Sali de prisa, luego de que Alessandro me avisara que ya estaba afuera de mi casa.
Anoche estaba tan feliz, parecía todo un perfecto sueño, pero preferí no avisarle a Alessandro por mensaje, prefería decírselo en persona y ademas estaba preocupado por mi (bueno hasta que le hable tiernamente y se enojo con el, por no poderse enojar conmigo) porque no conteste sus mensajes, estaba verdaderamente preocupado, pero es que con todo se me olvidaron por completo.
Abrí la puerta del porches y entre.
Cuando lo vi, sentía que lo hacia como si fuese la primera vez, parecía que no lo veía desde hace una eternidad.
Se veía maravilloso (como siempre), traía unos jeans semi-ajustados y una camisa blanca de manga corta que lo hacia ver relajado y mucho mas joven.
Me miraba tan intenso y luego en sus labios se formo una perfecta sonrisa leve.
Instantáneamente hice lo mismo.
-Srta. Macri.-dijo lentamente.
-Sr. Di pietri.-dije sonriendo mirándolo fijo.
Se acerco a mi miro primero mis labios y luego sus grises y brillantes ojos miraron a los míos, y sin mas me beso tan suave y tierno.
¡Mierda!.
Si que extrañaba esos suaves y dulces labios.El beso se hizo apasionado y con necesidad.
Su lengua se introducido en mi boca y se junto con mi lengua, el beso era ardiente y provocaba que mi respiración se volviera cortada.
Y nos separamos cuando el aire falto.-Te extrañe.-dijo sincero.
Tome su mano la apreté suavemente y mire sus brillantes ojos grises en respuesta.
-Gabriela entiende que me preocupo cuando no contestas los mensajes.-dijo sincero mirándome.
-Lo siento.-dije tiernamente y mirándolo con ojitos de niña.
Su expresión seria e impenetrable se ablando y se volvió dulce y tierna.
Me tomo delicadamente la cara con las manos.
-A la mierda, no puedo enojarme contigo.-dijo y acto seguido me planto un tierno beso.
Sonreí sobre sus labios y el hizo lo mismo.
Y dimos marcha al instituto, y luego de todo un trayecto de miradas juguetonas y besos entre semáforos llegamos.
-Estaré aquí para cuando salgas.-dijo mirándome.
-¿Que harás hoy?.-pregunte curiosa.
-Voy... A resolver un asunto.-dijo algo nervioso.
-Esta bien.-dije algo dudosa y baje.
¿Que asunto será ese?.
Entre al aula y quede sorprendida al ver a Camilo y Andrea besando se apasionadamente.
Wow.
Estaba verdaderamente sorprendida, pero la verdad no me importaba mucho, de echo no me importaba nada.
Se separaron y Andrea me saludo enérgicamente, se le veía emocionada. Mientras que Camilo me miro por un momento con frialdad y luego se fue del aula.
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Siempre fue él.
RomancePrólogo. Gabriela es una estudiante del ultimo año de secundaria, tiene 16 años, es de tez morena clara, mediana estatura, pelo castaño, ojos miel y excelente condición física. Amigos no tiene, y eso la tiene sin cuidado, de hecho disfruta...