Capítulo 36; "¿y la Belén?"

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Lore Pov

—¡Déjala en paz hueón! ¿¡tanto te cuesta esa hueá!?— el Maria estaba gritando más fuerte que la chucha, el Rodolfo estaba siendo agarrado por el Nacho pa' que no le pegara al Maria.

—¿Ahora no le pueo' hablar? No me caguí' po' Gerardo— el Rodolfo miró al Nacho. —¡y vo' suéltame si estoy bien!— el Nacho lo miró con los ojos entrecerrados pero lo soltó. Justo ahí el Rodolfo le pegó al Nacho pa despues correr y mandarle el medio combo en el cachete al Maria, el Maria soltó a la Sofi y empujó al Rodolfo que por ser más alto no le tenía miedo. —¡indio reculiao!— le gritó al Maria, la Sofi me miró para que la ayudara y así fue, ella tomó a su mino y yo al Rodolfo, me iba a pegar pero cuando vio que era yo se puso mas rojo de lo que estaba y agachó su mano. —sorry— me dijo, yo le sonreí un poco incómoda. Miré pa' donde estaba la Sofi y le hice una seña pa' que se fuera con su mino y eso hizo.

El Ignacio se paró con la mano en su cabeza donde el Rodolfo le pegó y después se fue alegando. Yo miré al Rodolfo al cual todavía le tenía agarrado el brazo y se lo solté automáticamente, él ya estaba menos rojo. Quedamos frente a frente y yo me fui. Sentí sus pasos atrás de mí pero no me importó ná', bajé las escaleras y me senté en una banca, a los segundos el estaba al lado mío mirandome como si fuera cualquier hueá' rara, como yo estaba incómoda atiné a mirarlo.

—¿Qué?— no estaba roja y lo agradezco, antes con cualquiera hueá que pasaba me ponía como tomate, pero al fin ya no. El enarcó una ceja mientras sonreía engreídamente, dejó de mirarme y habló:

—¿Tu erai' la hermana del Lucas?— yo asentí con la cabeza mientras miraba mis uñas.

—Lo soy— no era su hermana, todavía lo soy.

Por el rabillo de mi ojo vi que asentía con la cabeza. —¿cuántos años teni?— yo lo miré y sonreí.

—Diesciséis años— él me miró y me sonrió.

—¿Tres años de diferencia no son un problema para el amor, cierto?— el Rodolfo había quedao' pegao, por lo que tenía 19 y aún seguía en el colegio el culiao.

—No— reí y él igual lo hizo.

—Es bueno saberlo— me miró y yo igual lo hice, nos quedamos mirando caleta de rato. Sus ojos de lejos se ven casi negros, pero de cerca son más lindos, más claros, quizás sea la forma de sus ojos, no sé.

—¡Lore, Lore!— miré al toque al darme cuenta que la Sofi me llamaba. —¡LA BELÉN NO ESTÁ EN LA ENFERMERÍA PERO NADIE LA HA VISTO NI SACADO DE AHÍ!— me pare al tiro y la miré expectante. —no sé si sobrevivió, si volvió después de la muerte o si alguien se la llevó, cómo por ejemplo la Meilyn— no sabía si reír o llorar. La Belen no estaba.

—¡Pero todos busquémosla po'!— grité desesperada, iba a empezar a correr para encontrarla pero la Sofi me paró con su mano.

—La estábamos buscando, pero no aparece— me miró nerviosa y yo fruncí el ceño. —Lo más probable es que alguien se la haya llevado, la haya sacado o algo— sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—¿Pero quien haría esa hueá, hueón?— junté mis cejas, ¿por qué sacarían a la Belen de aquí?.

—No sé— la Sofi miró atrás de mi hombro, yo me di vuelta, era el Rodolfo que tambien venía con el ceño fruncido.

—¿Qué pasó?— preguntó, la Sofi lo miró mientras hablaba.

—Alguien sacó a la Belen de la enfermería— dejó de mirarlo, se veía en sus ojos que estaba enojada con él, pero no se si habrá sido por la hueá de que le pegó al Maria.

El Rodolfo se asombro y después habló. —oh, eh... vamos a buscarla, debe estar por aquí— los tres empezamos a caminar y nos encontramos con el Maria que tenía un mini moretón en el cachete de su mejilla. Se acercó a la Sofi mientras miraba como las hueas al Rodolfo.

—No hemos encontrado nada, bebé— ay bebé, ay amor, el conchetumare, me cae como las hueas el pelao culiao. Le dió la mano y se ganó al lado de ella, dándole la espalda al Rodolfo. El Rodolfo rodó los ojos y se ganó al lado mío, después me habló al oído.

—Este culiao jura que me gusta su mina— yo sonreí. En eso llegamos a la enfermería donde estaba el Felipe saliendo de ella. Nosotros nos acercamos a él.

—¿No hai' encontrao' nada?— le preguntó el Maria, él negó con la cabeza. Se veía mal, peor que yo, que la Sofi, o cualquiera de nuestras amigas. Nunca pensé que le podía afectar tanto perder a la Belen, después de todo apenas se estaban conociendo, aunque es aceptable despues de saber que tambien perdió a su otra mina y que a las dos las vió morir. Bueno, si es justificable su manera de estar.

—No está— dijo, después miró a la Sofi. —Tengo que hablar contigo— ella lo miró con el manso signo de pregunta en la cara. —ven— se fue y la Sofi miró al Maria que asintió con la cabeza, la Sofi le dio un besito en los labios y después se fue atrás del Felipe.

—¡Ya vuelvo!— me gritó, yo rodé los ojos, todos me dejan sola, la única con la que siempre estaba era con la Belen, y me apena saber que nunca más estará aquí, conmigo.

Como si el destino se quisiera apiadar de mí, llegaron la Rocio con la Ignacia. —¡ahí estabai!— me dijo la Rocio. Tambien tenían los ojos rojos, ella y la Belen siempre peleaban por cualquier hueá, quizás era por el carácter de cada una. Pero igual se querían.

—¿Qué pasó— pregunté mirando hacia ellas.

—Estábamos aburridas— dijo mirando con miedo al Maria. —lo que pasa es que fuimos al segundo piso del sector dos, ya que ese no está con cadenas...— el Maria bufó.

—Hueón, ¡el sector dos está prohibido! Nadie tiene que meterse ahí, ¿quieren que les pase alguna huea pa' que después se den cuenta de la gravedad de lo que hacen?— el Maria parecía un papá, lo que me dio risa.

La Rocio rodó los ojos, pero después me miró —ese no es el tema... estábamos caminando yo y la Nacha— tragó saliva y me miró. —Y la Meilyn con el Antonio se estaban comiendo— fruncí el ceño, me dio algo en el cora, sabía que alguna vez pasaría, y tenía que saberlo, más aún viniendo de una maraca y un pelao como el Antonio.

Apocalipsis Chileno [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora