(Editando) Bullying ━ adrien Y Tú.

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La castaña carcajeó ante la locura del peli negro, era igual de raro que ella, él le había propuesto a ella lanzarse a la alberca de pelotas de colores en medio de toda la gente observandolos.

Ella sonrió ante la idea —que era muy tentadora— y asintió.

—hablo enserio —afirmó marcos.

—lo sé, me gusta la idea.—sonrió— pero... eso implicaría que los niños nos corrieran, son muy envidiosos.

—oh sí.

Por alguna razón la castaña se sentía muy agusto cuando estaba a lado de él, se sentía más segura, tenía más confianza, y le gustaba.

Mientras ellos observaban con interés la alberca de pelotitas, una chica dejó dos sodas en la mesa donde se encontraban.

Los dos le agradecieron y se dispusieron a beber un poco.

—sabes... me gusta este tipo de clima, es frío y caliente a la vez —habló la castaña.

—A mí me gustan más los dias lluviosos, cuando era niño, mi madre decía que al llover siempre salía al patio para mojarme, pero que días mas tarde me encontraba enfermo debido a eso —sonrió al recordarlo y ____ se lo devolvió.—creo qué es por eso mismo que me gusta tanto...

—lo siento...

Marcos miró a la castaña con un extraño brillo en los ojos, uno que a cualquiera podría atraer, pero que sólo iba dedicado para ella.

Se relamió los labios y ____ le sonrió.

Un rato mas tarde los dos se encontraban en el centro de la ciudad, en donde los puestos de comida y tiendas de ropa no faltaban, como ya era un poco tarde había frio.

Por lo que el peli negro le dió su chaqueta roja a ella.

Él como siempre iba casual, pantalones de mezclilla rasgados, vans blancas, playera a rayas negra y blanca y la chaqueta que usaba la castaña.

Comparado con ____, marcos se veía mucho mejor, ella solo traía unos jeans negros, zapatillas cafes y playera amarilla con el logo de la letra "R" en negro.

Pero eso no era lo que importaba, ellos se la pasaban bien juntos, sin importar qué.

Los chicos fueron de tienda a tienda haciendo bromas y jugando con la ropa.

Después entraron a un karaoke, en donde la castaña se desató cantando, y aunque no fuera muy buena, él le aplaudía con diversión, pronto fue su turno, canto dos canciones con un poco de pena, pero todo lo olvidó al cantar con ella.

Pidieron pizza, papas, helado y todo lo que les fuera posible entrar en el estomago.

Salieron del lugar en cuanto acabaron, eran las cinco con treinta minutos, tenían toda una tarde para ellos solos, marcos propuso entrar al acuario, donde las sorpresas no terminaban.

La castaña quedó fascinada con las miles especies de peces que habían a su alrededor.

—¡mira ese, es nemo! —sonrió al ver al pez detrás del cristal.

—falta dory —bromeó marcos.

—¿vendrás conmigo a ver buscando a dory? —le preguntó la castaña.

—¿es una cita?

—eh... yo.—titubeó con las mejillas rojas, marcos carcajeó cubriendo su boca.

—en cualquier caso, seré un viejo comparado con la multitud de niños que iran a verla.

—seremos —sonrió junto a él aún con la cara roja.