Capítulo 1

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-¡MIERDA! -Grito antes de levantarme del suelo tan rápido como puedo y esquivar una patada de mi contrincante, Katrina. Doy un salto y le hago una llave apretando mis piernas alrededor de su cuello para lanzarla al suelo e inmovilizarla. Una vez hecho me agacho hasta su oreja y le susurro: ¿Qué?, ¿se está bien ahí abajo? Me río mientras me levanto y le ofrezco la mano para ayudarla a levantarse.

-Bien chicas, buena pelea. Katrina, debes estar más atenta. Lisbe, bien hecho. -Nos habla mi superior, Alfred Cooper- Pero Katrina, ¿no deberías estar con tu grupo entrenando?, y Lisbe... ¿tú no deberías estar practicando el combate cuerpo a cuerpo con los de tu equipo?

-Venga Alfred, sabes que a nosotras nos gusta entrenar juntas... -Me quejo frustrada de la misma historia de todos los días. Pero este me mira con cara de pocos amigos y me hace una seña hacia la derecha, donde está mi equipo.

Me dirijo hacia ellos y me pongo a entrenar. Mi grupo está formado por Cameron, Leslie, Mark, nuestro superior Alfred y yo. Pertenecemos a una organización de espías, la SAO (Specials Agents Organization) y nuestro deber es entrenarnos duramente cada día para no fracasar en nuestras misiones, en las cuales ponemos en riesgo nuestras vidas para proteger a las personas que piden de nuestros servicios. No somos muchos espías en la agencia y estamos divididos en grupos de cinco personas que estamos obligados a entrenar juntos desde que entramos en la organización.

Nos ponemos a correr para calentar un poco antes de entrenarnos en el campo de la lucha, pero cuando intento adelantar a Leslie, me pone la zancadilla e impacto contra el suelo. Me levanto de un salto con rabia y me encaro a ella dándole un empujón.

-¿Cuál es tu maldito problema? -Le hablo apretando los dientes. No tengo mucho autocontrol- ¿No soportas que sea más rápida que tú?

-¿Tú más rápida que yo? Qué más quisieras... -Se ríe. ¿De qué forma moriría más dolorosamente?

Se nos acerca nuestro superior a paso decidido, como siempre que discutimos, y aprieta la mandíbula intentando no perder los estribos.

-Ya está bien chicas, ¿no podéis estar un día sin pelear?

No, la verdad es que desde que estamos en la organización no hemos parado de pelear. El peor día fue cuando nos dijeron que seríamos parte del mismo grupo. Leslie Turner siempre intenta pisarme y hacerme quedar mal ante todos. Ella y yo somos las espías que entramos más jóvenes a la organización.

Entramos a los 9 años y las dos por el mismo motivo, porque nuestros padres son espías y esto se hereda. Ahora tenemos ambas 18 y, en tan solo 9 años, hemos conseguido triunfar en 49 misiones y solo hemos fracasado en 7. Sí, llevo la cuenta. Somos las agentes más jóvenes que han ganado más misiones en tan pocos años. Somos buenas en lo que hacemos, pero ella siempre se ha creído superior a mí.

Yo quiero llegar a tener éxito en 50 misiones para poder convertirme en una agente superior, como una vez lo fue mi madre, y Leslie quiere lo mismo porque sus padres la presionan mucho. El problema es que solo se le permite a una persona por año convertirse en agente superior, y solo el año de su 50 misión. Si hay varias personas que hacen su 50 misión el mismo año deben enfrentarse en un combate cuerpo a cuerpo y quien gane será el nuevo agente superior y se le asignarán 4 agentes especiales para que los instruya y los guíe en el mundo de los espías. Si pierdes este combate ya no tendrás más oportunidades para convertirte en agente superior y seguirás en el mismo rango de agente especial. Así de duras son las cosas...

Iba a responder, pero veo que todo el mundo se queda callado y se centran en la gran pantalla virtual que aparece en la sala de entrenamiento. Es una noticia en la que sale hablando un periodista sobre algo importante. Al parecer es algo sobre un hombre doctorado en geología en la universidad de California, los Ángeles (UCLA).

A Punta De PistolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora