento David. No hablaré de nada aquí, enfrente de todos, se que a el no le gustará.
- ¿Y cuando sera el momento eh? Volverás a Maine, no puedo estar persiguiéndote, ¡ve el enredo en el que nos has metido!.
- Deben calmarse ¿si?, hay que volver al hotel. Interviene Bastían, se que quiere ayudarme pero es suficiente, ¿quiere saber la verdad?, perfecto, que pase lo que tenga que pasar.
- No, ¿quieres que te lo diga todo?, ¡de acuerdo!.
- Kiara.
- ¡No! Bastían, ya es suficiente, me siento pésima por todo y en vez de ayudarme, mi propio hermano hace que recuerde lo jodida que estoy. Me acerco peligrosamente a David y no puedo evitar verlo con coraje. - Te aclaro, se perfectamente cuales han sido las idioteces que eh cometido, no necesito que me las recuerdes, pero todo lo demás yo no lo cause. Todos entienden mi indirecta y salen, supongo que a esperar a fuera, porque aquí abajo se pondrá muy feo.
- Cuéntame. ¿Por donde empiezo?.
- Por favor, después de lo que te diga, no me odies. Aquí voy, mamá, papá y Royer Edel estudiaron en la misma universidad, nuestra madre...ella se enamoró de, de la persona equivocada.
- Kiara, deja de darle tantas vueltas al asunto y ve al grano. Oh rayos David, no puedo hacer eso, se que te haré daño y no quiero hacerlo.
- Mamá tuvo gemelos, y Damian se hizo cargo de ellos, pero tuvieron problemas económicos y pues el tío Franco se ofreció a ayudarlos haciendo que uno de los gemelos viniera aquí a Tennesse a vivir con el, decidieron ya no regresarlo a Maine porque yo estaba en camino y ya no podrían proteger a tantos. David me ve atónito tratando de entender toda esta información, hasta yo que solo llevo unas horas de saberlo aun no me lo creo.
- ¿Quieres decir que...?.
- Tu no eres hijo de Damian, y tienes un gemelo, que ya conocí, su nombre es Oliver. Realmente no había una manera suave de decirle algo así.
- ¿Quien es mi padre entonces?. Esta es la parte en la que no quería llegar.
- ¿De verdad quieres saberlo?. Di que no, di que no, suplico mentalmente.
- No, pero si lo necesito.
- Royer Edel. Esas dos palabras sonaron tan débiles, no es justo nada de esto. David se sienta en una de las sillas y lleva sus manos a su rostro, no me gusta verlo así.
- Por favor, no me odies. Le digo incandome para estar a su altura.
- ¿Por que te odiaría Kiara?, eres mi hermana y te adoro. Sus ojos color moho reflejan pura sinceridad.
- Yo asesine a tu padre. Sonríe tristemente.
- No hermanita, a mi padre lo asesinó Jilverto, porque ese hombre no era nada mio, mi único padre es y será Damian Bratcher. Debo reconocer que esto me a quitado un gran peso de encima.
- ¿Que hay de Oliver?. Le prometí a mi hermano que conocería a David.
- Todo a la vez ¿quieres?, déjame digerir esto, es increíble que tu cabeza no haya explotado por saber esto. Tiene razón, le sonrió.
- Siento haberte hablado así, eso solo que, soy un idiota.
- Mi idiota favorito. Nos abrazamos y nuestro enojo queda olvidado.

David volverá a Wisconsin al igual que Manuel, Marisol y Carlos, así que antes de que el jet de Bastían llegara por ellos los acompañamos al aeropuerto, les espera un viaje largo al igual que a nosotros.
- Mas te vale que la cuides MacMahon. Le advierte David a Bastían y yo me muero de la vergüenza. - No te metas en más problemas hermana.
- No prometo nada, pero haré el intento, cuídate. Lo abrazo y me despido de los demás, para ver como se pierden en el pasillo de abordaje, estoy tranquila, porque se que ya esta seguro y reaccionó mucho mejor de lo que yo esperaba con la noticia, ahora solo me centraré en mi antigua promesa, y voy a hacer que el invento de mi madre sea reconocido aunque claro, todo llega a su tiempo, solo debo esperar.