Me quede helada, comencé a temblar. Rápidamente en mi mente comenzaron a pasar imágenes velozmente de aquella noche.
Voltee agilmente.
Frente a mi estaba un chico visiblemente mas alto que yo, mirándome fijamente, con la mirada azul, de tez blanca, labios semi delgados, cabello un marrón demasiado claro. Era muy guapo.
-Si.-dije fría.
Acabo de ver a la futura esposa y madre del hijo de el amor de mi vida, el hecho de que aun me mantenga de pie es un increíble logro.
Al pensar todo eso unas inmensas ganas de llorar me inundaron nuevamente, pero no podía. No podía hacer eso frente a este chico que acababa de conocer.
Adentro sus fuertes brazos en sus bolsillos y me observo incrédulo.
-Pues no parece.-dijo señalando las lagrimas que brotaban por mis mejillas.
Era exasperante.
Pase mis manos y retire suavemente las lagrimas de mis mejillas.
-Sigo sin creerte.-dijo en voz baja.
Voltee los ojos.
-Bueno, ¿y a ti que te importa?.-dije irritada.
-Encontré a la chica mas hermosa que haya visto antes llorando en un estacionamiento, y en serio preguntas que me importa.-dijo fingiendo estar ofendido.
No me encontraba con ganas de lidiar con eso.
Sonreí como pude.
Aunque el corazón me doliera.
-Mucho mejor.-dijo sonriendo el también.
Tenia una sonrisa muy linda, pero tenia bolsas bajos los ojos y una mirada con si no hubiese dormido mucho, casi como la mía.
Mi teléfono empezó a vibrar.
Lo tome y era Kate.
Ella solo me llama cuando hay alguna emergencia, conteste rápidamente.
-¿Que sucede?.-pregunte con la voz algo nerviosa y preocupada.
El chico me miraba confundido.
-Mis padres están a punto de llamar, están preocupados, te han llamado incontables veces y no contestas, y estoy segura de que no estas con el.-dijo rápidamente y en voz baja, como si le estuviese susurrando al teléfono.
Baje la mirada hasta donde se encontraban mis pies.
¡Oh no!.
Otra vez no.
No mas problemas.
Con todo lo que ha pasado, no escuche sonar el teléfono.
Respire profundo.
-Esta bien, diles que ya voy para haya.-dije rápidamente colgando.
El chico me miraba expectante.
Tenia unos ojos grandes.-Tengo que irme.-dije caminando.
Debía encontrar un taxi cuanto antes.
En serio tenia demasiado miedo de caminar por las solas y oscuras calles en busca de un taxi.
-Espera.-dijo a mis espaldas.
Me di vuelta.
-Yo... Ya sabes... Puedo llevarte.-dijo mirando sus pies.-si quieres.-culmino.
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Siempre fue él.
RomancePrólogo. Gabriela es una estudiante del ultimo año de secundaria, tiene 16 años, es de tez morena clara, mediana estatura, pelo castaño, ojos miel y excelente condición física. Amigos no tiene, y eso la tiene sin cuidado, de hecho disfruta...