Siempre fue él.

Capítulo 1.

El viento golpea mi rostro suavemente, mientras mi cabello juega desordenado por el impacto, voy en camino al instituto. La verdad yo misma me asombro, no puedo creer como sigo levantándome para ir.

Unos se entristecen por su ultimo año, pero yo no creo lo mismo, no digo que no vaya a extrañar a mis compañeros, ni mucho menos, pero creo que ya es tiempo de salir, y explorar el mundo.

- Adiós cariño- La dulce voz de mi madre me saca de mis pensamientos, ella es todo lo contrario a mi, piel clara, ojos miel, y facciones delicadas, y bueno también es una de las personas mas cariñosas que conozco, lastima que no pasemos el tiempo que yo quisiera juntas, y con mi padre mucho menos, trabaja a tiempo completo, y bueno, mi hermana Kate, esta en el ultimo año de su carrera universitaria, así que de ella ni hablar.

- Adiós ma- Digo, bajando a paso rápido al instituto. Voy lo suficiente me atrasada.

- Hey- Dice Camilo, siguiéndome el paso por el gran pasillo del instituto. Camilo, fue transferido este año, y desde que llego hemos sido muy buenos compañeros. Es de tes clara, ojos verdes, cabello chocolate, y un cuerpo bien formado, no lo niego, es guapo, pero no me interesa, no lo veo como algo mas.

- Hola- Le contesto, entrando al aula, a lo que el me sigue.

- Recuerdas cuando te conté que mi hermana se comprometió-Dijo cauteloso.

Camilo me había contado hace unas semanas atrás, que su hermana mayor, se comprometió con su novio de toda la vida, y su familia quería celebrarlo a lo grande.

- Si, claro-Dije, tomando asiento frente al pizarrón.

- Pues, me gustaría saber si te gustaría acompañarme-Dijo, pausadamente mirando atento mi expresión.

Yo lo miraba con el ceño fruncido, acaso estaba ¿nervioso?.

Estaba evaluando, su expresión.

- Esta bien, estoy libre-Dije al fin, como si nada. Pero me preocupa el echo, de que pueda malinterpretar las cosas.

Asintió, con una sonrisa en los labios. Y salio a su aula.

Madre santa, en que me he metido.

Las siguientes horas, pasaron casi tan lentas y torturantes que de que costumbre, la verdad es que, álgebra, matemática e historia no eran mi plan de un día divertido.

Ya en casa, me despoje de la falda negra, y la camisa manga larga blanca, de la cual consistía mi uniforme.

Mientras me disponía a dormir, recibí un mensaje.

La fiesta es a las 8pm.

Camilo.

A lo que le di una respuesta rápida.

Pasa por mi a las 7:30pm.

Ya eran las 6, me había quedado dormida, al darme cuenta salte de mi cama como loca.

- ¿Ya terminaste la orgía?- Dijo mi hermana Kate, desde el umbral de la puerta, sus ojos marrones se veían cansados, y su cabello rubio caía desordenado a los lados, tenia puesto una camisa de pijama y unos shorts cortos, que resaltaban sus largas piernas, sus brazos se encontraban cruzados sobre su pecho, y su rostro definido tenia una expresión divertida.

- No, estábamos esperando a que llegaras, ¿verdad, chicos?- Dije entrando al baño, sin esperar respuesta.

Cuando salí me vestí lo mas rápido que pude, opte por un vestido rosa pálido con detalles en nude, ajustado a mi cuerpo y sobre las rodillas, que hacia que mis largas piernas, se vieran de muerte, junto a unos zapatos de punta color nude, y un maquillaje delineado en los ojos, y una ondas naturales caían en mi largo cabello.