Capítulo 6.

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Cuando desperté creí que todo era un sueño, pero no... Alessandro no era solo un sueño.
Era una realidad.

Me arregle con pereza, la verdad mis ganas de ir eran casi nulas.

Buenos días, Srta. Macri. Espero que haya tenido dulces sueños;).
Alessandro Di pietri.

Al leer ese mensaje mi expresión fue totalmente.
Dios.
Me estoy volviendo una imbécil.

Buenos días para usted también, mi día esta yendo bien, creo que por el hecho de que mis sueños fueron dulces, mi querido Sr. Di pietri.
Alessandro Di pietri.

Oh dios... Este lado de mi es nuevo.
Me gusta provocarlo.

Y, ¿se puede saber como fue ese sueño? Srta. Macri.
Alessandro Di pietri.

Mi respiración se acelera, y siento unas mariposas en mi vientre.

Estaba pensando en responder cuando...

-¡¡¡GABBBBB, al colegioooooo!!!-dijo mi madre, antes de irse al trabajo.
A lo lejos se escucho la puerta cerrarse.

Ya era tarde, tenia que irme.
Rayos, quiero seguir con esto.

Tendrá que ser en otra ocasión, Sr. Macri. ;), se me hace tarde para el colegio.
Alessandro Di pietri.

Respondió casi instantáneamente.

SRTA. MACRI...
El muy exasperado y ansioso. Alessandro Di pietri.

Mientras corría camino al instituto, no pude evitar soltar una sonrisa.

Ultima hora de clase.

Al fin.

Ingles, en resumen, profesor hablador, y una de las clases que comparto con Camilo.

El me miraba por el rabillo del ojo.

Esto se vuelve cada vez mas incomodo.

Algún día tendremos que hablar, pero creo que aun no lo quiero hacer.
Todo esta tan reciente.
Tal ves en un futuro.

El fin de la clase, lo marco el timbre de salida.

Salí como un ave que probaba la libertad por primera vez.

Y justo cuando estaba por pisar la salida.

Un auto negro, estaciono justo frente de la puerta de salida.

Estaba muy confundida.

Me quede parada a algunos metros pocos metros del mismo.

Muy cara era de completa confusión.

Y fruncí el ceño.

Y justo cuando me dispuse a seguir caminando.

Bajo el vidrio.

Y, era el...

-Alessandro-dijo en casi un susurro.

Siempre fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora