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—¡a un lado zorra!—la chica le dio un leve empujón en el hombro de la castaña, tambaleándose al momento.

La otra chica que la acompañaba carcajeó y caminó junto a su amiga de nuevo.

____ dio un suspiro y cerró su casillero con fuerza, dio media vuelta y fue directo a su clase. Justamente llegó la azabache para hacerle compañía, esta tenía una sonrisa en su rostro.

—hola —saludó tomando las correas de su mochila.

—ah, hola mari.

—¿todo bien?—dijo viendo la cara de preocupación de su amiga.

-hmm si ¿por qué ?

-mujer, ¡sufres de acoso escolar y me dices que todo esta bien! Obvio no lo estas—reclamó .

—¿entonces porqué preguntas si ya lo sabes?

—¡bueno ya!

Ambas sonrieron y entraron al salón antes de que el profesor cerrara la puerta del aula.

La clase fue normal, pero a la castaña le costaba concentrarse, era como si de pronto tuviera dolor de cabeza, dejó el lapiz en medio del libro y suspiró pesadamente mientras se tomaba la cabeza entre las manos.

Marinette la miró un segundo y luego volvió al trabajo.

Mientras tanto en otro lado, adrien se encontraba en clase de inglés, sin embargo él tampoco lograba concentrarse, algo rondaba por su cabeza.

Quizas ¿culpa? no, eso jamás.

La clase era callada, y ¿cómo no? Si la profesora era mas gruñona que su padre, pero adrien era el favorito de la clase, el "siempre saco 10 en los examenes y tareas".

Algunos tenían envidia de él, pero sabían que no era conveniente meterse con el rubio, si ya de por si tenía problemas con la castaña, no querían ver de qué otra cosa era capaz.

—chicos, ire un momento a la dirección, recuerden que cualquier ruido o escandalo que escuche les dejare tarea extra.

Todos respondieron un al unísono. Se acercaba fin de semana y no querían pasarla con tarea extra.

Tan pronto se fue, todos se levantaron de sus asientos para charlar con sus amigos, uno que otro trataba de terminar la tarea, pero adrien se quedó ahí mismo sentado, no podía negarlo echaba de menos a su mejor amigo nino.

Por desgracia él ya no estudiaba en paris, pero tenia la suerte de hablar con el por las tardes en skype, aunque adrien ahora fuese una persona seria seguía siendo el mismo de antes con el moreno, eso le gustaba, incluso quería regresar a su yo de antes.

Mientras jugaba con su anillo, no se dio cuenta que una chica lo estaba hablando, se dio la vuelta mirandola fijamente, esta sonrio satisfecha y hablo.

—¡hey adrien! Esta noche haré una fiesta ¿vienes?

—¿esta noche?

La chica asintió.

—no puedo, tengo cosas que hacer—contestó volviéndose a su libreta.

—tú siempre tienes cosas que hacer, en fin si cambias de idea, es a las nueve en punto—concluyó y volvió a su asiento.

La pelinegra tenia razón, adrien era un chico ocupado, pero no era su culpa.

Por un lado estaba la escuela y por el otro la ciudad.

Así es, Adrien se convertía en un chico gato con traje de latex negro muy ajustado para pedir dulces.

Mentira.

Era un héroe, pero no el mismo heroe de antes, es cierto que hacía muy bien su trabajo, pero ya no hacía chistes malos ni le causaba molestias a ladybug.

Ahora era por su cuenta, ni si quiera estaba interesado por la mariquita, la había superado.

Ring ring ring

La clase había terminado, todos salieron como bestias salvajes del salón, adrien fue el ultimo pero no le importaba.

(...)

Las paredes extensas de concreto hacían parecer a la preparatoria un internado, pero era para más seguridad.

La castaña caminaba de un lado a otro con la azabache, intentando memorizar un discurso que pedía el profesor de español, lo bueno; era para mañana, lo malo; era a primera hora, lo peor; era la segunda de la lista.

—vamos deja eso ya, lo puedes aprender en tu casa—decía marinette intentando calmar los nervios de su amiga.

—lo dices porque tú eres casi la ultima que pasará —sonrió.

—algunos nacemos con suerte.

____ rodó los ojos.

—oye, eh escuchado que habrá una fiesta hoy, ¿quieres venir?

—no.

—tal vez no esté adrien.

—dije que no.

La azabache suspiró rendida y volvió a lo suyo.

—lo lamento, sólo intento ayudarte.

—y lo aprecio pero creo que por ahora no pienso volver a una fiesta, pero... si quieres podemos ver una película en mi casa—dijo y levantó las cejas.

—hmm, suena bien.

Mas tarde, nathaniel y ____ regresaron a casa juntos como siempre, se despidieron al momento en que la castaña entró a su casa, mas bien era rentada.

Subió a su habitación y se puso algo más cómodo, por desgracia cuando buscaba algo de comer en el refrigerador se dio cuenta que no había nada.

Con una mueca en el rostro, se puso los zapatos y salio de casa para comprar algo de comer.

Se dirigio al centro en donde se encontraban muchos locales de comida, la gente pasaba de aqui a haya, platicaba, comía etc. La castaña se acercó a un puesto de comida china y pidió arroz cocido con verduras, algo no tan común para ella pero es lo que le alcanzaba.

Aunque sus padres pagaran los estudios sabía bien que debía empezar a ganar dinero por si sola, no quería que sus padres tuvieran problemas económicos más adelante.

Quería trabajar, quizas algo sencillo, ¿tal vez mecera? ¿niñera? Todavía debía pensarlo bien.

Mientras ____ esperaba su arroz, un chico se acercó a la caja de pedidos y la miró sonriente, más sin embargo la castaña no prestaba atencion a su alrededor.

—¡hola! —habló el chico.

____ lo miró desconcertada, y luego sonrió.

—ah hola.

—me presento, soy Marcos wood—dijo tendiendole la mano.

—¡____ Brown!—estrechó su mano con la de él— un gusto.

Marcos no era para nada feo a decir verdad, era encantador, tenia ojos claros color miel, tez entre blanca y morena, cabello negro rizado y era de media estatura.

Podría decirse que mientras mas hablaban más se entendían, tenían algunos gustos similares, a los dos les gustaba el anime, los comics, mangas, incluso marcos acepto tener una preferencia por el k-pop.

Algo que sorprendio a ____, era la primera vez que oía a un chico decir que le gustaba ese tipo de musica.

Eso le agradaba, que fuera diferente, así conversaron toda la tarde hasta caer la noche.

(Editando) Bullying ━ adrien Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora