Narra Murdoc
Después de hablar con Noodle quedé muy pensativo. Me sentía extraño, como enfermo. Quizás era hambre, así que bajé a ver que podía almorzar. Había arroz con verduras. Después de comer fui a ver a Russel y llevé unas cervezas para mí.
-¡Hey, Russ! – grité.
-¡Murdoc, qué onda, bro! – dijo con entusiasmo.
-Vine a ver si necesitas algo... te hubiese traído cerveza, pero por más que traiga no serán suficientes para ti – dije riendo.
-Gracias de todas formas, bro. Estoy bien, no necesito nada.
-Bueno, entonces mientras charlamos voy a beber unas cervezas, ¿no te molesta?
-Claro que no. Me gustaría, pero pronto recuperaré mi tamaño y podremos tomarnos varias.
-Cuando volvamos puedo conseguir ayuda para ver eso de tu tamaño.
-Gracias, bro... pero ¿volver? ¿Cuándo?
-Pronto, un par de días más. Quería decírselo a Noodle y al cara de simio... Por cierto, ¿Dónde están ellos?
-Están allá lejos – dijo indicando – Noodle le pidió a 2D que le mostrara la playa.
-¿Y por qué fueron solos? – dije molesto.
-Déjalos solos, bro. Sabes que esos dos eran inseparables. Tienen que ponerse al día. Además ambos estaban muy deprimidos.
-Sí, pero que a ese no se le ocurra ponerle un dedo encima a mi niña.
-Murdoc, estás celoso – río Russel.
-¡Claro que no! – respondí.
-Sí, como un padre que sospecha de algún amigo de su adorada hijita – dijo con tono burlón.
-Sólo que no quiero que ese imbécil... no es buen partido para ella.
-¿Por qué? ¿Acaso crees que podría pasar algo ahí?
-No lo sé, siento que el idiota es demasiado amable con ella.
-Y ella con él también. Siempre se han llevado muy bien.
-Sí, sobre todo después desde que nosotros llegamos a los Kong Studios y nos enteramos de que ellos estuvieron solos por meses – dije molesto – Desde ahí que tengo más que vigilado y sentenciado al Face Ache.
-¿Tú crees que pasó algo en ese entonces? – preguntó Russel.
-No lo sé. Pero es sospechoso.
-Yo hablé este tema con Noodle cuando llegamos a los Kong Studios. Ella me prometió que no había pasado nada. También le pregunté a D, pero creo que no entendió. 2D es demasiado ingenuo como para haberse sobrepasado con Noodle, él siempre la ha visto como su hermana, como su mejor amiga. A mí me preocupaban los sentimientos de Noodle, por eso tuve una conversación con ella.
-¿Qué demonios quieres decir con los sentimientos de Noodle?
-Quiero decir que cuando nosotros llegamos yo noté que ella se deprimió. Quizás le gustaba 2D en ese tiempo.
-¿Qué, qué? ¡Voy a matar a ese infeliz! – dije eufórico.
-Calma, Murdoc. Si realmente hubiese pasado algo nosotros nos hubiésemos dado cuenta. Además es algo que sólo vi en Noodle. Dents es demasiado distraído como para haberse dado cuenta y en ese tiempo él seguía sufriendo por Paula. Quizás todo eso tenía a mi pequeña deprimida.
ESTÁS LEYENDO
Desde El Mañana
أدب الهواةCuenta una leyenda oriental, que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos meñiques. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni el tiempo que pases sin verla, ni en qué parte del mundo estén uno del otro...