Capítulo 30

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Narra Noodle

-Noods. Despierta – susurró – Hey, ya amaneció – quitó mi cabello del rostro.

-Too-chi – musité adormilada.

-No querías despertar, bella durmiente – abrí mis ojos y él estaba sonriéndome.

-Podrías haberme besado para despertarme – pensé – Lo siento, Too-chi – dije intentando levantarme. Pero mi cuerpo estaba tan adolorido que volví a caer a la cama.

-¡Hey! No tan rápido – exclamó preocupado – Voy a ayudarte con mucho cuidado. Recuerda que estás herida – yo suspiré.

-Sí... La otra vez cuando peleamos con Cyborg, yo usaba guantes... Y más bien la esquivaba para quitarle el arma... Esta vez la destruí a prácticamente golpes. Además de que me dije Oce... - me detuve – Bueno, esas palabras que tú sabes...

-Sí... Pero esta vez no las necesitaste – sonrió - Espérame. Iré a cambiarme ropa al baño y luego vendré a ayudarte – se puso de pie y buscó ropa limpia en sus cajones.

-Ten cuidado, por favor...

-Lo tendré, no tardaré – sonrió abriendo la puerta con mucho cuidado.

Sólo tardó unos minutos cuando ya estuvo de vuelta.

-¿Estás lista? – sonrió.

-Creí que tomarías una ducha...

-Prefiero desayunar contigo, y así acompañarte a ver a Cyborg...

-¡Sucio! – reí.

-Hey, me baño todos los días – río – Puedo hacer una excepción.

-Sólo molestaba. Además... Hueles bien - me sonrojé.

-¿E... eso crees? – preguntó algo nervioso.

-Pues sí – reí nerviosa.

-G...gracias – río - ¿Vamos? – sonrió.

-A... ¿A dónde?

-¿Cómo que a dónde? – se acercó a mi - ¡A desayunar!

-Ahh, sí – reí.

-Vamos, Noods – me tomó por debajo de los brazos con mucho cuidado hasta dejarme sentada al borde de su cama. No pude evitar lanzar un quejido de dolor – Sólo una vez más – sonrió dándome ánimo. Me tomó de la misma forma y me puso de pié – Eso es – sonrió quitando mi cabello del rostro – Tienes tu ojo un poco morado, y tu labio algo hinchado, Noods – dijo preocupado.

-¿Es mucho? – pregunté.

-No. La verdad me esperaba algo peor... Yo creo que mañana ya estarás mejor – me dedicó una tierna sonrisa – ¿Puedes caminar bien?

-Creo que sí, sólo no podía levantarme.

-Entonces vamos, tú ve detrás de mí.

Con mucho cuidado se dirigió a la puerta para abrirla sin que lanzara ningún ruido. Comenzamos a bajar con mucho cuidado. Yo estaba muy adolorida, y me costaba bajar, por lo cual me aferré al posa manos de la escalera. Una vez abajo oímos un chirrido metálico que venía desde el primero piso. Tuve miedo de que fuera Cyborg, y sin pensarlo tomé el brazo de 2D. Él se detuvo y se inclinó para asomarse por la escalera.

-¡Vaya, Noods! – exclamó - Creo que no se movió de aquí en toda la noche.

Avanzó y yo lo seguí. Ambos nos quedamos parados observando desde la escalera cómo Cyborg seguía retorciéndose tal cual quedó la noche anterior.

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