Narra Noodle
-Pasa, amor – dijo con suavidad luego de tocar levemente su puerta.
Cerré la puerta cuidadosamente mientras él se hacía a un lado en su cama dedicándome una hermosa sonrisa. Inmediatamente me senté a su lado y él me recibió con un gran abrazo.
Han pasado tres semanas desde que Stuart y yo nos dijimos lo que sentíamos el uno por el otro, y créanme que éste tiempo ha sido maravilloso. Stuart es un chico muy dulce y amable, pero desde que estamos juntos, lo es aún más. Personalmente me siento muy feliz, y lo más importante es que puedo notar que él también lo está, y creo que nunca lo había visto plenamente feliz como ahora.
Todas las noches vengo a dormir con él, ya que es prácticamente el único momento del día en que podemos estar juntos como pareja, pues Russel ya tiene el tamaño para vivir dentro de la casa y para qué hablar de Murdoc. Aún no le hemos dicho nada a nadie, incluso a quienes ya sabían sobre nuestros sentimientos, como Russel, Damon o Jamie. Ya lo hablamos con Stuart, y creemos que por ahora es mejor la discreción incluso con ellos porque recién estamos conociéndonos en este aspecto y lo estamos intentando. Por lo tanto para el resto sólo somos muy buenos amigos, aunque a veces sentimos que se percatan, pero nosotros sólo ignoramos sus preguntar riéndonos de la situación.
Seguramente se están preguntando si hemos tenido relaciones sexuales, pero la verdad es que no. Ambos acordamos en tomarnos todo con calma, ya que no queremos estropear nada entre nosotros por actitudes impulsivas. No quiero decir que eso sea algo malo, pero no se ha dado el momento y no es necesario provocarlo o forzarlo. Aprecio mucho el respeto que Stuart tiene hacia mí en el sentido de que realmente siento que disfruta cómo hemos estado llevando esto, y no siento que él se esté reprimiendo en ningún sentido. Eso es algo que me da mucha seguridad, ya que estoy segura de que él no me presionará a hacer nada y cuando suceda será porque se dio con naturalidad y cuando ambos estemos listos. Si bien no tenemos una relación formal, no es necesario tenerla para que esas cosas pasen; aunque voy a admitir que realmente siento que esto va por un muy buen camino.
-Te estaba extrañando – dijo acariciando mi espalda.
-Y yo a ti – dije hundiéndome en su cuello para besarlo.
-Haces que se me erice la piel – rio nervioso.
-Pues empieza a acostumbrarte – me aparté para dirigirle una mirada coqueta rodeando su cuello con mis brazos.
-N...nodos – rio sonrojado – A...aún me cuesta un poco acostumbrarme a tanto cariño – dijo nervioso.
-¿Por qué, Stu? – reí coqueta – Es lo que mereces, y quizás necesitas más – dije para luego besarlo mientras lo recostaba sobre su almohada.
Luego de besarlo un momento, me aparté lentamente hacia arriba. Él continuó con sus ojos cerrados y estiró sus labios hacia mí de forma muy tierna insinuando que quería que siguiera. Tal gesto me pareció adorable y gracioso al mismo tierno, por lo que no pude evitar lanzar una risa.
-¿De qué te ríes? – rio sonrojado – Tú misma dijiste que quizás necesitaba más... Y a decir verdad pienso lo mismo – dijo jugando.
-¿Ah, sí? – reí acostándome a su lado.
-Sí – sonrió embobado acariciando mi cabello – Tú también – me besó tiernamente – Y... me gustaría que pudiéramos salir.
-¿Salir? –dije entusiasmada - ¿A dónde?
-De poder salir, podríamos ir a cualquier lado, Noods. Como amigos, como hemos salido las últimas veces. Pero no podemos salir como... tú sabes... Tú y yo...
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Desde El Mañana
Fiksi PenggemarCuenta una leyenda oriental, que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos meñiques. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni el tiempo que pases sin verla, ni en qué parte del mundo estén uno del otro...