MIJAIL
Echaba de menos encontrarme en el mar, la última vez fue cuando estaba confundido con lo que sucedía con Elpida y me había desaparecido, pero ahora, ahora era completamente diferente, veníamos a disfrutar, a estar todos juntos en familia, sí nuestra familia, con nosotros venían mi hermanita con mi mejor amigo que ahora en realidad era mi hermano; también nuestros amigos Ari y Gabriela junto a Hans y en el camino se nos uniría mi hermano.
Después de todo lo que había sucedido estos meses necesitábamos vacaciones y qué mejor que hacer un tour por las hermosas islas griegas.
Estoy solo en la cubierta superior, ya es bastante tarde y todos estaban agotados así que se han ido a dormir. Detrás de mí hay un jacuzzi pero la verdad es que solo, no tengo ganas de probarlo, me inclino por la borda de donde me encuentro y tengo a la vista el mar y el cielo que se unen en una oscuridad sin límite.
Mi pensamiento me lleva hace un tiempo atrás no muy lejano.
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Llevo conmigo seis cervezas, sé que Elpida y Nefeli han ido al cine y mi amigo está solo, así que creo que ha llegado el momento de tener la conversación que tanto hemos retrasado.
Toco el timbre y Strato abre la puerta, se ve mucho mejor ya no lleva el yeso pero si una muleta para no poner todo el peso en el pie golpeado.
-Creo que llegó el momento de convertirte en hombre. -lo molesto mostrando las cervezas.
-Eso lo veremos. -Me saluda como siempre- nos sentamos en el balcón, las chicas han dejado algo para picar preparado y poder ver el partido.
-Bien. -así que me dirijo a donde me señala y claro como anunció, habían platos con quesos, otros con diferentes jamones y otros con diferentes verduras.
Al principio nos sentamos en un incómodo silencio, no sabía cómo comenzar la conversación que tanto me angustiaba.
-Sabes. -dijimos los dos a la vez. Nos reímos como dos niños, algo que hacíamos hace años, algo que me dio a entender que todo este ambiente era una mierda, éramos amigos, no, éramos algo mucho más que eso, éramos hermanos de vida y ahora en un futuro no muy lejano nos convertiríamos en familia.
-Bueno. -Dije- como mayor el turno es mío para hablar primero. -me burlé.
-Está bien viejo, tú dirás. -se recostó en el asiento donde se encontraba y me miró atentamente-. Pero primero que nada, respóndeme algo.
-Dime.
- ¿Por ella es que te fuiste del país?
-Sí. -No podía seguir sentado, necesitaba decirle todo lo que sucedía hace años-. Era imposible seguir a su lado y sentirme de tal manera -lo miré directo a los ojos- no aguantaba cuando me decías que llegaban pretendientes a la casa por ella y la última vez que la vi supe que estaba perdido. -paso mis manos por el pelo, esto es como estarle pidiendo la mano de la mujer que amas a tu suegro o mucho peor, porque estoy seguro que podría ganarme un puñetazo sin más de su parte.
- ¿Por qué no me dijiste nunca nada?
- ¿Qué querías que te dijera? ¿Sabes Strato estoy enamorado de tu hermanita que aún no había cumplido bien los dieciocho? -Hago una mueca con la boca- ¿Crees que habrías reaccionado bien? Porque para serte sincero yo no lo hubiera hecho y más encima, nunca supe de los sentimientos de ella hasta ahora.
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TÚ, MI ESPERANZA Y MI SALVACIÓN
Losowe¿Cómo contar mi historia en unas cuantas líneas? Sería un puto desastre. ¿Qué si hay una chica? ¡Pues claro! Siempre la hay. Vivía bien, la ayudaba en sus momentos más difíciles y como un estúpido me enamoré de ella y por el bien de ella me largué...