Capítulo 15.

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Estos últimos meses han sido maravillosos, los mejores meses de mi vida si duda alguna. No se, es diferente siento que me llena, estar con el me hace sentir feliz.
Mi hermana a estado pendiente en todo momento de cada uno de mis pasos, quiere saber en donde estoy en cada momento, no me deja salir sola, y ni siquiera cuando esta en la facultad me deja en paz, siempre me bombardea con mensajes para saber donde estoy, o con quien estoy. Esta alerta en todo momento, pero ya dudo que me descubra.

Pero ni su acoso, no ha podido conmigo ni Alessandro.

Todos los días pasa por después del instituto, y nos vamos a comer o me hace comida, incluso un par de veces yo, la persona que nunca en su vida a cocinado nada, cocine junto a el, un delicioso panini, luego me deja donde siempre y se va al hospital.

Claro que, según mis padres y mi hermana, estoy con Andrea en su casa.

Hoy es la fiesta de Andrea y claro que Alessandro va a ser mi acompañante, por fin ya tengo el valor para admitirme a mi misma que estoy completamente enamorada de el.

-Esta bien, odio las películas románticas al igual que las canciones, odio los sobrenombres que se dicen las parejas, y odio el día de san Valentín.-dije desahogando me, mirando a Alessandro que se encontraba acostado a mi lado en la sala de su departamento mirando el cielo, luego de haber pasado comprando unos burritos, después de que pasara por mi al instituto.

Estábamos hablando sus casos médicos mas raros y no recuerdo en que momento comenzamos hablar de las cosas que odiamos.

Alessandro volteo a verme y sonrió mostrando sus perfectos hoyuelos.

-Siempre lo supe.-dijo acercándome mas a el.

Sonreí.
Apoye la cabeza en su pecho.

-¿Y tu?.-dije jugando con sus manos.

-Umm.-dijo pensando.-odio las películas suecas y los imbéciles que te coquetean.-dijo serio.

Reí bajito.

-Cretino.-dije.-para tu cumpleaños haré que un idiota que me coquetee te regale una película sueca.-dije bromeando.

Rio a carcajadas conmigo.

Su teléfono comenzó a sonar e hizo una mueca.

-Si.-dijo serio.

-¿No hay nadie mas?.-dijo.

-Voy en camino.-dijo y colgó de mala gana.

-debo ir urgente al hospital.-dijo susurrando me cariñosamente en el oído.

Hice un puchero y me beso dulcemente.

No me quiero apartar de el, pero debía trabajar, aparte se me hacia tarde y tenia que arreglarme.

Alessandro me dejo en donde siempre y espero a que entrara a mi casa y luego se fue.

Justo cuando entre a mi casa, recibí un mensaje.

Srta. Macri, casi lo olvido, ¿en esta ocasión no necesita un compañero de compras?.

Alessandro Di pietri.

Reí tontamente.

No, lo siento. Sr. Di pietri.
Esta vez tendré que prescindir de sus servicios :(.

Gabriela Macri.

Respondí con sarcasmo.

Usted se lo pierde ;).
Paso por ti a las 9:00 pm.
La extraño.

Alessandro Di pietri.

Siempre fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora