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—¿te encuentras bien? —preguntó el peli negro desde lejos mientras corría hacia la castaña para abrazarla.

Ésta, con un poco de confusión correspondió al abrazo.

—¿de qué hablas?

—oí que te pegaron unas chicas, dejame ver —marcos comenzó a inspeccionar el rostro de la castaña y se percató de un moreton en la mejilla izquierda.

La castaña apartó las manos del chico y se quejó.

—no es nada... —contestó seria.

—tus nudillos estan rojos —dijo y le tomó la mano para que ella misma se observara.

—te dije que no es nada, de todos modos les di su merecido —se cruzó de brazos.

Marcos sonrió.

—¿chica mala eh? —le sacó una sonrisa a la castaña.

—bueno, no fue mi culpa que ellas me provocaran.

—¿que te dijeron?

—lo mismo de siempre, pero dejémoslo de lado, ¿que haces aquí? —preguntó esta vez sentandose en el cesped del jardín delantero del instituto.

Marcos opto por hacer lo mismo y le sonrío.

—entregue mi proyecto, es una suerte que la profesora lo aceptara, aveces parece que le caigo mal —ambos rieron.

—yo espero a marinette, hoy iremos de compras, dice que tengo que despejarme.

Marcos asintió con una sonrisa para luego quedar en silencio, no sabían de que otra cosa hablar, hasta que marcos abrió la boca— ¿qué haras con aquel problema?

Los ojos de la castaña se encontraron con los de él, no quería preocuparse por eso ahora, le costó mucho no pensar en eso, pero era imposible.

—no lo sé, hablé con adrien al respecto, pero no le importa —dió un suspiro— supongo que no me quedará nada más que hacer.

—¿quizás llamar a la policía?

—no servirá...

—entonces... no haras nada.

—olvidemos éste tema, no seguiré soportándolo más.

—bien.

(...)

La cama chilló en cuanto el rubio se lanzó a ella, posó un brazo en su frente y suspiró.

Había decidido hacer un intercambio con los apostadores, pero querían a la chica, ¿para qué? Habría un buen pago por ella.

Se la llevarían lejos, a donde los compradores quisieran, adrien no lo permitiría, tenía algo en mente, pero no sabía muy bien como resultaría todo.

Su laptop se hayaba alado suyo, por lo que se dispuso a abrirla, se incorporo en el borde de la cama en cuanto vio una llamada de nino por Skype.

Rapidamente tecleó en el icono verde y el chat se abrio dejando ver al moreno en su escritorio sonriendo.

—¡hey hermano que cuentas! —saludó nino alegremente.

Adrien sonrío, le encantaba hablar con su mejor amigo, aun que estuvieran separados.

—que tal nino, ¿como te va en los ángeles? —preguntó desanimado, algo que nino notó.

—¿qué pasa? —su expresión cambió a una de preocupación, pero adrien sólo sonrió de manera simple.

(Editando) Bullying ━ adrien Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora