En El Camino (Katniss y Peeta si no hubiesen ido a los juegos)

Una Mellark

Antes de iniciar (aquí no lo había hecho JA!)
~Esta letra narra Peeta.
~Esta letra narra Katniss.

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El ruido de los cubiertos y el masticar de los alimentos, uno que otro grillo y otros animales nocturnos que se encuentran fuera de nuestra casa es lo único que se escucha en la mesa.

Mi madre se sienta a la mesa, sus ojos van de un lado a otro. Espera que hable. Unas voces se escuchan fuera de la casa. Los ojos de Prim siguen fijos en mi. ¿Cómo inicio?

Mi padre me observa desde antes de sentarnos a cenar, sabe que hay algo que debo decir. Me conoce. No tengo miedo a hacerlo; pero quiero hacerlo bien. Y no sé cómo iniciar. Dejó los cubiertos a la mesa y dirijo mis ojos a los de mi padre. Él me ve, deja los cubiertos también, se limpia la boca.

—¿Estas listo para decirnos?—su voz me da confianza, mi madre lo observa y luego a mí.
Mi hermano sigue masticando sin decir palabra, solo mirando.

—Sí.

Prim estira la mano sobre la mesa y acaricia mi brazo.
—¿Quién es?— me pregunta con una sonrisa.

La observo y es todo lo que necesito para hacerlo.

—Supongo que lo sabes— contesto cautelosa; mientras una sonrisa se forma y siento mis mejillas teñirse solo de pensar en él.

—Peeta Mellark— dice ella y suelta una risita dulce. De pronto en mis labios se escapa una similar y de reojo veo a mi madre levantar una ceja.

Giro el rostro avergonzada de lo que salió de mis labios y veo a mi madre esperando una reprimenda de su parte  y claro está, una explicación.

—vuelve a reír así— dice mi madre sin dejar de verme.

Mi cara debe ser de sorpresa total porque esas palabras no me las esperaba.

—Hace unas semanas terminé mi relación con Delly—aún no termino de hablar y mi madre ya se a puesto roja con esa simple frase. Así que continúo antes que inicien sus gritos
—Decidimos no decirlo, ella me lo pidió. Acepté por respeto a ella; pero..

—¡¿Cómo que terminaste con Delly?!—la voz de mi madre resuena en la casa y estoy seguro que hasta unas cuadras mas allá. —¡si serás estúpido!, ¿qué esperas encontrar pedazo de porquería? ¿Crees que alguien más va a fijarse en ti? ¿Acaso crees que tu linda cara e ideas babosas y melosas te traerán a alguien de mejor posición?

—Mamá, tal vez Peeta no fue el que terminó con ella, quizá fue Delly— dice mi hermano tratando de calmarla.

Decido ser claro de una vez.

—Yo terminé con ella— interrumpo a mi hermano dejándolo con las palabras en los labios.

—¡Imbécil!— grita mi madre en cuanto digo eso.

—Jamás te oí reír así— dice mi madre y sus ojos dejan ver emoción a la par que se le llenan de agua.
—Nunca Katniss. No desde que murió tu padre— una lágrima escapa de su ojo derecho y ella lo limpia de inmediato y con la otra mano se tapa la boca que ahora dibuja una sonrisa.

—Mamá...- se me forma un nudo en la garganta.

—Debemos agradecérselo a Peeta Mellark— dice mi patito y nos hace reír a todas.

—¿Así que Mellark?— pregunta mi madre observándome y dándome esa mirada maternal que pocas veces, desde que murió papá, le he visto.