Capítulo 23.

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Gabriela P.O.V.

Levante con la leve esperanza de que todo lo de ayer haya sido una pesadilla, pero no, todo era tan real que dolía.


Me levante luego de que mi madre, entrará repetidas veces a mi habitación para hacerlo, estaba fría y se notaba que estaba enojada.

Me levante cuando las ganas de llorar se apoderaron de mi.


Necesito a Alessandro.


Necesito que me abrace y que me diga que todo va a estar bien.


Necesito sentir su olor.


Me bañe y me vestí con dificultad, temblaban mis rodillas y mis movimientos eran torpes.

Me mire en el espejo por un momento, y tenía una expresión de cansancio, sin ganas me coloqué mis lentes de sol negros ray ban.


Sali de mi habitación y mis padres ni ve vieron.

-Vamos que ya es tarde.-dijo mi padre sin siquiera voltear a mirarme.

No respondí nada y camine lento y sin ganas.

Me sentí extraña, todo me daba igual.


El camino al instituto fue insoportable, cuando salimos me fijé si el auto de Alessandro estaba estacionado en donde siempre y no, él no estaba.

Unas lágrimas que no pude controlar cayeron por mis mejillas y agradecí tanto traer los lentes.

-Voy a estar afuera para cuando hayas salido, ni se te ocurra irte Gabriela.-dijo serio mirando al frente.

Me baje del auto y di un portazo, el espero a que entrara y luego se fue.

Camine hasta la entrada y hay estaba Andrea, me veia con una sonrisa insoportable.

-Hola gab.-dijo en voz alta con un tono bastante falso.

La mire por un momento a través de mis oscuros lentes, y por primera vez en mi vida sentí ganas de golpear a alguien.

Respiré profundo y me di vuelta.

-Uy.-dijo a mis espaldas.-parece que alguien está de mal humor.-continuó y ella y unas chicas a su lado comenzaron a reír como imbeciles.

Me di la vuelta.

Las mire de arriba abajo con desprecio.

-No voy a caer en tus provocaciones.-dije tratando de parecer calmada, pero estaba temblando de la rabia.

Soltó una carcajada seguida por el resto de las chicas.

-No estoy provocando si lo quisiera hacer, haría esto.-dijo con rabia y ágilmente dirigió su palma a mi rostro.

Cerré los ojos pero no sentí nada.

Abrí los ojos y Alessandro estaba ahí, frente de mi.

Protegiéndome.

La miraba con una expresión de desprecio inconfundible.

Mi corazón botaba chispas y saltaba como loco, me protegió, como lo prometió.

En mi mejilla corrió una lagrima de felicidad.

Pero su rostro se veía diferente.

Andrea se veía incomoda y avergonzada.

-Yo...-dijo tartamudeando estaba roja como un tomate.

Acto seguido se dio vuelta y se fue.

Y no me pude controlar y salte en sus brazos, cerré los ojos fuerte como si tuviera miedo de que al abrirlos todo sea un sueño, enrolle mis piernas alrededor de su cintura y me aferre a él lo más que podía, no quería separarme de él.

Me sentía llena de nuevo.

El asunto de la tal Lucía lo deje a un lado por un momento, ahora solo quería sentirlo cerca de mi.

El entrelazo sus manos en mi cintura y colocó su cara en mi pelo, y comenzó a suspirar profundo.

Suspiré su olor, hasta que me convencí que esto era real.

Lo amo, lo amo tanto, como nunca lo había hecho jamás.

Alessandro alargó el abrazo, y lo hacía con necesidad.

Nos separamos, y ni siquiera sé cuánto duro, porque en ese momento el tiempo era lo de menos.

Alessandro me depósito con suavidad en el suelo y pude notar que su mirada estaba perdida.

-Ven.-dijo tomando mi mano suavemente, y guiándome a la camioneta que estaba estacionada justo en frente del instituto.

Me retire los lentes y le serguí.

Sabía que me iba a mentir en problemas, pero me daba completamente igual. Estaba con la única persona que me importaba en este momento.

me abrió la puerta y entre, seguido de el.

Lo mire y se veía tenso y esa mirada no la reconocía.

senti una punzada en el corazón, algo no está bien.

Pasó sus manos repetidas veces por su cabello, y su expresión demostraba un nerviosismo inquietante.

-¿Qué ocurre?.-pregunté con mucho miedo por la respuesta.

Me miró fijamente por un momento y en sus ojos ponía notar que algo no andaba bien.

Se acercó a mí y me besó con desespero y necesidad, es como si quisiera sentirme cerca.

Vaya que extrañaba el sabor de sus labios, me tomo las mejillas con sus manos, y alargó el beso.

Pero algo no va bien.

-¿Qué está pasando?.-pregunté nuevamente, separándome.

Me miró por un momento, y luego bajo la miraba y colocó sus manos en la cara.

Se veía deseperado, como un niño perdido.

Sentía una punzada en el corazón y mi respiración se hizo más tensa.

-¿Qué sucede Alessandro?.-repetí.

Suspiró profundamente.

-Ella está embarazada.-dijo y luego pasó sus manos por su cara, y me miró.

Estoy segura de haber oído como se quebraba algo en mi interior.

Mi cuerpo no respondía y me quedé paralizada.

-¿Qué?.-dije en un tono de voz inaudible.

-Lucia...-dijo Alessandro y su mirada era completamente perdida.-ella está embarazada de mí.-dijo al fin casi sin voz.

No podía reaccionar, simplemente no respondía mi cuerpo.

Unas lágrimas escaparon por mis ojos.

Esto no es cierto.

Esto no es cierto.

-¿Quién es Lucía?.-dije pasando mi mano por el rostro descuidadamente para quitar las lágrimas.

-Gabriela.-dijo tomando mi mano.

La aparte de mi, y su expresión era de... Era indescriptible.

-Gabriela por favor.-dijo nuevamente, casi sin voz.

-JORDE.-grite.-¿Quien es Lucía?.-dije mirándolo.

Me miro y pasó sus manos por el cabello.

-Es mi ex prometida.-dijo al fin.

Quede inmóvil.





----------------------------------------------Hola 👧 y 👦, un capitulo bastante intenso.
Llore a ríos mientras lo escribía.

Las quiere...
Velaulol...🌵🌺🍄🌼🌸

Siempre fue él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora