Ya es viernes. Llevo un par de días MUY aburrida por culpa del agente de pacotilla de la AAS, porque el muy idiota lleva días sin aparecerse por aquí, y me aburro como una ostra. ¿Qué le habrá pasado? Necesito desquitarme con alguien y pelear, sino el estrés se encierra dentro de mí y explotaré. Por suerte, en un rato tengo clase de educación física y podré pelear con cualquiera que se atreva a enfrentarse a mí.
Me cambio de mi uniforme azul marino a unas mallas negras, y una camisa ceñida roja de tirantes. Me calzo mis deportivas y salgo de mi habitación pillándome en el salón con Nicole y su guitarra.
-Ey, ¿te vienes a clase? -Interrumpo su sesión de música.
-Estoy pensando en hacerme la enferma... -Hace un puchero- No quiero correr en educación física.
-Venga, que no es para tanto, exagerada. Levanta el trasero y... ¡A CLASE!
Se levanta de un salto por mi grito y se tropieza con sus propios pies haciendo que vuelva a caer, cosa que me hace reír mucho.
-¿Te estás riendo? -Me mira extrañada- Tú nunca ríes...
Se vuelve a levantar con una enorme sonrisa y se lanza encima de mí dándome un abrazo. La aparto de un empujón sin importarme parecer grosera.
-No te emociones, que no me gusta el contacto con la gente. No me vuelvas a abrazar.
Asiente sonriendo y salimos de la habitación para dedicarnos a nuestra clase. En el camino vamos a la habitación de María y la recogemos, y esta también intenta hacerse la enferma para no tener que ir a clase de gimnasia. No lo entiendo... con lo relajante que es...
Cuando llegamos a clase ya están la mayoría sentados en las gradas esperando a la profesora.
Nosotras nos sentamos en las gradas esperando junto a todos, pero estoy ansiosa por ponerme a correr la primera hora y por luchar la segunda hora.
La profesora aparece por la puerta y se queda mirándonos a todos sin emitir ninguna palabra. Hasta que al final se pone las manos en las caderas y nos mira enfadada.
-¿Qué hacéis ahí sentados? En mi clase no debe parar el movimiento. Aunque llegue tarde quiero veros a todos corriendo cuando entre por esa puerta -Nos señala la puerta.
Nadie se mueve y todos la miran esperando que diga algo más.
-¡Ahora! ¡Ya! -Mueve las manos impacientemente.
Todos dan un salto de las gradas y salen corriendo al aire libre para empezar a estirar y a correr. Cuando salgo fuera veo que Edward ya está corriendo. Y ahora que pienso... no recuerdo haberlo visto dentro en las gradas como todos.
Empiezo a correr sin estirar y me posiciono a su lado para demostrar que no pienso quedarme NUNCA detrás de él.
Gira su rostro hacia mí y sonríe arrogante.
-Vaya, princesa, ¿Ya has descansado suficiente?
-Solo te daba ventaja, cielo -Le guiño un ojo.
Seguimos corriendo y picándonos de vez en cuando para ganarnos el uno al otro. Solo he visto a gente tan rápida y con tanta resistencia en mi organización... Un momento, ¿no será él el chico de la AAS? Es fuerte, rápido, arrogante etc.
-¿Por qué eres tan rápido y aguantas tanto? -Hablo con la respiración acelerada.
-Podría hacerte la misma pregunta, nena... No es muy común en las chicas.
-He preguntado primero -Contraataco mientras adelantamos a Nicole y a María que hacen cara de sufrimiento.
-Voy a atletismo desde antes de saber hablar. Y como mi padre es del FBI me enseñó a luchar. Tu turno, princesa.
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A Punta De Pistola
ActionLa SAO es una organización de espías que intenta proteger a todo el mundo. El presidente de la SAO manda a Lisbe Barnes a una misión encubierta en la universidad de California, los Ángeles, donde deberá encargarse de la protección del rector Johnson...