Mi Primer Amor (VCEP2)

Capítulo 12

Maratón 2/3

Era viernes y en verdad estaba nerviosa, a lo largo de la semana no había visto a Nicolas ni a Wade, era preocupante, ya que Nico por ejemplo nunca faltaba a clases. Con respecto a mi familia había hablado con mi hermano el cual me había rogado que fuese a casa ya que las cosas estaban algo tensas, también había recibido llamadas de mis abuelos, los cuales me decían que fuese y hablara con mis padres que todo tenía una solución, así que hoy tenía que tragarme mi maldito orgullo e ir hablar con ellos, además tenía que coger algo de ropa para esta noche.

  — ¿Hoy irás a hablar con ellos verdad?— preguntó Paul mientras yo preparaba el desayuno.

— Si— suspiré—Espero que todo se mejore, me hacen falta.

— Pudiste ir hace mucho, pero te negaste.

— Lo sé, es que quería que ellos me buscaran, pero no fue así.

— Pues espero que se mejore todo— se encogió de hombros.— ¿Vas a ir a las carreras hoy?

— Si.

— Espero que papi te deje— dijo divertido.

— Yo también, da igual, ellos eran peor que yo, no sé porqué vienen a regañarme.

— No lo sé, hoy habla con ellos, explicales como te sientes, ¿vale?

— Eso haré, sino, espero que me adoptes.— el solo rió y negó con la cabeza.

— Hablando de carreras, ¿Las chicas van a ir?

— Emily si, Cami dijo que no.

— ¿Porqué?— dijo algo frustrado.

— A ella le gusta quedarse en casa, no es una chica de riesgos.

— Que mal— dijo,

Era ahora o nunca, tenía que enfrentar a Paul, no podía seguir ocultando que algo ocurría entre ellos.

— Paul, ¿yo soy tu mejor amiga?

— Eh si, creí que ya loo sabias.

— Y entonces, ¿me contarías si estuvieses saliendo con alguien?

— Claro.

— Muy bien, entonces, ¿Que ocurre con Cami? Y antes de que intentes negarlo el otro día la vi salir de tu habitación.

El suspiró.— Esta bien, te lo diré, estamos intentando ser amigos.

— ¿Seguro?

— Si.

— Entonces, fingiré que te creo.— sonreí— Pero si me entero que es falso, no te lo perdonaré.

— Sisi tranquila. 

— Bueno, vamos a estudiar.

(...) 

Estaba nerviosa, entrar a mi casa me estaba ocasionando nervios, ¿porqué? bueno por qué no sabía como estaría la situación detrás de la puerta.

—Hola— dije tímidamente. — ¿Están en casa? 

  — ¿Bella?— dijo mi madre saliendo de la cocina, estaba en ropa deportiva, por lo cual deduje que no había ido a trabajar.

— Mamá— sonreí y ella corrió a abrazarme y yo le devolví el abrazo.

— Que bueno que regresaste— dijo al borde las lágrimas.

— No llores mamá, por favor, me siento peor— suspiré—  Lo siento por comportarme así.

— Hija, no, ven hablemos.