Capítulo 13: "fuera del colegio I"

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-¿Linternas?

-Sí.

_¿Cuchillos, navajas o algún arma?

-tres cuchillos, una navaja y un arma.

-¿Todos con mochilas?

-Sí.

-Vamos luego, ahueonao- le dijo el Gerardo al pipe que nos estaba equipando hace cincuenta mil horas.

Nos dirigimos hacia el portón trasero del colegio, ahí estaban el Nacho, el Fernando, el Antonio y el más rico: el Rodolfo.

Esos cuatro minos son de cuarto medio, del mismo curso del Felipe y mi Gerardo, son los ap de la Lore, el que está mas bueno es el Rodolfo, pero por respeto a una de mis amigas, la Vale, y porque me gusta mucho el Gerardo, no le hago ojitos.

El Rodolfo esta tan weno que es ap de la Belén, la Dani y la Vale.

La Lore ama al toño, quizas no tan literalmente, pero si le dieran a escoger a un culiao de sus ap, lo elegiría a el.

El Nacho es un mino muy caliente, se le nota en la cara al ctm, no se que le ve la Lore, es re feo, pero bueno, son mis gustos.

Según la Lore tiene un poto bonito.

El Fernando es todo lo contario, es blanco, ojos azules, pelo castaño claro, el año pasao' tenía el medio físico, pero despues empezó a pololear con una mina, ahora ella está muerta, y él está un poquitin gordo. Y es algo asi como un ex ap de la Lore.

-Wena- dijo el Rodolfo sonriendole al Felipe -oigan, ¿ella igual va?- me apuntó, pero no hablé.

Soy muy tímida cuando conozco a alguien, me pongo roja incluso cuando me dicen "hola", y este es el caso.

Estoy morá' y el Rodolfo me está mirando con ternura. El Gerardo me abrazo y me dio un besito en la mejilla -síp- me dio otro besito en la mejilla.

Pasa al otro nivel po porfi.

¿Y si paso yo?

Más rato, ahora estoy muy roja.

Una vez que dejé de sonrojarme el Rodolfo volvió a hablar -¿y por qué va?- se acercó a nosotros con una sonrisa pepsi.

-Porque quiero que esté conmigo- el Gerardo dejó de abrazarme y puso las manos en sus bolsillos.

-Ah- el Rodolfo nos dio la espalda para abrir el portón -suerte cabros, de verdad, ojalá regresen con mercadería, o por lo menos vivos- nos abrió el portón y salimos los tres.

-Chao- dijo el Gerardo y sacó su cuchillo.

Una vez los tres afuera, nos pusimos las mochilas casi vacías bien en la espalda, y después sacamos nuestros cuchillos, el Felipe iba con navaja y un revólver que no se de donde mierda sacó.

En la parte trasera del colegio todo se veía tranquilo, en paz. En todo caso, si llegase a ver un zombie no me preocuparía, ya que soy invisible para ellos.

El Gerardo me dio la mano mientras caminabamos, yo la acepté. Las calles se veían raras, oscuras, como en color sepia, todo era feo y mas con los zombies adueñandose del ambiente.

-Vamos a ir al supermercado que queda como a cinco cuadras ¿ya?- yo y el Gerardo asentimos -una mina del colegio me dijo que su papá antes era paco y que el siempre iba a comprar armas y hueás a una armería que se llamaba "aconcagua", vamos a ir a alla, esa queda un poquito lejos, pero segun la mina era grande... ojalá quede algo- camino mas rápido y nosotros copiamos su acción -y por último vamos a ir a las farmacias y vamos a saquear toda la huea que quede, hay como cinco o seis hueás cerca del colegio, vamos a ir a todas- remarcó la última palabra y nos miró las manos -y me gusta tocar la guitarra, no el violín- siguió caminando y nosotros nos reímos.

Nos quedamos callados todo el rato hasta que llegamos, el supermercado estaba con vidrios rotos, y la puerta pa' la cagá.

Entramos a traves del ventanal roto y levantamos los cuchillos sólo si por si acaso habían personas al cien por ciento vivas, como nosotros. Pero reinaba el silencio, asi que no nos preocupamos.

-Sofi, tu por allá- señaló a la izquierda -yo por acá y maria, tu ve por al medio- el Gerardo negó con la cabeza.

-Yo voy con la Sofi- me puse roja como tomate y el sonrió, el pipe bufó.

-Hueón, esto es en serio, no es un jueguito, haganme caso- asentí con la cabeza y miré al Gerardo, el despues de unos segundos asintió.

Me fui sola, asustada, todo estaba completamente en silencio, todo esta piola, pero tenía miedo.

Grité al Felipe: -¿qué hay que buscar?

Del otro lado gritó -comida no vencida, fósforos, todo lo que sirva ¿acaso nunca hiciste un pedido con tus papás?

Me reí y asentí con la cabeza, aunque el no me viera. Estaba en el sector donde había ropa y cachureos. Empecé a ver la ropa, la mayoría estaba tirada en el suelo, pero había. Saqué una polera grande, unas calzas y unas botas, no era para verme hermosa, pero si para estar más cómoda. Al otro lado había interior y también agarré de esas. Me metí a un vestidor y me empecé a sacar el uniforme, quedé desnuda y luego rápidamente me puse la ropa.

Uf, la raja.

Me puse la mochila y puse el cuchillo en la mano, y cuando iba a salir sentí unos pasos. Estaba segura que no eran los cabros, ya que cada uno iba en un lugar distinto.

Aguanté la respiración cuando sentí que los pasos se detuvieron justo afuera de mi puerta del vestidor.

-¿Sofía?- suspiré cuando escuché su voz.

Salí del vestidor y él estaba ahí, a la defensiva, pero cuando me vio se tranquilizó.

Me miró de pies a cabeza, asombrado -yo... uhm... yo pensaba...- sacudió su cabeza -yo pensé que a las minas se les veía mal la ropa grande- me puse roja y tapé mi cara con las manos, el se acercó a mi y sacó mis manos de la cara.

-Deberiai' cambiarte ropa tu tambien- le dije levantando la cabeza tímidamente.

Se hizo el ofendido -¿perdón?¿se me ve mal el uniforme acaso?- me sonrió y le dió un besito a mi frente.

-Te vei' hermoso así, pero pa' que andi' mas cómodo digo yo- lo abracé.

-Sí, tení' razón- deshizo el abrazo y se metió a la sección de hombres.

Lo seguí. Sacó un buzo deportivo sin pitillo, unas zapatillas y una polera grande, como la mía.

-Ya, espérame- dijo acercándose a mi.

Nos quedamos mirando de la nada y después me dió un piquito.

Quedé en shock, se fue, y seguía ahí, con una sonrisa hueona.


Apocalipsis Chileno [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora