-D... Más rato-. Le susurré un poco nerviosa, él me miró fijamente por unos segundos y luego se fue, el María me llevó a su grupo de amigos, pero yo no quería estar ahí.
-¿Qué pasó?-. Me preguntó cuando forcejeé para que no me llevara ahí.
-Qu... Quiero ir donde mis amigas- Yo tenía la cabeza agachá', me sentía tan culpable que no podía con la sinceridad de sus ojos.
-Bueno- Se acercó a mí y besó mi frente, cuando pensé que iba a llorar, levanté la cabeza y me encontré con un Diego sonriente, mirándome, pero cuando se dio cuenta se puso serio y tragó saliva.
Como estaba toda mojada, me dirigí a mi lugar donde duermo y vi a la Belen sola, sin la Lore.
-Oye- Le susurré, ella levantó la cabeza y me miró.
-Uy ¿qué te pasó?- Miró mis ropas y yo sonreí triste.
-Nada, oye, ¿la Lore no estaba contigo?-. Ella frunció el ceño mientras negaba con la cabeza.
-Na que ver, yo pensé que estaba contigo hueón- Yo igual fruncí el ceño mientras sin querer estornudaba.
-Ya po hueon, me estai huebeando- Ella volvió a negar con la cabeza, me acerqué al Lucas que estaba con su mina al otro extremo de la biblioteca, como era su hermano era muy probable que supiera donde está. -¿sabi donde está la Lore?- Él se paró mientras negaba con la cabeza.
-No- En cuestión de segundos todos estábamos buscándola dentro de la biblioteca y cuando iba a salir, el Rodolfo me habla.
-¿Oye por que estai toa mojá?- Lo miré fulminante a la vez que el miraba al Diego y abría los ojos como pepas. -igual que el D...
-Estoy buscando a mi prima, si fueran tan amab...- Lo interrumpí y él hizo lo mismo.
-Ah si, eso, es que se nos perdió el Feña- Fruncí el ceño al escucharlo. -puede que estén... juntos, no cacho.
-Aonde la viste, ya, párate de hueás y ayúdame a buscarl...- La puerta abriéndose y una Lore enojá entrando se hizo presente, todos guardaron silencio, a los segundos, atrás de él venía un Feña súper indiferente.
Lore Pov
Luego de que llegara el Felipe con un mino menos y la Sofi me dejara sola con las cabras, decidí ir a darme una vuelta por ahí, me despedí de las ahueonás de mis amigas y fui al baño a verme un ratito. Me quedé estática mirándome en el espejo como por diez minutos, me acordé de puras hueás que hacen que mi kokoro se sienta triste, como por ejemplo; mi hermanita chica. Puta que la extraño, con sus mañas, pendeja y todo, la extraño más que la chucha, extraño que se meta en mis cosas y que se ponga a llorar cuando no quiero prestarle mi notebook porque veo netflix.
Salgo del baño con la mensa cara larga, me sorprende que de la nada esté lloviendo más fuerte que la chucha y producto a eso ya no haya nadie en el patio, en volá me está dando cuco, no hay nadie, hay lluvia y hubieron muchas muertes en este lugar.
-Bu- Me sobresalto del susto y me giro pa ver quien es la o el chistosito de mierda, me sorprendo a la vez que me pongo un poco roja al darme cuenta que es el Feña. Culiao rico, era un gordo reculiao con los medios cachetes en todos los sentidos, pero ahora está hecho el medio mino, es un Dios griego a través de mis ojos, yo siempre le tuve fé, lo rico no se lo saca nadie. No digo nada, sólo sonrió incómoda y cuando iba a irme pa la biblioteca, me habla: -¿te vai ya? que so fome- Quedo frente a él.
-¿Y qué voy a hacer? Aparte estoy cagá de frío- Sobo mis manos mientras abro la boca y exhalo dióxido de carbono, pareciera que estoy fumando hueón.
-Yo puedo darte calor- Levanta y baja sus cejas, yo río mientras inconscientemente pongo mis manos en mis caderas.
-Vamos a algún lado po.
-Me gustaría ir a la inspectoría... pero está con candao el sector dos- Asentí con la cabeza mientras se me ocurría una idea.
-Pero podemos ir al segundo piso y de ahí bajar por la otra escalera que da a la inspectoría po- El asiente con un «oe zi» y sin hablar nos vamos pa allá. El trayecto es piolita, ninguno dice nada, por mi parte, estoy súper nerviosa aunque sé que no se me nota, así que eso me pone más tranquila.
Una vez que llegamos, hacemos un movimiento súper raro pa pasar al otro lado y llegar a la inspectoria, y cuando lo logramos, nos sonreimos. El culiao entra, todo sigue normal aunque ahora no están todos los mesones, antes habían dos y ahora hay sólo uno, el otro está en el sector dos encadenado...
El Feña se pasea por toda la inspectoría, y cuando termina su recorrio', me mira. -por lo menos ya no tenemo que estudiar- Sonreí mientras sostenía mi mano en el respaldo del mesón.
-Prefiero estudiar a esta mierda- El se encogió de hombros mientras se acercaba a mí y yo me mantenía quieta.
-Podriai olvidar toda esta "mierda"- Me tomó por la cintura y me levantó para sentarme encima del mesón de una manera bruta, se acercó a mi y me aprisionó más a él mientras yo me ponía más roja que la cresta.
-¿Cómo?- Lentamente puse mis brazos alrededor de su cuello y sus ojos celestes me mataban.
-Así- Me apretó a él mientras cerraba sus ojos y yo igual lo hacia, sentí sus labios rozar los míos, pero quise jugar un poco, me separé y abrí los ojos, él sorprendido también lo hizo mientras soltaba su agarre, pero yo reí y él frunció el ceño. Lo atraje a mi con mis manos y lo besé, sus labios eran un éxtasis, se movían tan lentamente que me ponía más nerviosa y mi corazón iba a salirse de tan fuerte y rápido que latía. El Feña hacia movimientos circulares en la parte baja de mi espalda mientras yo jugaba con su pelo. Me tomó las piernas mientras me bajaba del mesón y yo hacia caso a todo lo que hacia conmigo, aún besándolo. Empecé a caminar pa atrás con la intención de llegar a la pared, él me soltó mientras ponía sus manos en la pared y me daba el medio beso, como si no hubiera un mañana. Yo puse mis manos en su espalda mientras apretaba la tela de su polera, él me apretó a la pared, que berguenza. Hice un mini saltito hasta enrollar mis piernas alrededor de su cintura y poner mis manos en su cabello, él me tocó el poto, me puse más roja que nunca, pero no me importó al saber que estaba con sus ojos cerraos.
-Calmao- Me dijo y me bajó de sus piernas, me puse nerviosa mientras disimuladamente quería que se me quitara lo rojo e la cara, me sorprendí y enojé cuando vi que se bajaba los pantalones.
-¿¡Qué haci!?- Subí sus pantalones mientras él me miraba confundido. Estúpido, mi virginidad, idiota.
-Yo...- Su cara se había transformado en una de molestia. -ándate a la chucha pendeja culiá.
-Hueón chalao, ¿qué te creí que soy?¿creí que iba a culiar contigo, ahueonao culiao?- Lo miré súper enojá mientras su expresión facial era de indiferencia.
-Eri una maraca, pa lo que me importa metertela, fea culia- No se de adonde saqué el coraje pa pegarle una cachetada e irme a la biblioteca más roja y enojá que la chucha.
El mino estará harto rico, pero lo ahueonao de la cabeza no se lo saca nadie.
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Apocalipsis Chileno [terminada]
AcakADVERTENCIA: ESTA HISTORIA NO SE BASA EN ZOMBIES PRINCIPALMENTE, SI NO EN LOS PERSONAJES DE ESTA MISMA, ES MÁS UNA HISTORIA COMUN Y CORRIENTE QUE DE VEZ EN CUANDO HAY ZOMBIES. SI ESTO NO TE MOLESTA, PUEDES LEER. "Chile", un país la raja, que se fue...