Capítulo 5.

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Rayos!

El sonido de un celular, nos saco de aquel maravilloso trance.
Alex, apretó los ojos y dijo una mala palabra por lo bajo.

Y justo cuando se disponía a continuar con el beso.

-Contesta, puede que sea algo importante-dije a escasos centímetros de sus labios.

Obvio que quería seguir besándolo, pero ¿y si es una emergencia?.

-Créeme, eso puede esperar-y justo cuando termino de decir eso el teléfono volvió a sonar.

Le hice una mueca y levante la ceja.
El levanto las manos es señal de rindo, y se dispuso a contestar.
Hizo una mueca al ver el numero, y contesto.

-¿Que sucede?-dijo de mala gana.


Al otro lado de la linea parece que le dijeron algo no tan agradable.

Porque lo siguiente que hizo, fue hacerme seña de que se alejaría.

Asentí, y la verdad es que me parecía extraño, pero quizás solo sea un paciente que se complico.

Luego de que se aparto a unos metros. Yo solo podía pensar en ese beso.
Fue maravilloso.
Roce mis labios con la yema de los dedos y estaban hinchados.

A lo lejos puedo alcanzar a ver a Alex tenso.

Pero opte por no acercarme, tal ves sea algo privado, o que se yo.

Veo que se acerca presionando la mandíbula, y una expresión tensa.

-¿Todo bien?-pregunte con preocupación.

-Ahora si- dijo y sin mas se abalanzo a mis labios, sin previo aviso, sus labios me tomaron con necesidad.

Cuando nos quedamos sin aliento, me miro y sonrío.

Estábamos a pocos centímetros, nuestras narices rozaban y su aliento chocaba  con mis labios.
Nos mirábamos a los ojos, con unas miradas intensas e impenetrables.

Alex soltó un suspiro.

-¿Que ocurre?-pregunte.

-Ocurrió un imprevisto, que debo resolver...-dijo mirándome, y luego al suelo.

Ohh...

-esta bien-dije haciendo una mueca.

Quiero quedarme aquí. Pero en parte me preocupa, que sucedió, pero voy a esperar a que el diga.

Luego de ver mi expresión, en su rostro se formo una amplia sonrisa, que dejo al descubierto su perfecta dentadura blanca.
Sus hoyuelos también hicieron presencia.
Este hombre hace que me derrita.

-Tu no te quieres ir-dijo sonriendo, y cuando yo iba hablar, continuo.-Porque quiere quedarte aquí conmigo-.dijo y con el dedo anular señalo, a si mismo.

Hice mala cara, y cruce los brazos bajo del pecho.

Pude notar como por un segundo observo mi busto.
Alex se acerco peligrosamente a mi, y se coloco entre mis pierna, y con sus fuertes manos tomo cada una de ellas y las coloco alrededor de su cintura.

No puedo evitar temblar.
Mi corazón se acelera, y siento que las mejillas me palpitan.

-Tu te quieres quedar aquí conmigo-dijo mirando mis labios.

Estaba sin palabras, y eso no es que pase mucho, de hecho nadie lo había logrado.

-Y yo me quiero quedar contigo-dijo finalmente besando me.

Sus besos eras maravillosos, sus labios recorrían los míos, como nunca.
Duro, era un beso fuerte, pero con cierta delicadeza.

Nuestras lenguas se juntaron, y se rozaron, se tomaron, como si se conocieran de siempre.

Siempre fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora