Capítulo 24.

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Al oír eso sentí como el aire quedo paralizado.

Se me estaba haciendo una tarea casi imposible soportar las lagrimas.

-¿Es... Es tuyo?.-pregunte con la voz temblorosa.

Alessandro cerro levemente los ojos, su rostro tenia una expresión que jamas haya visto, tomo mi mano suavemente, y yo estaba inmóvil.

-Si.-dijo cerrando los ojos, y algo en mi interior, algo que aun permanecía de pie se derrumbo.

Respire profundo.
Y sentí que ya no podía soportar mas.

-Gabriela...-dijo en casi un susurro.-eres muy joven...-dijo y su voz se corto.-Aun te queda mucho por vivir.-dijo.

No... Alessandro...
No hagas esto por favor...
Sr. Di Pietri, no... Por favor.
Baje la mirada a mis pies, y las lagrimas comenzaron a caer.
Sentía que me rompía.

-¿Vas a volver con ella?.-dije en voz casi inaudible y temblorosa.

Bajo la mirada y asintió de una forma casi imperceptible.

Presione los labios, y respire profundo.
No podía mas.
Solté un sollozo leve.
Aparte su mano de mi torpemente.
Me dolía.

Abrí la puerta del auto, necesitaba salir de ahí.
Senti como tomo mi mano suavemente.

-Gabriela...-dijo en un susurro.

-No me vuelvas a tocar.-dije tragando saliva, quitando su mano.

No voltee a verlo y camine lo mas rápido que mis débiles rodillas me lo permitían.

Oi como me llamaba a lo lejos.

Caminaba sin ver al frente.
Las lagrimas cayeron libres.
El nudo en mi garganta dolía como nunca.

-Gabriela ¿estas bien?.-dijo un profesor que estaba en el solo pasillo.

No respondí nada, no podía, sentía un hoyo negro e inmenso en el estomago.

El hablaba y hablaba pero todo estaba mudo.
Me sentía como una niña perdida.
Todo a mi alrededor era sin forma y vacío.
No espere que terminara de habla y me fui sin decir nada.
Me encerré en un baño, y me tire en el piso.

Coloque mis rodillas en el pecho y me deje llevar por todas las lagrimas contenidas.

El va a ser padre, el va a tener un hijo con otra mujer.
El nunca mas va a tomar mi mano.
Nunca mas va a sorprenderme.
Nunca mas va a besarme.
El va a besar a otra.
Va a tomar su mano.
La va a sorprender a ella, a Lucia.
Mientras mas llorara y sollozaba mas me dolía.

El juro ser mi protector.
Me dolía.
Me dolía tanto.
Cerre los ojos y no oi nada, todo era blanco.

El estomago me daba vueltas.

Sr. Di pietri.

Oi un fuerte sonido, pero ni siquiera voltee.

-Gabriela...-dijo la voz inconfundible voz de Camilo.

-El volvió con su ex.-dijo con dificultad.

-Todo va a estar bien.-dijo mi hermana, levantando mi rostro.

-Ese hijo de...-dijo Camilo com furia.

Entre Camilo y mi hermana, me levantaron, mis piernas eran solo un saco de huesos, sin fuerzas.

Desperté torpemente en mi habitación, y dolía.

Pude notar a través de mi balcón que era de noche.

Siempre fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora