capitulo 9: ¿¡compañeros!?

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—Sofi, ¡espera!— me gritó el Felipe.

Paré, me di la vuelta y lo vi correr hacia mi, con la mano en el cachete, donde le pegué.

Lo miré con indeferencia —¿qué?— Vaciló en decirme o no pero despues me dió un abrazo.

Iba a pegarle en los cocos pero me dijo —quédate tranquila solo unos segundos, atrás esta el Gerardo con la Belén, mirándonos— Y comprendí su plan, pero no me gustaba, no me gustaba la idea de sacarle celos a Gerardo.

—¡Sofía!— escuché el grito del Gerardo, y mire al Felipe.

Me sonrió —anda, después hablamos del por qué de esto— rodé los ojos, caminé hasta donde estaba el otro culiao con la belén.

—¿Qué querí?— le pregunté al Gerardo, la Belén me estaba mirando con duda pero no la pesqué, el gerardo quería hablar conmigo.

La Belén se quedó ahí.

—Mh... mh— el Gerardo hizo un sonido con la boca.

La belén cachó, se puso roja y se fue.

—¿Por... por eso no queríai' estar conmigo... de... denante?— me preguntó incómodo.

—Mh, no se de qué hablai— le dije cruzándome de brazos —¿cómo te cayó la Belén? Es tela— dije cambiando de tema.

El gerardo cachó —es simpática... y linda— Lo miré, incrédula, con rabia, y con ganas de partirle el hocico. Se rió, y yo lo seguí —Discúlpame, en serio— me pidió, y yo le sonreí como tonta.

—Ya— no soy de hacerme rogar.

Nos abrazamos y sonreí, abrí los ojos y detrás estaba el Pipe mirandome con una sonrisa, me sorprendí y me puse roja, era incómodo.

En todo caso, me pongo roja por todo.

—Me tengo que ir ahora, tengo que juntarme con el Diego, pero, ¿nos vemos?— me preguntó, era tan lindo.

El Diego y el gerardo son mis ap, bueno, el gerardo lo era, pero han sido amigos toda la vida, incluyendo a Felipe. El Diego era el egocéntrico culiao.

—Nos vemos— le dije y nos dimos un besito en la mejilla.

Después, fui donde el Felipe, que estoy segura que me esperaba porque aún me miraba con esa sonrisa, escalofriante.

Bipolar culiao.

—Hola— me gané al lado de el, mirando a la nada.

—Extraño a la Antonella— me dijo casi en un susurro.

Lo miré, con pena —eso... ¿ella te tiene mal?

Asintió con la cabeza —he tratado de olvidar, igual, han pasado super pocos días cachai, pero no sé, estoy mal... la extraño demasiado.

—Hay personas que quizás puedan estar interesadas en ti, Felipe— le dije, acordandome de la belén.

—¡Pero nadie es como ella!— comenzó a respirar entrecortadamente —la amo, Sofía.

No sabía que decir...

—La vida sigue, hay mas amores, mas penas, todo pasa por algo, no podi estar triste toda una vida por algo que quizás fue uno de tantos amores— le dije, el me miró y sonrió.

—Se ven lindos— me dijo y luego miró al frente.

—¿Quiénes?

El rodó los ojos —¿quien mas?, vo' y el maria po, tonta.

Sonreí ante su trato y el tambien lo hizo.

—¿Gracias?

—De nada.

Nos quedamos callados, más de cinco minutos, hasta que el volvió a hablar —quiero que me ayudi con algo.

Lo miré sorprendida, este culiao, pidiendome algo ¿a mi? —¿mh?

—Es la... uhm... la Belén— se calló y sonreí, luego cerré los ojos y estallé en carcajadas —¿por qué te reí?— se veia molesto, asi que paré.

—Ya, sueltala, que huea pasó— comenzamos a caminar hasta el primer piso y cuando llegamos ahí nos sentamos en una banquita donde habia sombra.

—Es que... el año pasado la veía y la encontraba super bonita, pero nunca le dije a nadie, ni a mis amigos, ni a mis amigas, a nadie, porque era chica, una pendeja, ¿cachai?— asentí —mi mina se empezó a molestar porque según una de sus amigas la Belén me miraba mucho, obviamente me reí pero despues por mi mismo me di cuenta de que era verdad, y me empezó a atraer, no le digai si po— sonreí y dije «obvio que no» —y no me había dado cuenta hasta que la vi con el Gerardo, fue una rabia culia gigante, no me habia pasado ni con la Anto po, por eso quedé en shock y la hueá.

—O sea, ¿te gusta mi amiga?

—No tan así, me llama la atención— sonreí.

—¡Buena!

—Pero asi como me miraba a mi, tambien miraba a otros amigos po, entonces no cacho.

—Vo dale pipe— le di un abrazo de apoyo —demás que la mina te pesca, si por lo que se, estabai en lo cierto con tus hipótesis— le guiñe un ojo.

—Gracias Sofi, despues de todo, igual terminaremos siendo compañeros ¿o no?— me preguntó parándose de la banca, yo hice lo mismo.

—Sí po— le sonreí y me despedí de la mano, despues me fui camino a buscar a Gerardo.

Apocalipsis Chileno [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora